Evaluacion Psicopedagogica
osiris201117 de Febrero de 2015
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IDENTIFICACIÓN INICIAL DE NIÑOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES
Procedimiento inicial
El proceso de detección de los niños que pueden presentar necesidades educativas especiales consiste, básicamente, en tres etapas:
1.- Realización de la evaluación inicial o diagnóstica del grupo. Mediante pruebas iniciales, el maestro conoce el grado de conocimiento de los alumnos de su grupo al principio del ciclo escolar. Esta evaluación formal es complementada por las observaciones informales que realizan los profesores, de manera que no solamente se considera el grado de conocimientos de los alumnos, sino las formas en que se socializan, sus estilos y ritmos de aprendizaje, sus intereses y preferencias, etc. Con esta base se realizan ajustes generales a la programación, para adaptarla a las necesidades observadas.
2.- Evaluación más profunda de algunos niños. Aun con los ajustes generales a la programación, algunos alumnos mostrarán dificultades para seguir el ritmo de aprendizaje de sus compañeros de grupo. El maestro los observa de manera más cercana y hace ajustes a su metodología, de tal forma que involucra a estos niños en actividades que les permitan disminuir la brecha que hay entre ellos y el resto del grupo.
3.- Realización de un evaluación psicopedagógica. A pesar de las acciones realzadas, algunos alumnos seguirán mostrando dificultades para aprender al mismo ritmo que sus compañeros, por lo que será preciso realizar una evaluación más profunda, es decir, una evaluación psicopedagógica.
CARACTERÍSTICAS DE LA EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA Y SU ORGANIZACIÓN.
1.- Datos personales
La información de este apartado está relacionada con los datos generales del niño evaluado y de sus padres. Los datos que se requieren del niño son su nombre, edad en años y meses, fecha de nacimiento, tipo de escuela a la que asiste, nivel y grado que cursa. En relación con los padres, conviene conocer su domicilio, nombre, edad, escolaridad y ocupación.
Estos datos permiten identificar al niño, comparar su edad cronológica con su escolaridad, así como conocer la preparación de sus padres, de la cual a veces depende el tipo de estimulación que ha recibido el alumno.
2.- Motivo de la evaluación
Es importante destacar aquí la razón por la que se determinó evaluar al niño o a la niña, es conveniente hacer un esfuerzo para definir el motivo por el cual se arribó a la conclusión de que requería una evaluación psicopedagógica, pues en ocasiones se dan razones muy vagas. Por ejemplo, puede decirse que por presentar “problemas de conducta”, categoría que incluye infinidad de situaciones. Al mencionarse el motivo de la evaluación también podrían comentarse las acciones que se han realizado para ayudar al niño, es decir, lo que el maestro con o sin el apoyo del personal de educación especial, realizó en cuanto a observaciones o ajustes en su práctica cotidiana.
3.- Apariencia física.
Es necesario registrar los rasgos físicos del niño y, en su caso, destacar alguna seña muy particular (estatura, peso color y textura de la piel, postura y locomoción, etc.). Estas características suelen ser indicadores importantes sobre el tipo de alimentación que recibe, el cuidado que se tiene de su persona, la atención que recibe de sus padres, y permite tener una imagen global de la persona de quien se habla.
Conviene en este momento hacer una advertencia: con frecuencia estos datos son malinterpretados, generando prejuicios. No resulta extraño que se piense que un niño enfrenta dificultades serias simplemente por el hecho de pertenecer a una familia económica y socialmente desfavorecida. Debe quedar claro que las condiciones de pobreza coadyuvan, pero por si mismas no determinan la aparición de Necesidades Educativas Especiales.
4.- Conducta durante la Evaluación.
Se recomienda registrar, también de manera general, las condiciones en que se llevó a cabo la evaluación.
Lo que interesa reportar en este rubro es la actitud, el comportamiento, el interés y la cooperación que mostró el alumno ante las tareas asignadas para evaluarlo.
5. Antecedentes del desarrollo.
En este apartado se hace referencia a ciertos antecedentes del desarrollo que es de suma importancia conocerlos, ya que permite tener una idea completa de las características del alumno, lo cual permite atenderlo de una mejor manera. Los aspectos que se pueden revisar son los siguientes:
a) Embarazo. Las condiciones bajo las cuales se desarrollo el embarazo (deseado, planeado o lo contrario, estado físico y emocional de la madre, abortos, condiciones económica, etc.). Duración, lugar donde fue atendido el parto y características del mismo.
b) Desarrollo motor. Desarrollo psicomotor (edades en las que sostuvo la cabeza, se sentó, gateo, caminó), el control de esfínteres durante el día y la noche, edad en la que logró bañarse, vestirse y comer sin ayuda, etc.
c) Desarrollo del lenguaje. Información referente al desarrollo de su competencia comunicativa: respuesta verbal ante sonidos ambientales y voces, aparición de las primeras palabras (edad y ejemplos), empleo de pares de palabras y frases (edad y ejemplo) y su nivel de desarrollo actual.
d) Familia. Las características de su ambiente familiar y sociocultural: nombre y edad de las personas que integran la familia, señalando el lugar que ocupa el niño evaluado (esto se puede reportar de manera gráfica en el familiograma); actividades más frecuente y tiempo que conviven juntos; tipo de relación que establece con la familia y con las personas que no pertenecen a ella (amigos, otros familiares, extraños); actividades de su preferencia, motivo de sus alegrías y disgustos, etc. Este panorama general sobre lo más relevante del contexto en el que se desenvuelve el niño permite conocer el tipo de estimulación que ha recibido.
e) Antecedentes heredofamiliares. Referidos a algún problema de visión o de audición, que puede haberse trasmitido al niño.
f) Historia médica. Estado de salud que ha tenido el niño; en su caso, especificar los problemas que ha padecido, el tipo de estudios que se le han realizado, el tratamiento recibido y los resultados alcanzados. No sólo interesan los problemas médicos de tipo general sino también de cualquier otra índole por los que se haya tenido que recurrir a algún especialista, ya sea psicólogo, terapeuta, neurólogo u otro.
g) Historia escolar. Se considera la edad en la que inició su vida escolar, los años que ha cursado hasta la actualidad, el tipo de escuela a la que ha asistido (educación especial o regular, privada o pública), sus dificultades (reprobación, etc.) y logros, el tipo de relación que establece con sus maestros y compañeros el interés que muestra hacia la escuela y hacia las actividades que realiza en esta. Para tener datos más precisos al respecto se recomienda entrevistar no sólo a los padres del niño sino, en lo posible, a los maestros que lo conocen y, por supuesto al propio niño.
6. Situación actual ( se refiere a como se encuentra el niño en este momento)
Con la información anterior tenemos una visión bastante completa de quién es el alumno al que se está evaluando. Conocemos las principales características relacionadas con su desarrollo, su familia, el contexto social en el que se desenvuelve, su historia escolar y sobre todo, sabemos cuál es el motivo por el que se le realiza una evaluación más profunda. Pero esto sólo es el primer paso; hasta aquí no estamos aún en condiciones de determinar cuáles son las Necesidades Educativas Especiales del alumno en general. Recordemos que para determinar las Necesidades Educativas Especiales de los niños es necesario tomar en cuenta el contexto educativo en el que se encuentra. Por ello se sugiere evaluar los siguientes aspectos:
a) Aspectos generales del alumno.
Área intelectual. Con algunos alumnos, por ejemplo aquellos de los que se sospecha que presentan discapacidad intelectual o los que tienen marcadas dificultades para acceder a ciertos contenidos, es importante profundizar sobre sus capacidades intelectuales básicas (procesamiento de la información, atención, memoria, procesos de razonamiento, etc.)
Área de desarrollo motor. Con aquellos alumnos que presentan dificultades de coordinación gruesa y/o fina, es necesario contar con información amplia sobre sus habilidades funcionales para moverse, tomar objetos, mantener la posición de su cuerpo, es decir de todos los movimientos que puede realizar, así como de los apoyos que pueden compensar sus dificultades. Esta información es imprescindible para tomar ciertas decisiones, como las adecuaciones a las instalaciones de la escuela para facilitar el desplazamiento del niño, o la adaptación del mobiliario y de los materiales que se utilizan.
Área comunicativo- lingüístico.Es muy importante contar con una evaluación profunda de aquellos alumnos con dificultades de lenguaje para conocer su competencia en sus distintos niveles (fonológico, semántico, sintáctico y pragmático) así como en el sistema de comunicación que el niño utilice (lenguaje manual, sistema Braille).
Área de adaptación e inserción social. Se define a la conducta adaptativa como a la eficacia con que un individuo se ajusta a los patrones de independencia personal y responsabilidad social esperados para su edad y para su grupo social. En algunos casos especialmente aquellos
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