Evaluación Psicológica

Evaluación psicológica, se define como la disciplina de la psicología científica que explora y analiza el comportamiento en los niveles de complejidad que se estime oportunos (motor, fisiológico o cognitivo), de un sujeto o un grupo, con distintos objetivos básicos o aplicados (descripción, diagnóstico, selección, predicción, explicación, intervención, cambio o valoración), por medio de un proceso de toma de decisiones en el que se aplican diferentes dispositivos, tests y técnicas de medida y evaluación.

Los instrumentos es el medio a través del cual se obtendrá la información. Algunos instrumentos son: lista de cotejo, observación, escala de estimación, pruebas escritas u orales, portafolio, proyectos, monografías, entrevista, reportes, entre otros.

Pasos de la evaluación

Con apego a los aportes del asesoramiento psicopedagógico, de amplio reconocimiento en nuestros días y con bases fundamentadas en la Educación Especial, es posible esbozar las fases y procedimientos de la evaluación diagnóstica. La evaluación diagnóstica se constituye en un procesos dirigido a apoyar la toma de decisiones sobre la situación escolar del estudiante con base en un proceso formativo cuya función es determinar lo que han aprendido los estudiantes, como lo han aprendido, que tipo de apon han necesitado o necesitan y con que materiales se ha llevado y debe llevarse a cabo.

La evaluación diagnóstica se constituye, entonces, en el punto de partida para la toma de decisiones durante el aprendizaje a partir de los ajustes necesarios en la atención educativa. Esta perspectiva encuadra con la responsabilidad que la formación profesional asigna al educador especial y que postula las siguientes seis fases dentro de la evaluación diagnóstica:

1. Valoración de la información que la institución educativa ya tiene sobre el estudiante. A partir del contacto con la familia que formaliza la matrícula en el centro educativo, se obtiene la primera información que se resguarda en el expediente del estudiante. Corresponde al profesional en educación especial ampliarla y actualizarla a través de diferentes medios, campo pro ejemplo entrevistas en diversos momentos de la escolaridad.

La información inicial deberá recabar datos personales del estudiante, datos personales de sus progenitores o encargados, composición familiar, persona responsable del estudiante, necesidad de servicios escolares, datos médicos básicos, centro educativo de procedencia, motivo de referencia y otros aspectos importantes a juicio de los padres o encargados que deberán tomarse en cuenta, o bien, aspectos que les preocupa de su hijo o hija.

2. Evaluación de la situación inicial. La afinidad que los profesionales en Educación Especial establezcan con este proceso, establecerá que, en esta segunda fase, se pueda recopilar mayor información que nos permita tomar decisiones a corto plazo.

3. Evaluación de las competencias curriculares. En esta fase adquiere su importancia por cuanto se cree que, al iniciarla ya se dispone de una información suficiente para empezar a intervenir con conocimiento su causa.

Corresponde, entonces en esta fase, analizar la situación inicial considerando de antemano algunas decisiones que en conjunto se hayan tomado sobre el tipo y calidad de ayuda pedagógica dirigida al estudiante que es objeto de atención. Así, es probable analizar cómo evoluciona la situación del estudiantado o, por el contrario, realizar una exploración individual o grupal con un mayor nivel de profundidad. Resalta en este momento la necesidad de implementar procedimientos que puedan aportar a esta exploración y que para su estudio, como: entrevistas, observación, análisis del trabajo del estudiante y aplicación de pruebas.

4. Devolución de la información. Una

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