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Expresion Y Manejo De Las Emociones

mihai9924 de Octubre de 2011

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Emociones

Creo que una de las misiones más importantes que una persona tiene en la vida es conocerse, aceptarse y poder desarrollar todo el potencial interno.

Mi objetivo es que este curso les permita conocerse un poco más, brindándoles alguna información y herramientas sencillas sobre psicología.

El tema elegido es el de las emociones por su importancia en la conducta cotidiana. Cualquier estímulo ya sea externo (medio ambiente) o interno (mente o cuerpo) genera en nosotros una emoción que nos va a llevar a tener determinada conducta.

Todos los conceptos que usaré están basados en el Análisis Transaccional que es una corriente de psicología desarrollada por el Dr. Eric Berne en la década del 50. Estudia la personalidad del individuo y además las interacciones con las demás personas.

Diremos entonces que una EMOCION es el significado subjetivo y sentido que se la da a una experiencia. Esto quiere decir que según cómo cada uno interprete una situación será la emoción que sienta, por eso ante un mismo hecho distintas personas sienten distintas emociones.

Las emociones se clasifican en emociones auténticas y emociones sustitutivas.

Las emociones auténticas son aquellas que son adecuadas en calidad, intensidad y duración a la situación aquí y ahora. Y éstas son cinco:

Alegría o placer

Afecto

Miedo

Rabia

Tristeza

Cada una de estas emociones tiene una finalidad

Emociones auténticas Sentido

Alegría, Placer Mantener la satisfacción para seguir haciendo algo, elevar las

defensas del organismo, aumentar el atractivo social.

Afecto Indicar atracción emocional, dar y recibir caricias, cargar nuestra

batería biológica, elevar las defensas del organismo, mantener

nuestras relaciones más próximas.

Miedo Prepararse para los peligros reales captados o intuidos, actuales

o potenciales.

Rabia Defendernos, poner límites, demostrar lo que nos molesta.

Confrontar e inducir a cambios de otros.

Tristeza Aceptar las pérdidas de personas queridas, bienes, ilusiones, así

como limitaciones reales.

Emociones auténticas y sustitutivas

Dijimos en la clase 1 que las emociones auténticas son aquellas que son adecuadas en calidad, intensidad y duración a la situación aquí y ahora.

Las emociones autenticas son cinco: Alegría o placer, afecto, miedo, rabia y tristeza y como vimos cada una tiene una finalidad.

Se llaman auténticas porque tienen un correlato biológico ya que son compartidas por los animales superiores.

Lo natural y más sano sería poder expresar estas emociones auténticas pero la mayoría de las familias permiten la expresión de algunas y no de otras.

O sea que las emociones sustitutivas se aprenden porque el sistema familiar prohíbe (la mayoría de las veces en forma no consciente) la expresión de las auténticas.

Para adaptarse al sistema familiar se aprende a cambiar una emoción autentica inaceptable en esa familia por una sustitutiva aceptable.

Por ejemplo en una familia machista los hombres no podrán mostrar tristeza, no podrán llorar, entonces cada vez que están tristes se mostraran irritables, gruñones, la han cambiado o encubierto con una rabia falsa.

Así podemos encontrar familias donde se discute mucho y parecería que prevalece la rabia o familias en las que esta todo bien pase lo que pase, familias donde no hay ninguna muestra de afecto, etc.

Nuestra generación, la de los mayores de 40 en general hemos crecido en familias donde no era muy común la expresión del afecto en forma explícita, los hombres no podían expresar miedo y tristeza, las mujeres no podían expresar rabia y la alegría en la casa dependía del estado de ánimo de algún familiar.

Estos permisos se van transmitiendo de manera no consciente de generación en generación, o sea seguramente nuestros padres nos dieron permiso para sentir y expresar las emociones que ellos podían sentir y expresar.

Algunas de las emociones sustitutivas con que solemos tapar una emoción autentica son:

Falsa alegría: sonreir o reir para complacer a alguien que esta contento cuando uno esta mal.

Falso afecto: forzarse a querer a alguien sin sentirlo, ser meloso, empalagoso.

Falso miedo: (fobias) temor irracional adquirido por experiencias traumáticas o aprendidas de algún familiar por imitación.

Ansiedad o angustia: temor opresivo e indefinido ante un estímulo presente o algo a enfrentar en el futuro que no lo justifica.

Culpa: es miedo al castigo, puede sentirse por disfrutar, aunque no se haga mal a nadie (“porque mis padres se sacrificaron por mí”), por casarse si la hermana mayor quedó soltera, por ganar dinero porque otros no lo ganan.

Inadecuación: es sentirse fuera de lugar, torpe, creer que todos nos miran y nos juzgan, que haremos un mal papel. Se siente al hablar en público, al bailar, al ser elogiado.

Confusión: es un bloqueo, incapacidad para razonar. Uno se dice a sí mismo “eres tonto”, “no entiendes”.

Vergüenza: parecida a la inadecuación pero acompañada de rubor, lo que la incrementa.

Falsa rabia: se siente ira, hasta odio, sin motivos justificados para un observador imparcial, durante demasiado tiempo, tal vez toda la vida.

Resentimiento: el resentimiento es parecida a la falsa rabia pero se canaliza hacia adentro, se masculla internamente. Suele ser causa de hipertensión y úlceras.

Celos: encubren inseguridad, ideas de inferioridad ante la competencia por el ser amado o por lo menos celado.

Rivalidad: pretende ganar siempre, tener lo mejor, no dejarse superar, muy competitivo.

Sadismo, saña: es una falsa alegría ante el sufrimiento ajeno.

Triunfo maligno: es el gusto de haber ganado y que otro haya perdido.

Depresión: es una falsa tristeza, motivada por excesiva autocrítica o conmiseración interna, por la prohibición de sentir o expresar rabia que se vuelca contra sí mismo.

Melancolía: es un grado extremo de depresión.

Envidia: es la tristeza por el bien ajeno. En vez de tender a mejorar uno mismo se añora o quiere quitar lo que tiene otro

Rabia

Nos abocaremos ahora a considerar cada una de las emociones auténticas y ver cuales son los mecanismos más frecuentes de sustitución aprendidos en la infancia.

Cada emoción abarca toda una gama de distintas intensidades, o sea que los extremos de la rabia serían el odio por un lado y el desagrado por el otro.

Como dijimos la finalidad de esta emoción auténtica es defendernos cuando nos agreden, cuando no nos respetan, poner límites, delimitar nuestro espacio.

Si alguien muestra rabia la conducta apropiada de la otra persona (Y esto sirve para empezar a aplicarlo con nuestros hijos u otros adultos) sería permitir su expresión y después analizar el problema que la provocó.

Pero puede ser que en el ambiente familiar esta emoción no sea aprobada, o por ejemplo sea aprobada en los varones pero no en las mujeres, quizás no sea muy bien visto que una nena “buenita” tenga una explosión de rabia o levante la voz para defender sus derechos y se la rete cuando lo hace. Entonces aprenderá a reprimir esta emoción para ser aprobada en su núcleo familiar.

Las emociones sustitutivas que suelen reemplazar a la rabia son:

Falsa alegría: esto se da cuando en la familia de origen alguien se reía cuando estaba enojado (se aprende por imitación) o bien se reían cuando uno se enojaba.

Ansiedad: quizás en la familia se creía que si alguien se enojaba fuera capaz de matar. No distinguían entre “sentir y expresar” y “actuar”. O quizás hubiera algún familiar muy violento y por no querer parecerse a él se reprimía la rabia por miedo a perder el control.

Falsa tristeza: (esto se considera como estar deprimido, como emoción) no le dejaban expresar la rabia, volcándola contra sí mismo. También cuando se ha tenido el modelo de algún familiar que siempre estaba deprimido y uno se ha identificado con esa persona. En general detrás de toda depresión hay rabia no expresada.

Culpa: esto sucede cuando al mostrar rabia, aún con razón alguien se mostraba muy dolido. Se empieza entonces a sentirse culpable por estar enojado y se reemplaza la emoción.

Habrán notado que cada emoción auténtica tiene una emoción sustitutiva que es parecida, por ejemplo la rabia con la falsa rabia. Hay algunos criterios para diferenciarlas.

Dijimos que una emoción debe ser adecuada en calidad, intensidad y duración a una situación del presente. Por ejemplo si mi pareja se olvida de que es nuestro aniversario y habíamos programado una salida que ambos disfrutáramos y en cambio hace un programa de ultimo momento con un amigo, lo razonable es que yo sienta rabia, bronca, enojo, adecuado a la situación puntual que se describe, si puedo expresarla la duración de esta bronca será limitada (en general cuando uno expresa una emoción auténtica, ésta no permanece en mi.)

Ahora si yo por esto estoy enojada sin hablarle durante una semana o decido cortar la relación por este olvido o mi reacción es demasiado violenta ya no sería adecuada al estimulo que la provocó en el aquí y ahora, sino que estaría respondiendo a viejas cuentas pendientes, a situaciones del pasado sin resolver. Esto sería falsa rabia, una reacción desmedida o que tiene una duración excesiva en el tiempo.

Es esa gente que guarda rabia

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