FACTORES INFLUYENTES EN EL TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN EN LA SEGUNDA INFANCIA
Belén FigueroaDocumentos de Investigación12 de Junio de 2017
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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES[pic 1]
CARRERA DE PSICOLOGÍA
TALLER DE INTEGRACIÓN
FACTORES INFLUYENTES EN EL TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN EN LA SEGUNDA INFANCIA
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INTRODUCCIÓN
La segunda infancia es la etapa evolutiva enmarcada entre los 6 y 12 años, donde diversos factores: físicos, cognitivos y psicosociales influyen en el desarrollo del niño; es una etapa donde muchos niños están propensos a padecer ansiedad por separación desde mucho antes, es por ello que debemos aclarar que esta se encuentra fuera de los parámetros adaptativos del individuo, por lo que se denomina trastorno. Nuestro principal enfoque es responder la siguiente pregunta. ¿Cuáles son los factores principales que influyen en la promoción del trastorno de ansiedad por separación en la segunda infancia? Por consiguiente comenzaremos por describir que es el concepto del TAS, desglosar los factores que incitan las causas del trastorno y por último conocer el desarrollo evolutivo de la segunda infancia.
RELEVANCIA DEL PROBLEMA
Dentro del proceso de desarrollo, pueden ocurrir algunas anomalías leves, las cuales por mecanismos naturales de selección podrían ser eliminadas, cuando estas persisten ocasionan cuadros clínicos de variada severidad, pudiendo derivar en serias repercusiones negativas en el funcionamiento del niño llegando a limitar sus actividades independientes lejos del hogar o de las personas por las que sienten apego. Es por ello que es relevante estudiar e identificar el trastorno por ansiedad para el bienestar psicológico del niño y su familia, ya que genera consecuencias psicosociales negativas, desencadenando trastornos psiquiátricos adultos, principalmente trastornos por ataques de pánicos. A pesar de las múltiples consecuencias, el trastorno ha sido escasamente estudiado, además los menores no son evaluados hasta que presenten los síntomas somáticos marcados.
Respecto a lo anterior, se destaca el estudio de Figueroa, Soutullo, Ono y Saito, 2016, en el cual realizaron una investigación que describe el resultado de los trastornos de ansiedad que son probablemente los trastornos más frecuentes en niños y adolescentes, con un rango estimado de prevalencia del 5% al 25% en todo el mundo, pero un porcentaje mucho más bajo recibe tratamiento. Aproximadamente la mitad de las personas que acuden a consulta médica por algún trastorno de ansiedad presentan trastorno de ansiedad por separación.
La situación en nuestro país es igual de preocupante, ya que a partir del estudio de la Barra (2012) ver anexo (1), indica que la prevalencia de Trastorno de ansiedad por separación (TAS) en Chile es la más alta contrastado con países latinoamericanos en estudios de población adulta en chile.
El trastorno ansioso más prevalente en niños es la angustia por separación, pero ésta disminuyo en la adolescencia. Es importante destacar que todos los trastornos ansiosos fueron más frecuentes en mujeres.
Es por lo anterior que surge la siguiente pregunta de investigación.
OBJETIVOS
Objetivo general : Analizar los factores que influyen en la promoción del trastorno por separación en la segunda infancia.
Objetivo específico: Identificar los factores principales que influyen en la promoción del TAS.
MARCO TEÓRICO PONER REFERENCIAS (CITAR)
Definición del Concepto TAS
La ansiedad por separación es una respuesta emocional en la cual el niño experimenta angustia al separarse físicamente de la persona con quién está vinculado, generalmente su madre o figura de apego. Este es un fenómeno normal, esperable y obligado del desarrollo infantil, que comienza a manifestarse alrededor de los 6 u 8 meses de edad; éste permite que el niño desarrolle paulatinamente su capacidad de estar a solas. Contribuye activa y necesariamente a este proceso la figura de apego que el niño dispone.
El trastorno de ansiedad por separación (TAS) es una manifestación psicopatológica, caracterizada por la incapacidad del niño de quedarse y estar a solas. En este caso el niño no es capaz de separarse apropiadamente de la persona que es emocionalmente significativa para él.
Según el DSM-V las características clínicas centrales que se presentan en el trastorno de ansiedad por separación son: miedo o ansiedad intensa y persistente relativa al hecho de tener que separarse de una persona con la que el niño mantiene un vínculo estrecho, se evidencia en un mínimo de tres manifestaciones clínicas, centradas en preocupación, malestar psicológico subjetivo, rechazo a quedar solo en casa o desplazarse a otros lugares (escuela, trabajo, etc). Además se observa presencia de pesadillas o síntomas físicos ante la separación de las figuras de vinculación cercana.
Factores que influyen en el TAS
Todo trastorno surge respecto de factores presentes en su cotidianidad, es por ello que debemos señalar aquellos que son gatilladores o poseen una mayor influencia en los niños. La etiología del TAS es multicausal, pero específicamente rescatamos la división que se produce entre dos factores, los biológicos y los sociales.
Respecto a la etiología biológica, nos encontramos con varias subdivisiones relevantes dentro de las cuales destacan: La genética en la cual se ve relacionada con la herencia genética obtenida de los progenitores, desequilibrio de neurotransmisores y la vulnerabilidad para los trastornos de ansiedad más que para un trastorno de ansiedad específico. El temperamento y características del niño: Este es un factor que es muy relevante dentro de lo biológico, se destaca la inhibición conductual que tiende a presentar en la cotidianidad. Los niños con inhibición conductual son introvertidos, se avergüenzan fácilmente o son socialmente evitativos, aquellas características explican el por qué en situaciones sociales incomodas, los niños tienden aferrarse a su figura de significativa. Disfunciones de áreas cerebrales, como el córtex orbito frontal, córtex cingulado anterior y la amígdala, la cual es una de las principales áreas implicadas en la ansiedad.
La etiología social es desde el punto de vista de varios autores, el factor más significativo para el desarrollo respectivo de patología, pero al ser derivado de estudios epidemiológicos transversales no es posible demostrar una relación causa-efecto palpable. Sin embargo existen sub-factores que suelen presentarse cotidianamente en el estudio de este trastorno, de los cuales destacan:
Factor relacionado con la familia del niño, dentro de estas se pueden encontrar características como: las conductas parentales que no fomentan la autonomía del niño, en la cual se ve guiada por conductas sobreprotectoras o sobre involucradas de parte de los padres; el apego inseguro con la figura relevante para el niño, pero más que nada con la madre; la separación o divorcio que puede sufrir el núcleo familiar en el que se ve envuelto cotidianamente el niño; ausencia física y/o psicológica de uno o ambos padres; el apego ansioso-resistente es muy relevante, ya que los padres suelen exhibir aquella ansiedad a sus hijos logrando una transmisión de sus propios miedos hacia los peligros. Factor relacionado con las experiencias tempranas que vivencia el niño, como: eventos estresantes asociados con la psicopatología pediátrica general; vivenciar una catástrofe grave o crimen que afecte directamente; estar expuesto a la violencia familiar; pérdida significativa de trabajo de un progenitor; nacimiento de un hermano.
Factor relacionado con el establecimiento educacional en que el niño asiste, se pueden presenciar situaciones de las cuales destacan: ser acosado o ser víctima de bullying; fracasar al poseer un rendimiento inferior al nivel esperado en exámenes, deportes u otras actividades académicas.
Repercusión en el aprendizaje de un niño a causa de una alteración en el desarrollo infantil
La segunda infancia, etapa evolutiva entre los 6 y los 12 años de edad, está centrada en los años escolares. En ella se combina el desarrollo de factores físicos, cognitivos y psicosociales. Esto es posible por la mejora el funcionamiento neurológico, que permite al niño obtener mayor atención y memoria, así́ como la mejora de la motricidad fina y gruesa, y las habilidades cognitivas. Todo ello proporciona al niño las capacidades para preveer las acciones de los demás que se desenvuelven en su entorno y planear estrategias (Craig, 2001; Papalia, Olds & Feldman, 2012). Los referentes sociales del niño se amplían de forma significativa, los padres y los hermanos continúan siendo sus principales referencias, pero también comienzan a tomar aquel papel sus maestros y amigos. Para que el niño pueda descubrir los diferentes aspectos de la vida, el ambiente familiar le ofrece seguridad y confianza, el entorno escolar le proporciona un ambiente en el cual desarrollar y desafiar correctamente sus habilidades cognitivas y sociales, y finalmente el ambiente que le proporciona el lugar en donde habita le permite explorar nuevas experiencias (Gallardo, 2012).
En general, es un periodo de crecimiento, en el que los niños se muestran saludables y felices, caracterizándose por aquellos sentimientos de optimismo, de dominio y destreza. Por lo que se benefician del apoyo social y de sus fortalezas personales para superar problemas. Él niño se prueba constantemente, superando sus propios retos y los que el entorno le impone, todo ello les otorga independencia y autosuficiencia (Berger, 2007; Feldman, 2007; Gallardo, 2007; Papalia et al., 2012).
Respecto al desarrollo cognitivo, el niño alcanza el estadio de las operaciones concretas (Piaget, 1966), caracterizado por la posibilidad de hacer operaciones mentales sobre objetos tangibles y manipulables, permite al niño avanzar en la comprensión y organización del mundo, con un pensamiento más flexible y lógico (Alfonso, 2006). Los logros más significativos son: Adquisicionde la noción de conservación. Es capaz de atender a distintas dimensiones a la vez (descentración) y reconocer la reversibilidad. Adquisición de la noción de clasificación jerárquica. Es capaz de hacer categorizaciones para comprender la inclusión de clase. Adquisición de relaciones de orden. Es capaz de ordenar elementos en función de dimensiones cuantitativas, y realizar inferencias transitivas. Comprensión de la causalidad. Poco a poco desaparecen el animismo, el artificialismo y la fantasía en las explicaciones sobre los sucesos. Adquisición para la medición. Es capaz de determinar longitudes, distancias e intervalos temporales. Estos logros son posibles gracias a la maduración cerebral y el aprendizaje, que provocan cambios neurológicos, incrementando la velocidad y eficiencia de los procesos cerebrales (Papalia et al., 2012). De esta forma, el niño, consigue desarrollar sus habilidades ejecutivas y crecer cognitivamente.
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