Factores Socio Afectivos
yhon105 de Junio de 2014
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FACTORES SOCIO- AFECTIVOS Y SU INFLUENCIA EN EL APRENDIZAJE
Los factores socio- afectivos juegan un papel importantes en la enseñanza, ya que mejorarán o empeorarán el nivel educativo del alumno.
Debemos entender que el proceso de aprendizaje de cualquier asignatura es un proceso complicado, ya que existen diferentes factores que intervienen en dicho proceso, como lo son: los factores internos, que son los procesos cognitivos que facilitan la adquisición de los conocimientos, los factores situacionales, los cuales incluyen al hacer referencia en relación al aprendizaje y por último, tenemos los factores individuales, que pueden ser inalterables por el modo de instrucción, tales como la edad, el sexo, o la lengua materno, o alterables por el modo de instrucción, donde se incluyen los factores socio-psicológicos, como la actitud o la motivación. Estos últimos son los que deben ser tomados en cuenta por el docente.
Todo docente de cualquier nivel, sea éste de educación, inicial, básica, diversificada o universitaria, debe ocuparse en cómo alcanzar el grado máximo de interactividad o empatía con su alumno, porque esto será lo que optimice su nivel de aprendizaje, la parte afectiva del aprendizaje no se opone a la cognitiva, cuando ambas se usan en forma conjunta, el proceso de aprendizaje se puede construir sobre unas bases más firme, a través de los tiempos, hemos tendido siempre a separar lo racional de lo emocional, y en consecuencia a sobrevalorar lo racional, en deterioro de las emociones.
Los factores emotivos o socio-afectivos son necesarios para el desarrollo intelectual del alumno, todos tenemos dos mentes: una que piensa y otra mente que siente, y estas dos formas fundamentales de conocimiento interactúan para construir nuestra vida mental.
LA MOTIVACIÓN EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE.
La motivación ha sido considerada como un ente interno, un impulso, una emoción, un deseo que provoca la realización de una acción por parte de un individuo y, en palabras de Jhon Keller (1983) la motivación se refiere a la selección que hacen las personas de las experiencias y objetivos que quieren lograr y el esfuerzo que estén dispuestos a realizar para lograrlos. Asimismo, Isabel Solé (2000) expone que la motivación está estrechamente vinculada con las relaciones afectivas que los individuos puedan establecer con lo que desean realizar y con los objetivos que pretenden alcanzar. Por su parte Díaz Barriga y Hernández Rojas (2000) sostienen que, la motivación (escolar específicamente) es un proceso intrapersonal inherente a la personalidad del individuo y de carácter básicamente afectivo.
En cuanto a la forma que puede adoptar, Epub Brown (1994) expone que la motivación puede ser global, situacional u orientada hacia ciertas tareas y se ha estudiado en términos de extrínseca o intrínseca, dependiendo de la orientación del aprendiz. En el campo de la adquisición de segundas lenguas, la motivación se clasifica en integrativa e instrumental.; según, Gadner y Lambert (1972), la primera se da cuando el aprendiz desea integrarse a la cultura del grupo que habla esa lengua; la segunda es provocada por elementos externos al individuo tales como alcanzar una carrera, leer material técnico, traducir, entre otros.
Desde nuestro punto de vista y tratando de hacer una analogía con Gadner y Lambert (1972) podemos decir que las categorías social y personal están orientadas hacia la motivación integrativa y la profesional y educativa hacia la instrumental. Estas últimas, la mayoría de las veces, son influenciadas por entes externos al individuo, los cuales fungen como elementos motivadores hacia el aprendizaje.
Como podemos observar, no es posible dejar de lado el contexto que rodea cada una de las situaciones de aprendizaje en las se encuentra involucrado un aprendiz. No es viable obviar las necesidades, deseos, intereses de los participantes cuando lo que se quiere es orientar un aprendizaje útil y funcional para quienes lo están recibiendo. Así pues, conocer el tipo de motivación que mueve a los individuos para aprender es un paso adelante en la dirección de un proceso de aprendizaje efectivo y funcional. El mismo propicia la adecuada selección de estrategias de aprendizaje para cierto grupo en particular.
LAS EMOCIONES EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE:
¿QUÉ SON LAS EMOCIONES?
Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso, o recuerdo importante. Psicológicamente, las emociones alteran la atención, hacen subir de rango ciertas conductas guía de respuestas del individuo y activan redes asociativas relevantes en la memoria. Fisiológicamente, las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, la actividad del SNA y la del sistema endocrino, a fin de establecer un medio interno óptimo para el comportamiento más efectivo. Conductualmente, las emociones sirven para establecer nuestra posición con respecto a nuestro entorno, y nos impulsan hacia ciertas personas, objetos, acciones, ideas y nos alejan de otros. Las emociones actúan también como depósito de influencias innatas y aprendidas, y poseen ciertas características invariables y otras que muestran cierta variación entre individuos, grupos y culturas (Levenson, 1994).
Cuando se dice la palabra emoción solemos pensar en alguna de las seis emociones primarias: alegría, tristeza, miedo, ira, asombro o repulsión. Es más sencillo debatir sobre estas emociones, sin desconocer que hay que tener presente las llamadas emociones secundarias o sociales: vergüenza, celos, culpa, orgullo y las que Damasio denomina emociones de fondo: bienestar o malestar, calma o tensión. Además este autor sugiere que la emoción también puede referirse a “presiones y motivaciones y a estados de dolor y placer”.
LA DIMENSIÓN EMOCIONAL COMO VARIABLE ASOCIADA A LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN.
La Reforma habla de la formación valórica y de sentidos; de personas que adquieren competencias morales como parte del desarrollo integral y preparación para el mundo de hoy. Los Objetivos Fundamentales Transversales (OFT) definen finalidades generales de la educación referidas al desarrollo personal y la formación ética e intelectual de alumnos y alumnas; deben permear la experiencia escolar toda, por tanto dar una respuesta a los mayores requerimientos de formación moral y de socialización que la sociedad de estos tiempos plantea a la institución escolar.
El ser humano tiene la capacidad de organizar dinámicamente sus experiencias emocionales y construir significados. El modo en que tanto profesores/as como alumnos/as se ven a sí mismos y a su mundo, depende claramente de sus continuas construcciones cognitivo/afectivas. La escuela no puede desconocer que las personas están implicadas en un proceso continuo de organización de sus experiencias y creando nuevos significados emocionales para entenderse mejor y guiarse a sí mismos en su relación con el mundo.
En la escuela este proceso de creación de experiencia y significado supone la construcción de significados a partir de diversos tipos de información sensorial, afectiva, perceptiva, memorística y conceptual.
La emoción en la escuela suele ser captada como destructora de la cognición o la conducta. Sin embargo, las emociones constituyen un sistema de acción organizado, significativo y por lo general adaptativo. "La función biológica de la emoción es asegurar la supervivencia y reproducción del organismo, ofreciéndole información sobre sus reacciones a las situaciones para conseguir una mejor adaptación y solución a los problemas" (Greenberg, Rice, Elliott, 1996). Culturalmente, la emoción ha sido objeto de una visión negativa, como un elemento desorganizador que requiere control. Sin embargo, en el alumno/a la emoción es atencional e influye en la información que sobresale; también es motivacional ya que influye en el establecimiento de metas y objetivos, y por último es comunicacional ya que regula la interacción con los demás. Las emociones se comprenden mejor como síntesis complejas de elementos que incluyen el afecto primario (en forma de sensación y fisiología), la motivación (en forma de necesidades e intereses) y la cognición (en forma de evaluaciones).
Si bien las emociones las produce el organismo automáticamente, para experimentarlas la persona tiene que simbolizarlas en la conciencia fundamentalmente a través del lenguaje. Afectos tempranos, más simples y esenciales, se transforman paso a paso en los sentimientos y emociones posteriores más complejos; al añadir cogniciones más evolucionadas, la emoción está mucho más organizada de lo que previamente se pensaba.
Los estados emocionales pueden estar en diferentes grados de conciencia: presentes, pero en ese momento fuera de la conciencia; presentes, pero parcial o periféricamente en la conciencia; presentes y experimentados, pero no simbolizados verbalmente; experimentados y claramente simbolizados y, finalmente, experimentados, simbolizados y completamente comprendidos en cuanto a sus desencadenantes, significados y tendencias en la acción, necesidades o deseos asociados con ellos.
Esta perspectiva de diferentes niveles de procesamiento y conciencia sugiere que las emociones no se pueden separar de la cognición y que, en lugar de centrarse en si la emoción y la cognición son independientes, es más importante centrarse en cómo la cognición está implicada en diferentes aspectos de la emoción y en cómo los esquemas integran
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