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Historia psicología tema 11El conductismo

gabijosegabiApuntes17 de Abril de 2016

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                                                     Tema 11: El conductismo

1) El ascenso del conductismo

- El manifiesto conductista

Watson estaba publicando el manifiesto de un nuevo tipo de psicología: el conductismo. Este manifiesto compartía el objetivo de estos manifiestos: repudiar el pasado y exponer, aunque fuese incoherentemente, una concepción de la vida como debería ser.

- La crítica de la psicología mentalista

Watson no veía diferencia alguna entre el estructuralismo y el funcionalismo. Ambas corrientes adoptaban la definición tradicional de la psicología como “la ciencia de los fenómenos de la conciencia, y ambas empleaban el tradicional método esotérico de la introspección”.

Watson se sentía especialmente limitado por el “mentalismo”. Como la introspección no era posible en animales, había pocas posibilidades para trabajar con ellos, lo que obligaba a los psicólogos a construir los contenidos de conciencia de los animales por analogía con las mentes de los propios psicólogos. Además,  la psicología tradicional era antropocéntrica y sólo respetaba los descubrimientos de la psicología animal en la medida en que eran relevantes para la psicología humana. Watson consideraba que esta situación era intolerable.

Watson recomendaba a los psicólogos no antropomorfizar a los seres humanos. Watson veía en la introspección defectos de carácter empírico, filosófico y practico. “Desde un punto de vista empírico”, la introspección era incapaz de definir preguntas a las que pudiera responder convincentemente. “Desde un punto de vista filosófico”, Watson condenaba la psicología mentalista por realizar el método no científico de la introspección.

En la psicología mentalista hay que estudiar el mundo privado de la conciencia del observador. Esto significa que, cuando los resultados son poco claros, en ligar de criticar las condiciones experimentales, los psicólogos critican al observador diciendo que “su introspección es floja” o que esta poco entrenado. Lo que Watson quería decir es que los resultados de la psicología introspectiva tienen un componente personal que no existe en las ciencias naturales: esta opinión fue la que sentó las bases del conductismo metodológico.

Por último, Watson censuraba la psicología mentalista por razones prácticas. Esta corriente exigía a la psicología animal que encontrase en el laboratorio criterios conductuales de la conciencia. Watson sostenía que la conciencia era irrelevante para el trabajo con animales.

Con respecto a la psicología aplicada, la introspección resultaba igualmente irrelevante, ya que no ofrecía soluciones a los problemas a que se enfrentaban las personas en la vida moderna. De hecho, Watson cuenta que fue la sensación de que la psicología mentalista no tenía aplicación alguna lo que le llevó a considerarla insatisfactoria. El único ámbito de la psicología existente que él elogiaba fue la psicología aplicada: la psicología educativa, la psicofarmacología, los tets mentales, la psicopatología y psicología jurídica y publicitaria, porque dependían menos de la introspección.

- El programa conductista

La psicología sería el estudio de la conducta adaptativa, no de los contenidos conscientes. La descripción de la conducta llevaría a la predicción de la conducta en términos de estímulos y respuestas. Watson estaba claramente inserto en la tradición positivista.

Lo único que en el manifiesto quedó bien claro sobre la metodología conductual fue que, con el conductismo, el trabajo con el ser humano sería directamente comparable al trabajo con animales, porque los conductistas se interesan tan poco por los procesos conscientes durante el desarrollo de los experimentos como por los de las ratas.

Las afirmaciones de Watson son el resultado lógico de la teoría motora de la conciencia. Según esta teoría, la conciencia sólo registra lo que decimos y hacemos sin influir en ello. Watson simplemente señaló que, como el contenido mental no tiene relevancia funcional, su estudio carece de sentido, excepto por los prejuicios acumulados.

Watson consideraba y rechazaba la fórmula del conductismo metodológico según la cual no me interesa lo que acontece dentro de la llamada mente, siempre y cuando puede predecir su conducta. Para Watson el conductismo metodológico era una derrota parcial que consideraba inaceptable, así que prefirió arremeter contra ella. Recalcó su idea de que no existen procesos iniciados desde el sistema nervioso central. El pensamiento no es más que una conducta implícita que a veces tiene lugar entre un estímulo y la conducta explícita resultante. Según esta hipótesis, casi todas las conductas implícitas tienen lugar en la laringe y pueden ser observadas, aunque no se haya desarrollado aun la técnica necesaria para observarlas. Lo más importante para Watson es que no hay procesos mentales funcionales que desempeñen papel causal alguno en la determinación de la conducta. Sólo hay cadenas de conducta, algunas de las cuales son difíciles de observar.

Watson afirmaba que la lealtad al mentalismo equivalía en el fondo a la religión en una era científica en que la religión había quedado anticuada.

Watson decía que, como no conocemos nada acerca de la corteza cerebral, resulta sencillo atribuirlas funciones del alma a la corteza: ambos son misterios sin resolver. La posición de Watson era extremadamente radical: no sólo no existía el alma, sino que tampoco existía la corteza cerebral más que como centralita conectora de estímulos y respuestas. Tanto el almo como cerebro podían ser pasados por alto a la hora de describir, predecir y controlar la conducta.

- Las primeras respuestas, 1913-1918

Angell afirmó que “solidarizarse totalmente con el conductismo y lo reconoció como un desarrollo lógico de su propio énfasis en la conducta. Sin embargo, él no creía que la introspección se pudiera eliminar definitivamente de la psicología, aunque sólo fuera porque proporcionaba valiosa información sobre los procesos que conectan estímulos y respuestas.

M. E. Haggerty reconocia que las recientes leyes del aprendizaje o de la formación de hábitos reducían la conducta a términos físicos.

Robert Yerkes criticaba a Watson por arrojar por la borda el método de la auto-observación que había distinguido a la psicología de la biología.

Henry Marshall concluía que identificar el estudio de la conducta con la psicología suponía un asombroso error conceptual porque, fuesen cuales fuesen los logros del conductismo, siempre quedaría la conciencia por investigar.

Mary Calkins proponía ahora como una teoría mediadora entre el conductismo y el mentalismo. Consideraba que la introspección era el método indispensable de la psicología, aunque en determinadas ocasiones pudiese dar problemas. Los comentarios realizados los años anteriores a la Primera Guerra Mundial: se reconocían los defectos del estructuralismo, se admitían las virtudes del estudio de la conducta, pero se defendía la introspección como el “sine qua non” de la psicología.

Titchener también entendía el estudio de la conducta como biología más que como psicología. Afirmaba que, como los hechos de la conciencia existen, pueden ser estudiados, y ésa es la tarea de la psicología.

H. C. McComas vio con acierto que el conductismo watsiano era una prolongación natural de la teoría motora de la conciencia, y mostró que la identificación que hacia Watson del pensamiento con los movimientos de la laringe era falsa: algunas personas enferman y pierden la laringe y no pierden por ello su capacidad para pensar.

Las reacciones frente al conductismo en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial tendían a afirmar lo mismo: que aunque el estudio de la conducta era valioso, en realidad se trataba de una forma de biología más que psicología, ya que, por definición, la psicología era el estudio de la conciencia y por ello no tenía más remedio que emplear la introspección como método.

Watson presentó la investigación con reflejos condicionados como el núcleo del conductismo: el método de Pavlov aplicado a los humanos sería la herramienta de investigación del conductismo, y la teoría de los reflejos condicionados proporcionaría la base para la predicción y control de la conducta en humanos y animales.

- La definición del conductismo, 1919-1930

El valor de la psicología objetiva había quedado demostrado con los tets que los psicólogos habían diseñado para clasificar a los soldados. Tras la guerra la cuestión ya no era si el conductismo era legítimo, sino qué forma debía adoptar.

- Las variedades de conductismo

Walter Hunter defendía una concepción del conductismo exactamente como la que Watson predicaba: la definición de la psicología como el estudio de las relaciones estímulo-respuesta. La “antroponomía”: la ciencia de la conducta humana.

Kuo definió en conductismo como “una ciencia de la mecánica que estudia los movimientos mecánicos de los organismos”, y sostuvo que la obligación de todo conductista es describir la conducta igual que el físico describe los movimientos de una máquina.

Lashley escribió que el conductismo se había convertido en un acreditado sistema de psicología, pero que, con su énfasis en el método experimental, no había conseguido dar con una formulación sistemática satisfactoria de sus teorías.  Según Lashley se habían propuesto 3 formas de conductismo hasta el momento. Las dos primeras apenas podían distinguirse como formas de conductismo metodológico.

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