Ideas Irracionales Que Provocan Neurosis

DESAPRENDIENDO PARA VIVIR

NUESTRAS IDEAS IRRACIONALES

Es probable que no tengamos consciencia de que nosotros mismos creamos la mayor parte de nuestro mundo, de nuestra realidad, es decir que cada individuo tiene una percepción muy particular de las cosas que suceden a su alrededor, de manera que cada quien crea su experiencia interna y decide como manejarla. Es decir que por lo tanto si creamos nuestra propia percepción también tenemos la capacidad de reescribir el guión, de desaprender para dirigir la obra de nuestra existencia.

El maestro Horacio Jaramillo afirma: “Nuestra función en la vida no es cambiar la realidad, sino las ideas que tenemos de ella”.

Una visión clara de la vida ayuda a las personas a ser reales, objetivas y que tengan la capacidad de aceptación de todo lo que se les vaya presentando: el sufrimiento, el fracaso, la edad, la enfermedad y las tribulaciones que son parte esencial en el juego de la vida. El objetivo de esto no es sentirse bien, para eso existen los mariachis, los ponches, la granada, el objetivo es crecer y para crecer solo tenemos la aceptación de la realidad, su asimilación mas allá de subjetivismos.

La terapia racional emotiva nos dice que el hombre es el único animal que es a la vez racional e irracional, que sus perturbaciones emocionales o psicológicas en gran parte son el resultado de su pensamiento ilógico e irracional y que puede liberarse de la mayor parte de su infelicidad emocional y mental y de su perturbación si aprende a maximizar su pensamiento racional y a minimizar el irracional. En otras palabras el individuo se introduce a volver a pensar y percibir los sucesos y las filosofías de sus vidas para así cambiar sus pensamientos, emociones y conductas ilógicas e irreales.

Miramos la realidad con los ojos de nuestra mente, es por esto que cada uno tiene diferentes percepciones de ella. Creemos que la percepción que tenemos de la realidad es la única que vale y vamos por la vida llenos de ideas erróneas que nos enferman y nos conducen a la neurosis.

Pero que es la NEUROSIS

El término clásico hace referencia a un trastorno mental sin evidencia de lesión orgánica que se caracteriza por la presencia de un nivel elevado de angustia . El sujeto mantiene un adecuado nivel de introspección y conexión con la realidad, pero presenta la necesidad de desarrollar conductas repetitivas y en muchos casos inadaptativas con objeto de disminuir el nivel de estrés. Se trata, en realidad, de un rasgo caracterial que acompaña al sujeto durante toda su vida, de gravedad muy variable, desde grados leves y controlables hasta situaciones gravemente incapacitantes que pueden llegar a precisar hospitalización.

Es por eso que la persona que desea su desarrollo tiene que poner atención y trabajo en el cambio de sus ideas muy personales por otras más objetivas, que lo conducirán a la tranquilidad y salud mental.

Estas ideas están enquistadas en nuestra cabeza desde que somos niños, cuando nos educan nuestros padres y maestros nos enseñan a no cuestionar y obedecer una serie de conceptos. Aceptamos de forma irracional estos criterios y los damos por buenos sin revisarlos durante nuestra vida. Una y otra vez como niños llegamos a ser pensadores correctos antes de aprender a pensar y nadie nos explica que un día cuando crezcamos podremos revalorar todos estos aprendizajes y reescribir una nueva historia desechando los conceptos que no nos sirvan y aprender otros de forma diferente.

En todos los problemas emocionales existen en el fondo ideas erróneas.

A continuación estudiaremos varias ideas irracionales que cita Albert Ellis en su libro “Razón y emoción en Psicoterapia”, las cuales son las más enquistadas en nuestra cultura occidental.

1.- TENGO QUE SER AMADO Y APROBADO POR TODOS LOS QUE FORMAN MI COMUNIDAD, ESPECIALMENTE POR AQUELLOS QUE SON IMPORTANTES PARA MI

Argumentos: el objetivo de la persona con esta idea es el perfeccionismo. Por lo tanto con una sola crítica que reciba, las aprobaciones que ha obtenido pierden sentido, clavará en su cabeza una sola cosa, a la persona y lo que dijo. Ese dolor vendrá una y otra vez en forma de ira y rechazo.

Aunque la persona consiga aprobación total su preocupación por ser aprobada por completo le traerá un alto grado de ansiedad sin darse cuenta que no importan sus esfuerzos por ser agradable, es inevitable ser antipático para alguien. Cada ser humano tiene sus prejuicios por lo tanto es imposible encajar en todas las cabezas para lograr ser simpático, inteligente, bondadoso, etc.

La persona que vive en esta idea abandona las necesidades y preferencias personales en la actividad de ser servil y zalamero, su conducta con los que le rodean es insegura y molesta, por esta razón pierde la aprobación y el respeto, que va precisamente contra sus objetivos.

PISTAS para cambiar la idea irracional:

Es necesario que la persona intente luchar por una vida creativa, productiva de amor y no intentar de forma irracional resolver todos sus problemas por medio de la aprobación de los demás.

Aceptar que la no aceptación de las personas que son importantes para el individuo es frustrante y dolorosa, pero de ninguna manera es un hecho catastrófico y aniquilador.

Es necesario que la persona no se conforme ni muestre rebeldía viendo solo a las personas más que a sí mismo. Debe de partir de la pregunta: ¿Que quiero yo en realidad hacer en mi vida? En lugar de: ¿que creo que les gustaría a los demás que yo hiciera de mi vida?

2.- TENGO QUE SER PERFECTAMENTE COMPETENTE Y CAPAZ DE CULMINAR CON ÉXITO TODOS MIS QUEHACERES ANTES DE PODER CONSIDERARME UNA PERSONA VALIOSA

Esta es una idea muy extendida sobretodo en nuestra sociedad. Se cree que cuando una persona no es altamente competente y capaz al menos en un aspecto es un inútil y debe avergonzarse.

Argumentos: Ningún ser humano puede ser totalmente competente y destacar en todos o la mayoría de los aspectos. La gran mayoría de las personas no destacan ni en uno solo. Intentar tener éxito en algún trabajo o área de la vida está bien, pero exigir que se debe tener éxito en todo solo provoca ansiedad y sentimientos de inutilidad.

Aunque tener éxito razonable tiene ventajas sobre todo en nuestra sociedad competitiva, la energía que se necesita genera tensión excesiva y provoca distintas variedades de enfermedades psicosomáticas.

La persona que se obliga a tener un éxito destacado invariablemente se está comparando con los demás y luchando por ser

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