Investigación en Desarrollo Humano y su vinculación con el ámbito educativo

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FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

Materia: Investigación en Desarrollo Humano

y su vinculación con el ámbito educativo

Nombres: Alarcón Cruz Úrsula Rebeca

    Cruz Ibarra Brenda

        Pelcastre Celis Asher

Tema: Contexto de la adultez emergente

Fecha: 03 de noviembre del 2017

Esquema.

1. Justificación
2. Propósito
3. Definición de adultez temprana
4. Ámbitos

1. Físicos
2. Cognitivos
3. Psicosociales

1. Definición
2. Relaciones amorosas
3. Matrimonio
4. Cohabitación
5. Sexualidad
6. Paternidad
7. Familias sin hijos
8. Amistad
9. Identidad y rol del adulto joven
10. Relaciones sociales e identidad
11. Complicaciones al entrar en la adultez temprana

1. Posturas

1. Erickson
2. Piaget
3. Jung
4. Maslow

1. Conclusiones
2. Evaluación
3. Intervención

1. Cognitivo-Social
2. Sistémico

JUSTIFICACIÓN

Dentro de la Psicología resulta de vital importancia conocer el ámbito de estudio del Desarrollo Humano ya que los hallazgos que proporciona su estudio permiten comprender cómo es que las personas llegan a ser tal y como lo son.

El desarrollo humano se entiende que incluye múltiples dimensiones ya que integra factores tanto sociales como culturales, económicos, demográficos, políticos, ambientales y en ellos influyen directamente actores sociales como lo son los padres de familia, los amigos, los profesores y demás.

Pero la forma en que vivencian su evolución y crecimiento los niños, adolescentes y adultos llamado ciclo vital es diferenciado; esto provocado por tendencias derivadas de la globalización económica, la mundialización de la cultura y el rápido crecimiento de la tecnología que define constantemente los escenarios donde evolucionan que caracterizan al ser social, familiar e individual.

El estudio del desarrollo ha arrojado teorías y métodos que exigen al psicólogo un alto nivel de análisis, de integración, pero a la vez de contraste; ya que se trata de las manifestaciones generales del desarrollo, necesidades como capacidades diferentes y esto a su vez exige tener habilidades teórico metodológicas para que el psicólogo pueda crear formas creativas de evaluación y de intervención tratando siempre las problemáticas más actuales que atañen a su sociedad y cultura en general abarcando las fases comprendidas entre la vida prenatal hasta la vejez.

PROPÓSITO

 Esta investigación tiene como propósito conocer y describir la fase de adultez emergente abarcando tres ámbitos como son el físico, cognitivo y el psicosocial; ya que como futuros psicólogos resulta de suma importancia conocer primeramente el desarrollo humano a profundidad y posteriormente, identificar en qué etapa nos encontramos para así saber si se cuenta con lo esperado para esta etapa.

DEFINICIÓN DE ADULTEZ TEMPRANA

El periodo conocido como adultez temprana abarca entre los 20 y 40 años, donde suele ser un periodo de posibilidades: puede surgir la autosuficiencia, toma de decisiones que determinan el rumbo de su salud, su profesión y el estilo de vida, sin embargo, debido a cambios contextuales cada vez son más los jóvenes que no sientan cabeza prontamente por esa razón una etapa relativamente nueva es la llamada adultez emergente y abarca de los 20 a 25 o un poco más. No obstante, la adultez es definida por tres criterios (Papalia,2010).

1. Aceptar responsabilidades propias
2. Tomar decisiones independientes
3. Independencia financiera

Abarca desde los 20 – 30 años de edad, para la cual se carece de una denominación evolutiva específica: adolescencia prolongada, preadultez, adultez emergente, adultez temprana y juventud, dependiendo de hasta donde se extiende la adolescencia.  Es sobre todo una década de transición desde una etapa del desarrollo psicológico bastante conocida como es la adolescencia a otra, la edad adulta, cuyos perfiles están en continuo cambio. Un período caracterizado principalmente por la progresiva autonomía, la madurez psicológica, la productividad y la capacidad de ocuparse de personas dependientes. Una década de trayectorias personales diferentes, pues mientras unos prolongan el estado de dependencia familiar, continúan formándose y disfrutan de las relaciones y el ocio, otros en cambio asumen con normalidad las tareas del desarrollo para las cuales han estado formándose: independencia personal, de residencia, incorporación al trabajo, constitución de nueva familia, en definitiva tareas y retos sociales propios de los adultos (Fierro en Uriarte, 2008)

Esta etapa de vida universitaria es un periodo de interés por sí misma, pues comprende un periodo de cinco o seis años en los cuales ocurren cambios tanto a nivel del desarrollo académico de los jóvenes como a nivel de desarrollo personal. Desde el punto de vista de la Psicología del Desarrollo, la fase universitaria coincide con el periodo de vida llamado Adultez Emergente, etapa situada entre los 18 y los 29 años donde lo más característico es que los jóvenes que transitan por ella no se ven como adolescentes, y la mayoría de ellos tampoco siente que ha alcanzado la adultez.

La Adultez Emergente (AE) se manifiesta como un fenómeno cultural en sociedades industrializadas a partir de los cambios sociodemográficos de las últimas décadas, tales como el aumento del acceso a la educación universitaria, el aumento de la fuerza laboral, y la postergación de hitos como el matrimonio y tener hijos.(Arnett en Barrera, 2000).

Desde el punto de vista de la Psicología del Desarrollo, la fase universitaria coincide con el periodo de vida llamado Adultez Emergente, etapa situada entre los 18 y los 29 años donde lo más característico es que los jóvenes que transitan por ella no se ven como adolescentes, y la mayoría de ellos tampoco siente que ha alcanzado la adultez..

La Adultez Emergente (AE) se manifiesta como un fenómeno cultural en sociedades industrializadas a partir de los cambios sociodemográficos de las últimas décadas, tales como el aumento del acceso a la educación universitaria, el aumento de la fuerza laboral, y la postergación de hitos como el matrimonio y tener hijos. (Arnett en Barrera, 2016).

Es sobre todo una década de transición cuyos partícipes están en continuo cambio. Un período caracterizado principalmente por la progresiva autonomía, la madurez psicológica, la productividad y la capacidad de ocuparse de personas dependientes. Por ello, la década de los 20 años los jóvenes no dependen sólo del pasado sino de cómo se proyectan hacia el futuro, de las expectativas y las propias creencias sobre el desarrollo adulto (Dávila en Uriarte, 2007).

Los adultos jóvenes y la adultez emergente se han convertido, en las últimas décadas, en un asunto de debate e investigación evolutiva y social, tanto en psicología, como en otras disciplinas relacionadas (Arnett, 2000; Scabini, Marta y Lanz, 2006). Este reciente interés se justifica en la tendencia contemporánea de las sociedades occidentales industrializadas a la prolongación de la adolescencia y la postergación del comienzo de roles adultos comunes (Arnett, 2000; Fierro Arias y Moreno Hernández, 2007).

Si bien puede definirse de forma general este período de reciente interés como la “transición de la adolescencia a la adultez” (Arnett, 1997; Scabini, Marta y Lanz, 2006; Harwood, 2008), no es lo mismo hablar de “joven adulto” que de “adulto emergente”. Estos dos conceptos se pueden confundir fácilmente, pues tienen una intersección en su definición: mientras que “adulto emergente” corresponde al período de 18 a 25 años (Arnett, 2000, 2004; Fierro Arias y Moreno Hernández, 2007), “adulto joven” suele definirse para el período de los 20 a los 29 años (Scabini, Marta y Lanz, 2006; Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2008).

En la actualidad, debido a cambios en la sociedad industrializada occidental se han provocado cambios en el momento que los jóvenes terminan de estudiar, se independizan económicamente y buscan formar una familia; esto a su vez genera la definición de un nuevo periodo evolutivo comprendido entre los 18 a 25 años que se le conoce adultez emergente. Durante este periodo los jóvenes exploran las posibilidades que sus vidas les proporcionan y se hace necesario lograr desarrollar habilidades y competencias que este periodo exige (Cruz).

Sin embargo, la definición de estos conceptos va más allá de una delimitación de edad. En las teorías clásicas del desarrollo humano emergió, primero, el concepto de adulto joven, para definir la etapa posterior a la muy estudiada y teorizada adolescencia.

Arnett define la adultez emergente como un período del desarrollo humano entre los 18 y los 29 años, claramente diferenciado de la adolescencia y de la adultez joven. Los adultos emergentes exploran una variedad de posibles direcciones de vida en el amor, el trabajo y las visiones del mundo. Sin embargo, esto no supone, necesariamente, una actitud de tensión o rebeldía. Arnett plantea que el concepto de “adultez” emergente se sustenta tanto teórica, como empíricamente, y se constituye así en un aporte novedoso a las teorías del desarrollo humano. (Arnett en Hernández, 2007)

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