LA INADECUADA ADAPTACIÓN SOCIAL ¿PREDISPOSICIÓN BIOLOGÍA O APRENDIZAJE?

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LA INADECUADA ADAPTACIÓN SOCIAL

¿PREDISPOSICIÓN BIOLOGÍA O APRENDIZAJE?

Durante muchos años el ser humano ha encaminado sus esfuerzos hacia entender la conducta humana, sin embargo, hoy después de más de 300 años de considerarnos como científicos modernos, aún no podemos llegar a comprender en su totalidad muchas de las cosas que acontecen en nuestra vida cotidiana.

Mucho se ha dicho de la conducta agresiva, por ejemplo. Existen teorías que intentan explicar este fenómeno desde la genética y hay otros tantos que lo fundamentan desde el aprendizaje. Incluso habrá quienes también consideren que es una convergencia entre ambo. Sin importar cuál sea la teoría hacia la cual seamos más adeptos, las tres tienen algo en común: Hasta el momento ninguna ha podido ser comprobada o desechada.

En el presente trabajo se abordan dos líneas de investigación sobre este fenómeno: las teorías instintivas-de impulso, y las teorías reactivas-ambientales. El objetivo principal de exponerlas aquí es el poder sobreponerlas y compararlas. De esta manera, será tarea de cada quien el razonar su objetividad en cada uno de los casos.

Primeramente, cabe enfatizar la siguiente pregunta ¿La agresividad es innata, es aprendida o es ambos casos?

Para dar respuesta a lo anterior, es importante tener en cuenta que la psicología por sí sola no ha podido dar un origen único y certero a la agresividad, por lo cual se apoya en otras disciplinas para intentar descifrarla.

Los autores Cerezo (1999), Ramos (2008) y Abaladejo (2011), como se menciona en Penalva (2018), nos proponen que las teorías instintivas-de impulso son las más conservadoras, pues tienen sus fundamentos en una estricta biología. Sin embargo, las teorías reactivas-ambientales apuestan más a que la agresividad es consecuencia de las circunstancias ambientales en las cuales se desenvuelve el sujeto.

Las teorías instintivas-de impulso hacen referencia a una base genética, lo cual podemos interpretar desde el campo de la neuropsicología. Penalva (2018) propone que “la conducta agresiva no es planeada por la persona, más bien es la consecuencia de diferentes procesos bioquímicos y hormonales que se producen en el ser humano”. Podemos entender entonces que la noradrenalina, es el principal agente estimulador de conductas agresivas, y los esteroides de la corteza suprarrenal son los responsables de incitar al sujeto a manifestar dicha conducta.

En la película, por ejemplo, se observa cómo desde muy pequeño el niño pareciera manifestar una tendencia hacia lo anormal, al no responder de la forma deseada por sus padres y al parecer no tener ningún vínculo afectivo hacia ellos. Lo esperado hubiera sido que hablara a corta edad, respondiera de forma alegre a los estímulos afectivos de sus padres y que hiciera un buen uso del control de sus esfínteres. Esto da pie a inferir una tendencia hacia lo patológico desde muy pequeño, casi recién nacido.

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