LAS TÉCNICAS DE OBSERVACIÓN

LAS TÉCNICAS DE OBSERVACIÓN

1. EL INTERACCIONISMO SIMBÓLICO DE G. H. MEAD

Mead buscó una visión intermedia entre el sociologismo y el reduccionismo.

Mead le da importancia al hecho de:

• Intentar explicar “la conducta del individuo en términos de la conducta organizada del grupo social”

• “El grupo social es anterior al individuo y es este grupo precisamente el que da lugar al desarrollo de estados mentales autoconscientes”

Además, habla del Acto, es decir, todos los procesos de la actividad humana que no aparecen a la observación externa (atención, percepción, razonamiento, emoción, etc.), definiéndolo como la etapa primera de todo su análisis. A partir de esto, señala las cuatro etapas del acto (haciendo la salvedad de cómo se desenvolverían los seres humanos y los animales en cada una de estas etapas, teniendo en cuenta tanto diferencias como semejanzas):

1. Primera etapa: Impulso (en el impulso, se ven implicados tanto el actor como el entorno de éste) y la reacción del actor al impulso.

2. Segunda etapa: Percepción, que “implica tanto los estímulos entrantes como las imágenes mentales que crean”, por lo tanto, percepción y objeto son inseparables.

3. Tercera etapa: Manipulación, es la acción que el actor emprende con respecto a un objeto determinado.

4. Cuarta etapa: Consumación del acto, se refiere a “emprender la acción que satisface el estímulo original”

Posteriormente, habla de los Gestos, que son “movimientos del primer organismo que actúan como estímulos específicos de respuestas apropiadas del segundo organismo”

Dentro de los gestos, podemos encontrar:

• Gestos significantes: son aquellos que necesitan de la reflexión por parte del actor antes de que se produzca una reacción. De aquí se desprenden también los gestos vocales y los gestos físicos.

• Gestos “no significantes”: son aquellas respuestas “instintivas” a las acciones de otro. (por ejemplo: boxeo: movimientos instintivos)

Luego, se hace referencia a los “procesos mentales y la mente”. Mead define la inteligencia como “la adaptación mutua de los actos de los organismos”. Los humanos tienen inteligencia racional porque tienen capacidad de conversar consigo mismo, es decir, pensar. Se platea también, que lo más importante de la inteligencia reflexiva humana es la capacidad de inhibir temporalmente la acción: los humanos tienen capacidad de elegir entre un conjunto de estímulos. Una capacidad netamente humana.

Analiza también:

• la conciencia: debe explicarse como un proceso social y no se encuentra ubicada en el cerebro, sino más bien en el mundo objetivo.

• el significado (de un gesto): el significado reside dentro del acto social.

Mead también realiza un análisis de la mente: es una conversación interna con nosotros mismos. La mente es un fenómeno social (no se encuentra dentro del individuo). Es la capacidad de poner en marcha una respuesta organizada.

Finalmente, Mead nos habla del Self. Lo define como “la capacidad de considerarse a uno mismo como objeto: el self tiene la peculiar capacidad de ser tanto sujeto como objeto”. Presupone la comunicación entre los humanos. Su base es la reflexión. El self implica controlar acciones: lo que estamos diciendo, lo que vamos a decir.

Mead sitúa la génesis del self en dos etapas del desarrollo infantil:

1. Etapa del juego: “el niño aprende a adoptar la actitud de otros niños determinados”

2. Etapa del deporte: el niño adopta el papel de todos los que están involucrados en la interacción”

Se manifiesta el “otro generalizado”, que es “la actitud del conjunto de la comunidad”. Es la capacidad de adoptar el papel de “otro generalizado”, es decir, adoptar las actitudes del grupo al que pertenece para así desarrollar el self completo. El self requiere ser miembro de una comunidad. El otro generalizado da al individuo su unidad como persona.

Finalmente, Mead desarrolla la idea de dos fases del Self:

• El “yo”: hace posible el cambio de la sociedad. El “yo” permite desarrollar una personalidad definida.

• El “mi”: permite al individuo vivir cómodamente en el mundo social (conformismo).

1. EL ENFOQUE DRAMATÚRGICO DE GOFFMAN

El self es el producto de la interacción dramática entre el actor y la audiencia, que surge difusamente en la escena representada.

Goffman menciona el “arte de manejar las impresiones”, arte que implica las técnicas que utilizan los actores para mantener ciertas impresiones ante los probables problemas que surjan durante su representación y los métodos que usan para solventar estos problemas.

Cuando los individuos actúan desean presentar una determinada concepción del self que sea aceptada por los demás, y para lograrlo es necesario tener en cuenta que los actores:

• Son conscientes de que los miembros de la audiencia pueden perturbar su presentación,

• Son conscientes de que necesitan controlar la audiencia para evitar efectos destructores (de su representación),

• Desean que la audiencia defina a los actores tal y como ellos desean, con una reacción voluntaria.

Siguiendo con la analogía teatral, Goffman también habla de:

Fachada: parte del escenario donde se realiza la representación.

Goffman afirmaba que las fachadas tendían a institucionalizarse dando lugar a “representaciones colectivas” sobre lo que sucede en una fachada determinada, ubicándose así desde un punto de vista estructural.

En general, los actores suelen tener interés en ocultar algunos hechos a su audiencia para presentar una imagen idealizada de sí mismo en sus representaciones.

Los actores pueden estar interesados en ocultar algunos de los siguientes

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