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LIDERAZGO Y MISIÓN DE SERVICIO. MAESTRÍA EN BIOTECNOLOGÍA


Enviado por   •  13 de Abril de 2016  •  Apuntes  •  6.054 Palabras (25 Páginas)  •  211 Visitas

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UNIVERSIDAD POPULAR AUTONOMA DEL ESTADO DE PUEBLA

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LIDERAZGO Y MISIÓN DE SERVICIO

Alumno: Peláez Castañeda Noé Carlo

ID: 3379680

MAESTRÍA EN BIOTECNOLOGÍA

Entregable 4. HUM 540 1

Periodo: Primavera 2016

Docente: Dr. Héctor Meneses Galván

Puebla, Puebla a 25 de Febrero de 2016

Índice

                                                                                                            Página

Introducción ………………………………………………………………………………………..….  3

Objetivo ……………………………………………………………………………………………..…  3

Desarrollo ………………………………………………………………………………………..……  4

        

Conclusiones  …………………………………………………………………………………….….  25

Referencias  ………………………………………………………………………………………….  25

Introducción

Este libro quiere ser realista. Por eso mas que erradicar las malas inclinaciones, sugiere como aprovecharlas. El crecimiento interior se basa en el arte de aprovechar las malas inclinaciones, faltas y caidas para forjar virtudes. Dicho de otro modo, tener que luchar no es tan malo; es el precio de la madurez espiritual y el fruto de esta madurez es un tipo de paz compatible con la lucha entre vicios y virtudes.

Conocerse es una arte. Implica altas dosis de introspección, objetividad y valentía. Si para conocerse hace falta mucha introspección, para aceptarse hace falta mucha humildad. Mejorar o ser más, no significa parecer más. Sería un ser inautentico.

Objetivo:

Reflexionar y responder a las preguntas de carácter humano que plantea la lectura con el fin de encontrarme conmigo mismo. Llegar a una fase muy personal donde sea capaz de detectar mis vicios y, con ayuda de mis virtudes previamente identificadas, generar un plan estratégico de vida que favorezca mi proyección ante la sociedad.

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Desarrollo:

Con el fin de mayor asimilación de la lectura, me tomé la libertad de realizar un resumen a modo de outline. Para mi, este método me ayuda a digerir mejor la información que estoy manejando y a extraer el principal contexto de lo que se aborda. A continuación se presentan las ideas más ilustrativas (a modo personal) del libro analizado: “Vicios y Virtudes”.

CONÓCETE

1.- Diseñado para amar. La paradoja de la felicidad.

  • La voluntad del hombre, tiende como por instinto, hacia el bien y la felicidad.
  • Este instinto de felicidad es el trasfondo de todos sus actos.
  • La felicidad no esta en la fama ni las posesiones, ni en el desenfreno, ni siquiera en determinados logros personales.
  • La felicidad no está lejos.
  • Sería un error buscar a la felicidad por si misma.
  • No se atrapa así porque más que causa, es un efecto; más que un objetivo, es un resultado.

2.- Egoísmo. Viviendo con el enemigo.

  • La vida nunca ha sido fácil. Hay días en que todo sale mal.
  • Nuestro ego magnifica todos los pesares.
  • La palabra “ego” viene del latín y significa simplemente “yo”.
  • La traducción literal de egoísmo sería “yoismo”: un afán desmedido por defender, proteger, magnificar, complacer, mimar el propio yo, normalmente a costa de los demás.
  • Dicho de otro modo, es el amor desordenado por uno mismo.
  • El egoísmo es el tronco común de todos los vicios.
  • Un vicio es un hábito malo.
  • Los vicios, como las ramas parásitas de un árbol, sustraen la sabia del alma, secan el corazón y plagan los mejores frutos así como las aspiraciones mas nobles.

3.- Sensualidad y soberbia. El desequilibrio original.

  • La fractura interior del hombre hizo que se perdiera la armonía entre si alma y su cuerpo, que siguen sin reconciliarse.
  • La palabra pasión procede del verbo latino patior, que significa padecer o sufrir.
  • Las pasiones son inclinaciones o tendencias espontaneas, a veces muy intensas.
  • Casi siempre, las pasiones se despiertan respondiendo a un estímulo que impacta la sensibilidad, la emotividad o, incluso, las facultades superiores de la persona.
  • Con toda razón, recibió el premio nobel de la paz en 1993, Nelson Mandela. Cuenta su historia de 27 años en la cárcel y sale como un líder social a volver a defender sus ideas.
  • Cuando hablamos de sensualidad y de soberbia, no estamos refiriendo a pasiones de riesgo negativo. Son pasiones, en sí, desordenadas.
  • Por la misma naturaleza, las pasiones son siempre pasajeras.
  • Lo que nos toca hacer es descubrir qué pasiones predominan en nuestra personalidad y, en particular, cual es nuestra pasión o defecto dominante, para combatirlo con inteligencia y decisión.

4.- Pereza. Una vida a medias.

  • La pereza es un gusano que horada la vida. Es el primer vástago de sensualidad.
  • El diccionario lo define como desidia, tedio o negligencia en las cosas que uno esta obligado a hacer.
  • La pereza es una opción de vida.
  • El perezoso minimalista es el que se rige por la ley del mínimo esfuerzo.
  • Tristemente la pereza llega a ser colectiva y hasta cultural, marcando con su sello el modo de ser y de actuar de poblaciones enteras que es el sello de la vulgaridad y del descuido.
  • Un segundo tipo es el perezoso desordenado. Lo suyo es el desbarajuste.
  • Un chiquero. (pocilga, corral de cerdos).
  • El desorden puede ser adictivo, como cualquier vicio.
  • Otro tipo, es el perezoso selectivo, que es un tipo curioso.
  • Quizá el caso mas triste lo ofrece el perezoso inactivo., en su insaciable afán de descansar, pierde la noción del tiempo.
  • Su vida discurre monótona y aburrida.
  • La inactividad carcome como un cáncer sus mejores capacidades.
  • Para servir, hay que arrancarse la pereza.

5.- Intemperancia. Todo sin medida.

  • Aristóteles dijo que el ser humano es un animal racional.
  • Tenemos, sin duda, muchos vínculos de consanguinidad con el universo material y, en particular, con el reino animal. Somos del genero.
  • Mas que poseer un cuerpo, somos corpóreos; mas que instintos, tenemos tendencias; y mas que física, nuestra sensibilidad es espiritual.
  • El hecho de ser corpóreos nos impone necesidad y tendencias que se expresan en forma de apetitos sensitivos.
  • En el mundo clásico, los griegos distinguían entre Apolo, era el dios del orden, de la moderación, del equilibrio y Dionisio; dios del desenfreno.
  • Cuando se trata de nuestros sentidos, no hay opción. Hay que ponerse a luchar.
  • Cuando falta control sobre los apetitos sensitivos, hablamos de intemperancia.
  • El intemperante termina siendo victima y esclavo de sus sentidos.
  • Una de las manifestaciones mas comunes de la intemperancia, es la gula o apetito desordenado en el comer.
  • La gula es un desorden moral.
  • Otra manifestación frecuente de la intemperancia es el abuso del alcohol.
  • Cuanto mas se deja arrastrar el hombre por sus apetitos sensitivos, mas se ofusca su inteligencia y se debilita su voluntad.
  • Algunos estudiosos avalan la tesis de una predisposición hereditaria. Habría que añadir el factor educativo y la presión social, sobre todo en jóvenes y adolescentes.

6.- Lujuria. Esclavo del eros.

  • El bombardeo sexual no tendría blanco si no hubiera en nosotros una inclinación egoísta al placer sexual: la lujuria.
  • Todo contacto visual o físico que conlleve la búsqueda consciente y deliberada de la excitación sexual y de su satisfacción, fuera del matrimonio, es un acto lujurioso.
  • ¿No son apetitos naturales? ¿Qué habría de malo en satisfacerlos?
  • ¿No es la sexualidad una capacidad diseñada para la donación?
  • Ejercerla en solitario resulta un acto contradictorio.
  • Es tan valioso y bello el don de la propia intimidad, que requiere un contexto de donación a su nivel. Este contexto lo aporta el matrimonio, en que el compromiso total y perpetuo de las personas frece el grado de entrega requerido por un acto de tanto valor.
  • La pornografía es una industria que crece exponencialmente y se filtra como la humedad en nuestras casas.
  • Estudios recientes han confirmado que la pornografía puede tener efectos psicológicos y emocionales adictivos.
  • Una característica típica del lujurioso es que percibe cada nueva tentación como una oportunidad única que no puede dejar pasar.
  • Mientras el mundo siga erotizado, seguirá habiendo abusos, violaciones, infidelidades y muchas lagrimas.

7.- Comodidad. La atadura del confort.

  • La búsqueda de una cierta comodidad no es ningún vicio; el afán excesivo de comodidad, sí. Es una tendencia desordenada y egoísta; un brote de l tronco de nuestra sensualidad.
  • El comodón suele ser trabajador, con tal de poder darse gustos.
  • Es un tiquismiquis (persona excesivamente quisquillosa ante cualquier molestia), huye de toda aspereza o incomodidad.
  • El comodón sufre para adaptarse a cualquier circunstancia.
  • La vida esta tejida de situaciones imprevistas, muchas veces inclementes y molestas.
  • El precio de la solidaridad es olvidarse de uno mismo y el comodón no esta dispuesto a pagarlo.

8.- Avaricia. La riqueza que empobrece.

  • La avaricia es el afán desordenado de poseer riquezas materiales. Es una delectación enfermiza en la tenencia de bienes de todo tipo.
  • La avaricia, como los demás vicios, es una forma de egoísmo. El avaro piensa solo en sí mismo.
  • La avaricia entra por los ojos.
  • El avaro esta dispuesto a pagar lo que sea por convertirse en el único poseedor de algún articulo.
  • Con todo, la avaricia en realidad de instala en el corazón. Es este el que se apega.
  • La avaricia, como cualquier vicio, también daña.
  • Al avaro le ocurre lo que al hidrópico: su sed es insaciable y en cuanto mas bebe, mas sed le da.
  • El avaro también es presumido. En este sentido se acerca a la vanidad bajo la forma de ostentación.
  • La avaricia no lleva a ninguna parte. Al polarizar su impulso vital hacia la posesión de más y mas cosas, el avaro descuida otros aspectos primordiales en su vida.
  • Todos hemos escuchado alguna vez la fabula del rey midas y todo iba bien hasta quiso beber, comer, dormir, y todo se convertía en oro.
  • La avaricia tiene un efecto paradójico: el avaro poseyéndolo todo, se siente vacío.
  • El corazón del hombre tiene aspiraciones trascendentes que ningún bien material puede saciar.

9.- Orgullo. Cómo ganarse el desprecio de los demás.

  • De la soberbia, brotan 5 ramificaciones: el orgullo, vanidad, autosuficiencia, susceptibilidad y rebeldía.
  • El orgullo es un exceso de estimación propia.
  • Es creerse, sentirse o actuar como superior a los demás.
  • El filósofo B. Spinoza definió el orgullo como placer del hombre que piensa demasiado bien acerca de si mismo.
  • No es orgullo reconocer con objetividad y sencillez los propios talentos. Tampoco es orgullo el liderazgo, si es genuino.
  • El orgulloso esclaviza, tiraniza y atropella cuando ejerce su autoridad.
  • Exige y manda sin titubear.
  • Fija caprichosamente fechas y hora de entrega. Es impaciente, intolerante e incomprensivo.
  • Como suele ser inteligente, observa y capta con rapidez el punto flaco del prójimo.
  • El orgulloso es poco empático; da por sentado que todo tendría que hacerse a su manera.
  • El orgulloso solo ve sus propias metas. Es una aplanadora que va a lo suyo, dejando al paso de su pesado ego personas maltratadas, heridas, desalentadas.
  • B. Franklin: “El que come orgullo, cena desprecio”.

10.- Vanidad. Barnizando tu imagen.

  • La vanidad es una ilusión. Nace del deseo excesivo de ser alabado y ensalzado por los demás.
  • El rasgo esencial de la vanidad consiste en cuidar en demasía y barnizar la propia imagen ante los demás.
  • La vanidad física, el vanidoso cuida escrupulosamente su arreglo personal, se mira en cada espejo, luce su rostro y su figura, muestra sus mejores atributos.
  • Vanidad intelectual, en este caso no se pierde ocasión para deslumbrar a los demás haciendo alarde de la propia inteligencia y sabiduría.
  • La vanidad material consiste en hacer gala de la mejor ropa, joyas, coches, viajes, casa, etc. Sufre, entonces, de un complejo salomónico: no tolera que nadie compita con el en la magnificencia de sus vestidos, pertenencias, etc.
  • Al vanidoso, sus palabras, comportamientos y actitudes terminan por delatarlo.
  • La segunda forma de vanidad se da cuando el vanidoso no tiene de que presumir. Su vanidad lo vuelve inseguro, acartonado y tímido.
  • Como lo peor para el es quedar mal, prefiere no arriesgar.
  • Otro síntoma de la vanidad es la adicción al aplauso, al reconocimiento; sobre todo en personas inseguras.
  • El vanidoso suele ser obsequioso en extremo. Hace lo que sea por quedar bien y recibir un reconocimiento.
  • Un elemento mas de la vanidad, es la tendencia al perfeccionismo.
  • El perfeccionismo se distingue del esmero en que es obsesivo.
  • Por desgracia, no es posible esconder la vanidad por mucho tiempo. Tarde o temprano se evidencia por su vaciedad, ilusión y ficción.
  • Bien lo decía Alfonso X, El Sabio: “Los cántaros, cuanto más vacíos, mas ruido hacen”.

11.- Autosuficiencia. Hágalo usted mismo.

  • La confianza en uno mismo, cuando rebasa ciertos limites, se desvirtúa: se devuelve autosuficiencia. Esto ocurre cuando se diluyen las nociones de dependencia y necesidad de los demás.
  • La autosuficiencia es una forma de soberbia.
  • Por eso, el autosuficiente desconoce sus fronteras, indigencias y necesidades.
  • El autosuficiente esta blindado a la crítica de los demás.
  • Es resolutivo, la autogestión es lo suyo.
  • Si tiene u problema, prefiere resolverlo solo. No pide consejos.
  • La ayuda que pudiera recibir, viene etiquetada en su mente como lástima, y aceptarla como una humillación tremenda.
  • Otro síntoma de la autosuficiencia es la temeridad. No mide riesgos. Sobreestima su capacidad y asume peligros, retos y tareas que lo exceden.
  • Es individualista. Prefiere trabajar solo que en equipo porque los demás no solo no ayudan, sino que estorban.
  • Le cuesta el abandono en Dios.
  • Olvida que la esencia de la religión es reconocer, aceptar y acrecentar la propia dependencia de Dios.

12.- Susceptibilidad. El ego inflamado.

  • La susceptibilidad es tener el ego inflamado. Cuando se inflama, todo se lastima.
  • Es una visión y una actitud ante la vida.
  • El susceptible se siente en boca de todos, cree que es el centro de todas las conversaciones.
  • Otra manifestación es el berrinche: una rabieta explosiva, pasajera, con altos decibeles y desparpajo corporal.
  • Tiende a agrandar los problemas.
  • Le reprocha a la vida, a los demás y a sí mismo.
  • La susceptibilidad consumo el corazón. Difícilmente se explica de otro modo tanto desgaste en algunas parejas.
  • Cuando la susceptibilidad da paso a la sospecha, la sospecha al reclamo, el reclamo a la contienda, la contienda al odio y el corazón se agota, se vacía; porque odiar es un despilfarro del corazón.

13.- Rebeldía. La ilusión de ser diferente.

  • El rebelde es un orgullo frustrado. Como no puede de otra forma, intenta destacar de todos modos y lo hace lateralmente.
  • El recurso mas barato es ponerse una mascara de excentricidad.
  • El rebelde se opone por sistema, a lo común. A ser como los demás.
  • Se mira en el salón de la fama cada vez que alguien lo llama original.
  • Hay rebeldías, sin duda, muy nobles y justificadas. Cuando la tónica general es el gregarismo acrítico y la sujeción servil a la manipulación social, la rebeldía puede ser un imperativo ético.
  • Algunos lideres buenos, fueron grandes rebeldes en su tiempo. Pero la suya fue una rebeldía madura y bien justificada, que nada tenia que ver con aspiraciones egoístas.
  • Existe el rebelde exótico que sale a la calle con vestimenta estrafalaria (hippies, punk, cholos, dark, emos, etc.) que buscan la originalidad y una identidad propia. Quieren ser algo así como el estampado estridente del tejido social.
  • Mas frecuente es el rebelde casero, no tan extravagante pero muy hábil en el uso de sutiles artificios para distinguirse.
  • Otra expresión clásica del rebelde son las manías. Una manía es una extravagancia, una preocupación caprichosa y obsesiva de realizar algo de una manera muy peculiar.
  • A medida que se acumulan manías, el rebelde se vuelve mas difícil de tratar, mas inadaptable y la convivencia se complica.

 

ACÉPTATE

14.- Humildad. Autoestima de verdad.

  • Desilusionarse es parte de la vida pero la vida es una caja de sorpresas y de muchas decepciones y cuanto mas cercana y profunda es la persona, mayor es la desilusión
  • No pocas veces somos nosotros quinees nos desilusionamos de nosotros mismos.
  • Es el momento de hacer un acto valiente. El elenco pretendía reflejar, precisamente, nuestra realidad.
  • Es lo que buscamos, un acto maduro de aceptación personal.
  • Aceptarse es confrontarse con la propia realidad sin maquillajes ni retoques. Exige sinceridad, humildad y valentía. El proceso puede ser doloroso. Muchos prefieren la evasión.
  • Puede darnos pena pero tenemos que aceptarnos hasta por salud mental.
  • Aceptarse es un acto de madurez.
  • La vida es una larga lección de humildad.
  • El realismo y la objetividad son indicadores muy confiables del grado de madurez de una persona.
  • Aceptarse es también un acto de justicia para con Dios, que hizo a cada uno a la medida de su vocación y misión en la vida. Él no comete errores de diseño. A cada uno le dio lo necesario para realizarse plenamente.
  • Existe el don de NO TENERLO.
  • Aceptarse no significa, como algunos creen, tener una baja autoestima; de hecho, quizá es mas peligrosa la alta autoestima.
  • “No eres mas porque te alaben, ni eres menos porque te desprecien; lo que eres a  los ojos de Dios, eso eres” Tomás de Kempis.
  • Aceptarse es tener un autoestima realista.
  • La autoestima de verdad consiste en reconocer, valorar, y apreciar lo que somos con gratitud y objetividad.
  • En este punto, la humildad de funde con la autoestima.
  • La desilusión es el ocaso de una esperanza.

15.- El efecto dominante. Desenmascarando al enemigo.

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