LOS SEIS PILARES DE LA AUTOESTIMA

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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

CURSO: PSICOLOGIA DE LA COMUNICACION

DOCENTE: GAMARRA DOMINGUEZ, MARGARITA

ALUMNOS:

• Estefanía Rodríguez López - U21222537
• Stephano Castro Herrera - U20229881
• Diego Enrique Ccellccaro Miralles - U21216331
• Estiven Fernando Pinao Rosas - U21228270
• Allison Samanta Horna Garcia - U19211969

TEMA: LOS SEIS PILARES DE LA AUTOESTIMA

INTRODUCCIÓN

La autoestima es una necesidad humana fundamental. Somos libres de intentar comprender la dinámica de la autoestima o de desconocerla, pero si optamos por esto último seremos un enigma para nosotros mismos y pagaremos las consecuencias. Vamos a examinar el papel que desempeña la autoestima en nuestra vida.

Entiendo por autoestima mucho más que ese sentido innato de nuestra valía personal que probablemente es un derecho humano de nacimiento, aquella chispa que los psicoterapeutas y los profesores se esfuerzan por estimular en las personas con las que trabajan. Esa chispa es la antesala de la autoestima. La autoestima, plenamente consumada, es la experiencia fundamental de que podemos llevar una vida significativa y cumplir sus exigencias.

La esencia de la autoestima es confiar en la propia mente y saber que somos merecedores de la felicidad. Hay una retroalimentación permanente entre nuestras acciones mundanas y nuestra autoestima. El nivel de nuestra autoestima influye en nuestra forma de actuar y nuestra forma de actuar influye en el nivel de nuestra autoestima.

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EL SIGNIFICADO DE LA AUTOESTIMA:

La autoestima tiene dos componentes relacionados entre sí. Uno es la sensación de confianza frente a los desafíos de la vida: la eficacia personal. El otro es la sensación de considerarse merecedor de la felicidad: el respeto a uno mismo.
La eficacia personal significa confianza mi capacidad; en creer en mí mismo; en la confianza en mí mismo. El respeto a uno mismo significa el reafirmarme en mi valía personal; es una actitud positiva hacia el derecho de vivir y de ser feliz.

Competencia

La confianza en nuestra eficacia básica es la confianza en nuestra capacidad para aprender lo que necesitamos aprender y hacer lo que necesitemos hacer para conseguir nuestros objetivos, en la medida que el éxito dependa de nuestros propios esfuerzos. Es la confianza que hizo posible que adquiriéramos los conocimientos y las habilidades para conseguir el éxito. De nuevo, confiar en nuestros procesos y, como consecuencia, una disposición de esperar el éxito debido a nuestros esfuerzos.

El mérito

Así como la eficacia personal entraña la expectativa del éxito como algo natural, el respeto a uno mismo entraña la expectativa de la amistad, el amor y la felicidad como algo natural, como resultado de quien somos y de lo que hacemos. El respeto a uno mismo es la convicción de nuestra valía personal.

El orgullo

El orgullo es la recompensa emocional del logro. No es un vicio que debamos vencer, sino un valor que debemos alcanzar.

LA AUTOESTIMA EN ACCIÓN

La racionalidad
No debería confundirse, como pasa a menudo, con seguir unas reglas obligatorias, o con una obediencia irreflexiva a lo que la gente de una época o un lugar dados ha establecido como «razonable». No es sierva ni de la tradición ni del consenso. Está muy lejos de aquella extraña noción de racionalidad que la identifica con una mentalidad poco imaginativa, analíticamente estrecha y calculadora, como vemos, por ejemplo, en In search of excellence de Peters and Waterman, donde la «racionalidad» se caracteriza de este modo y, por tanto, se critica.

Realismo.
En este contexto el término simplemente significa un respeto por los hechos, un reconocimiento de que lo que es, es, y de que lo que no es, no es. Nadie puede sentirse competente para hacer frente a los desafíos de la vida si no considera seriamente la distinción entre lo real y lo irreal; el olvido de tal distinción es incapacitante.

Intuición.

Muy a menudo –especialmente, por ejemplo, al tomar decisiones complejas– el número de variables que necesitan ser procesadas e integradas son muchas más que las que conscientemente podamos hacer frente. Integraciones muy rápidas y complejas que se presentan como «intuiciones» pueden darse por debajo del conocimiento consciente. Esto sucede de igual forma en los negocios, en el atletismo, en las ciencias, en las artes, en la mayoría de las actividades humanas complejas.
La intuición se relaciona significativamente con la autoestima, sólo en la medida que expresa una alta sensibilidad a las señales internas y el respeto apropiado a éstas.

Creatividad.
La persona creativa oye y confía en las señales internas mucho más que una persona normal. Puede aprender de los demás y estar inspirada por ellos. Pero valora sus propios pensamientos y sus intuiciones mucho más que una persona normal. La persona con una autoestima baja tiende a dejar de lado los resultados de su intelecto. No porque no consiga ideas brillantes sino porque no las valora, no las considera potencialmente importantes y, a menudo, ni siquiera las recuerda durante mucho tiempo; raramente las adopta.

Independencia.
El hecho de pensar por uno mismo es el corolario natural– causa y una consecuencia a la vez– de una autoestima saludable. También lo es la práctica de ser totalmente responsable de la propia existencia –para la realización de sus propias metas y para la consecución de su propia felicidad.

Flexibilidad.
Ser flexible significa tener la capacidad de reaccionar a los cambios sin que ataduras inapropiadas te liguen al pasado. La rigidez es lo que manifiestan, algunas veces, los animales cuando están asustados. Se quedan petrificados. No se preguntan: «¿Qué es lo que podemos aprender de nuestros competidores?». Se aferran ciegamente a lo que han hecho siempre, desafiando la evidencia de que no funcionará por mucho tiempo. La rigidez es generalmente la respuesta de una mente que no confía en sí misma para hacer frente a lo nuevo o para dominar lo desconocido o que se ha convertido, simplemente, en una actitud que le complace o incluso que se adopta por descuido.

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