La Condicion Esquizoide

LA CONDICION ESQUIZOIDE

El desarrollo del pensamiento analítico de los últimos veinte años requiere que volvamos a examinar nuestra concepción de la personalidad esquizoide. Ya no es posible mantener la opinión de Fairbairn, y que después defendió Klein, de que la organización esquizoide representa la organización psicológica humana más primitiva. Yo propongo que los fenómenos autistas-contiguos pueden considerarse como “la parte más vulnerable” o como la frontera primitiva de la organización de la personalidad esquizoide.

LOS FENOMENOS ESQUIZOIDES

El paciente esquizoide en gran medida se ha retraído de las relaciones de objeto total con los objetos externos, retirándose a un mundo interno formado por relaciones conscientes e inconscientes con los objetos internos. Estas relaciones objétales fantaseadas se establecen en una esfera del pensamiento omnipotente con un fuerte apoyo en la escisión y en la identificación proyectiva como modos de defensa. Es un mundo de héroes y de villanos, de perseguidores y de víctimas; un mundo en el que los vínculos objétales a menudo son adictivos por naturaleza, y los objetos amados son atormentados e inalcanzables; un mundo en el que los introyectos son omniscientes y llevan a cabo unas implacables criticas del comportamiento real y fantaseado del individuo. Para tal persona, los objetos externos están eclipsados totalmente por las proyecciones transferenciales de su mundo objetal interno, hasta el punto de que las cualidades del objeto externo apenas pueden discernirse.

En la medida en que el mundo externo está envuelto en un manto de proyecciones transferenciales, el individuo es incapaz de aprender de las experiencias. El presente es simplemente una nueva re-actualización del pasado empleando objetos externos como accesorios para la re-creación de un drama interno atemporal. Como resultado de ello, el individuo permanece inalterable ante sus vivencias del mundo. Inconscientemente, sabe que es un actor atrapado en su propio drama interno, y por ello vive profundos sentimientos de futilidad y de vació.

El vacío del paciente esquizoide no es simplemente un vacío de soledad; es también un vacío por una falta de afianzamiento en algo que esta fuera de su propia mente. Es el vacío de un self que es imaginario porque esta desconectado de las vivencias humanas intersubjetivas, a través de las cuales el self adquiere normalmente un sentido de su propia realidad mediante el reconocimiento por parte del otro. El paciente esquizoide esta “ocupado” y preocupado por sus relaciones objétales internas; y sin embargo estas relaciones son, en sí mismas, insustanciales, y conducen a un estado de empobrecimiento emocional.

Una de las contribuciones distintivas de Fairbairn para la comprensión analítica de los fenómenos esquizoides es su interpretación de la naturaleza de la ansiedad esquizoide. Mientras que la ansiedad depresiva se centra en torno al temor a la pérdida del objeto como resultado de los deseos destructivos del individuo hacia el objeto, la ansiedad esquizoide se basa en el temor de que el amor del individuo sea destructivo para el objeto. Sobre la base de esta comprensión de la condición esquizoide, me voy a centrar en el aspecto de la personalidad esquizoide más primitivo y dominado por las sensaciones, una dimensión de las vivencias que apenas fue tratada en las obras de Klein y de Fairbairn. Voy a proponer que se puede considerar que la condición esquizoide tiene dos caras: una dirigida con temor y anhelo hacia el mundo objetal externo que esta fuera del alcance de las ilusiones y delirios de omnipotencia del paciente; y la segunda cara es la parte inarticulada más vulnerable de las vivencias

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