La Obra de Freud desde sus comienzos nos muestra cómo la figura del padre aparece en la génesis de la constitución psíquica del sujeto como asumiendo en la trama de una obra dramática un rol fundamental: El padre que no declina
mandyriquelmeEnsayo22 de Mayo de 2018
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El Padre que no declina.
Ps. Mandy Riquelme Aguilera
Estudiante Magíster en Psicología Clínica
Universidad Academia de Humanismo Cristiano
RESÚMEN.
La Obra de Freud desde sus comienzos nos muestra cómo la figura del padre aparece en la génesis de la constitución psíquica del sujeto como asumiendo en la trama de una obra dramática un rol fundamental: Un personaje que sin su participación, no es posible la aparición en escena del protagonista.
El padre surge para Freud, ya en las primeras historias de sus pacientes histéricas, en que luego de varias revisiones Freud se encuentra a la base del psicoanálisis la existencia de un trauma psíquico en las primeras etapas de la infancia que estaría determinando la aparición de ciertas sintomatologías. Detrás de cada historia aparecía un evento traumatizante donde el padre de las pacientes se presentaba, como el caso de Anna O ( ). Para finalmente concluir que estos eventos podrían ser reales o fantaseados.
Aquí no aparece de manera concreta la idea de padre como hoy lo conocemos, sin embargo se hace pertinente señalar que ya en esta ápoca en la historia investigativa de Freud, surgen de algún modo ciertas experiencias a la luz de sus casos clínicos que están invitando a un cierto recorrido que le llevará a nuevos descubrimientos.
Es necesario por tanto, realizar un cierto recorrido por la obra de Freud que nos muestre desde los inicios de su formulación , la entrada de la figura del padre en su teoría, de manera de poder ir comprendiendo cómo asume este rol fundamental en la constitución psíquica del sujeto, pasando por sus reelaboraciones respecto de esta figura y posteriormente a la luz de algunos autores más contemporáneos y de un alcance en la visión monoteísta judeo cristiana, de hacer un intento por responder a la cuestionada decadencia del padre en la actualidad, con el propósito de tener una mayor comprensión en la teoría psicoanalítica de la función paterna versus la figura del padre y las distinciones básicas en esta díada conceptual.
ABSTRACT
The work of Freud from the beginning shows how the father figure appears in the genesis of the psychic constitution of the subject as bearing on the plot of a play a fundamental role: A character without their participation , is not possible appearance scene of the protagonist.
The father comes to Freud, already in the earliest histories of hysterical patients, which after several revisions Freud is on the basis of psychoanalysis the existence of psychic trauma in early childhood that would determine the appearance of certain symptomatology. Behind every story featured a traumatic event where the father of the patients were presented, as the case of Anna O (). To finally conclude that these events could be real or fantasized.
This does not appear in a concrete way the idea of father as we know it today, however it is pertinent to note that already in this COPC in Freud's investigative history, somehow arise from certain experiences in the light of clinical cases that are inviting a journey that will lead to new discoveries.
It is necessary therefore to make a tour through Freud's work to show us since the beginning of its formulation, the input of the father figure in his theory, so we can be understanding how to take this fundamental role in the psychic the subject, passing through his elaborations on this figure and later in the light of some contemporary authors and a range in the monotheistic Judeo-Christian vision of making an attempt to respond to the decline of the father in question today, with the purpose of having a better understanding of the psychoanalytical theory of the paternal function versus the figure of the father and the basic distinctions in this conceptual dyad.
2. MITOS DEL PADRE.
A lo largo de la obre de Freud podemos observar la aparición de tres mitos del padre:
- Aquel que se presenta con la reflexión sobre el mito griego de Edipo.
- El mito de la primigenia de Tótem y Tabú (1913-14)
- El personaje bíblico en: Moisés y la religión monoteísta.(1937-1939 )
En el primer mito Freud nos muestra un padre poseedor del falo. El niño tempranamente va a diferenciar a su padre de su madre cuando se da cuenta de las mociones incestuosas hacia ésta. La madre a su vez teme al padre, lo que hace creer al niño que este le ha cortado el pene a ella. Esto teniendo en cuenta que el Complejo de Edipo y el Complejo de Castración a pesar de darse en un mismo momento son diferentes para el niño y la niña. Este primer pare por tanto es un padre que castra. Al niño- en primera instancia- castración que es un castigo por desear a su madre, y en la niña por el deseo hacia el padre.
A ambos el Complejo de Castración les lleva a un movimiento, en el niño se sepulta el Edipo, mientras que la niña se quedará en una especie de espera, pues en un proceso imaginario -por la diferencia anatómica entre los sexos- percibe que le falta algo, el falo, es decir, un hijo que se convertirá en el sustituto del pene. El niño como objeto real, en lo imaginario va a venir a colmar la falta en la mujer, siendo así la maternidad lo que va a permitir la salida de la mujer a lo materno.
En 1931 Freud retoma el tema de la mujer en Sobre la sexualidad femenina, habla de la importancia de la madre en la sexualidad :
" La niña inculpa a la madre como seductora, ya que por fuerza debió registrar las
primeras sensaciones genitales, o al menos las más intensas, a raíz de los manejos de la
limpieza y el cuidado del cuerpo por la madre ( o la persona encargada de la crianza que la subrogue) (...) A mi juicio, el hecho de que de ese modo la madre inevitablemente despierta en su hija la fase fálica es la responsable de que en las fantasías de años posteriores el padre aparezca tan regularmente como seductor sexual."
Esto es importante porque rompe con la visión de padre que revisábamos inicialmente " Al tiempo que se cumple el extrañamiento respecto de la madre, se transfiere al padre la introducción en la vida sexual " (AE 21,239-40).
Aquí el padre ya no aparece como un agente seductor. Sino como el que posibilita la emergencia de lo simbólico abriendo la posibilidad de gozar de una vida sexual placentera.
El padre edípico por tanto ya no cumple una función de seducción en la que que se sostienen los traumas psíquicos , como se desprendía en las primeras formulaciones y hallazgos de Freud con sus pacientes histéricas, más bien con la figura del Edipo ha pasado a ser un padre de lo simbólico, desprendiéndose de aquí entonces de un padre biológico seductor, sino que comenzamos a vislumbrar un padre que se idealiza, una representación idealizada del padre real.
En 1933, dejará aún más claro este tema, en su conferencia sobre La Feminidad.
Al respecto señala:
"Recuerdan ustedes un interesante episodio de la historia de la investigación analítica que me hizo pasar muchas horas penosas. En la época en que el principal interés se dirigía al descubrimiento de traumas sexuales infantiles, casi todas mis pacientes mujeres me referían que habían sido seducidas por su padre. Al fin tuve que llegar a la intelección de que esos informes eran falsos, y así comprendí que los síntomas histéricos derivan de fantasías,no de episodios reales. Sólo más tarde pude discernir en esta fantasía de seducción por el padre la expresión del Complejo de Edipo típico en la mujer. Y ahora reencontramos la fantasía de seducción en la prehistoria preedípica de la niña, pero la seductora por lo general es la madre.
Empero aquí la fantasía toca el terreno de la realidad, pues fue efectivamente la madre quien a raíz de los menesteres del cuidado corporal provocó sensaciones placenteras en los genitales, y acaso los despertó por primera vez." (AE 22,111-2).
Freud según este escrito, se desapega del padre en torno a la función de seducción en las histéricas, situando a la madre en esta posición.
Ahora en el Edipo, el padre aparece como en una función normativa. Este se ofrece como soporte de una identificación para el sujeto que va en el sentido del dese , no del goce. Este ser soporte de la ley , implica ser quien por un lado prohíbe el goce y a su vez ordena la posibilidad del deseo y el placer . No hay deseo sin Ley.
La Ley no prohíbe el deseo, (pues no se puede impedir que el niño desee), lo que se prohíbe es la plena satisfacción de este deseo, lo que la Ley prohíbe entonces, es el goce.
Uno de los casos a los que se puede aludir para recordar las premisas del Edipo, es el caso de Juanito, aquí surge una lógica: El padre no cumplía con la función de separación, no instauraba la ley de prohibición del incesto.
El niño en su fobia al caballo, necesitaba construir una figura que le pudiera amenazar y que le pudiera prohibir la plena satisfacción de su deseo hacia la madre.
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