La Psicología Genetica Según Jean Piaget

Jean Piaget (1896-1980), biólogo suizo, otorgó al campo de la psicología y al estudio de la mente y el aprendizaje, varios de sus aportes más importantes. De inteligencia notable, Piaget a tan sólo la edad de 11 años, ya había publicado artículos referentes a los moluscos. Este interés más tarde se vería reflejado en su formación como biólogo, sin embargo, con el avance de su carrera, la psicología se volvió una de sus pasiones más importantes, aunque también llegara a tocar campos de la filosofía.

Dentro de la psicología, el estudio primordial de Piaget, siempre fue la construcción del conocimiento, a este le llamó epistemología genética, que no sólo se basó en psicología, sino que fue un campo interdisciplinario que también utilizó de la biología, la genética y más. Así mismo, fue el padre de lo que hoy se llama psicología genética, que era relativa a la génesis y el desarrollo de la inteligencia. Para Piaget, habían cambios significativos durante el desarrollo ontogénico que se reflejaban tanto en la construcción de conocimiento como en la inteligencia. Esto derivó en su observación en niños y finalmente en sus dos mayores logros: estableció decisivamente a la psicología como ciencia al darle una metodología y un marco teóricos y abrió el campo de la psicología evolutiva.

Para Piaget, existen ciertas fases en el desarrollo de la inteligencia, estas son invariables, pues no cambian de persona a persona y no puede pasarse a una superior sin haber estado en una previa, por lo que el orden nunca cambia, aunque sí puede variar de persona a persona las edades en que estas se dan, pues son adaptables. En opinión de Piaget, tanto la adaptación como la organización son los procesos fundamentales, pues una demanda a la otra, es decir, no puede haber adaptación a un medio sin cierto tipo de organización que logre una mejor conformación al mismo. Así mismo, opinaba que la inteligencia era esencialmente una organización y que su función consiste en estructurar el universo como el organismo estructura el medio inmediato. La adaptación también es un balance entre asimilación y acomodación, la asimilación consiste es incorporar información pero no se modifican, mientras que la asimilación es además de acomodar el conocimiento, darle una función.

Como se había mencionado antes, Piaget dio distintas etapas al desarrollo intelectual, son 4 que se divide en más subcategorías las que son: sensomotor, preoperacional, operaciones concretas y operaciones formales.

En la etapa sensomotora, que va desde el primer día de nacido hasta los dos años, el niño comienza a tener reflejos, que se consolida en un ejercicio funcional, cuando le encuentran determinada respuesta a un reflejo. El ejercicio funcional se convierte en formación de hábitos cuando el niño aprende realizar determinadas actividades. Cuando posteriormente el niño aprende a observar algo para manipularlo, aprende la coordinación entre visión y aprehensión. La noción del objeto permanente también se vuelve importante, pues el bebé comprende que aunque los objetos no están a su vista no significa que dejen de existir, y finalmente, la causalidad primitiva enseña al niño una estrecha relación entre lo que él haga y cómo su entorno responde a ello.

En la etapa pre-operacional, de los dos a los siete años, es más de carácter transitorio, pues aparece y se fortalece la función semiótica, donde el niño obtiene la habilidad de simbolizar. El niño pasa por diversas experiencias, como la imitación diferenciada, en la cual el niño aprende a representar algún objeto o persona cuando no está presente. Otra de estas experiencias, es la del juego que para Piaget es vital en el desarrollo emocional del niño, y se divide en cuatro fases, 1) de repetición, cuando la repetición de una acción es placentera para el infante. 2) Juego simbólico, cuando se le otorga

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