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La Realidad De Los Adolescentes En La Actualidad

mirna6523 de Septiembre de 2013

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Para poder organizar y comprender la realidad de los adolescentes en la actualidad hay que conocerla, para ello se necesita primero de la investigación y luego su posterior reflexión para entender porque actúan, sienten, se comunican y se rebelan como lo hacen.

*La cultura del descuido y de la precocidad vive solo el presente inmediato

*La cultura consumista y masificadora estimula esa precocidad en las conductas; de compra, de éxito inmediato, seducción, provocación y sexo.

* Es la educación paralela que permanentemente envía sus mensajes; imponiendo modas y estimulando conductas so pena de quedar fuera de la actualidad. Y la mejor clientela son los chicos, los púberes y los adolescentes ávidos de estar en el aquí y el ahora y ser triunfadores, observemos cuantos programas se instalan sobre estas “necesidades” y motivaciones de nuestros chicos.

CONSIGNA:

A partir de un disparador, puede ser un programa de TV de los que los adolescentes suelen ver, una publicidad, una nota periodística, una costumbre o hábitos comunes entre ellos, o lo que el grupo tome como un tema importante para poder trabajar.

Los temas podrán ser: sexualidad, valores, medios de comunicación, costumbres o hábitos, modelos, limites etc.

Realizar una lectura crítica y comprensiva, intentando establecer y delinear el perfil del adolescente actual, pueden ir puntuando preguntas que vayan surgiendo para su posterior reflexión y elaboración del perfil del adolescente .Algunas pueden ser: ¿Existe un esfuerzo desde la sociedad y la institución escolar para interpretar al adolescente?

¿Cómo influye este perfil en la práctica docente?, ¿Son posibles nuevas estrategias que tomen en cuenta este perfil?

*Al final proponer algunas prácticas docentes que incorporen nuevas maneras de acercarnos a los adolescentes para lograr un buen trabajo áulico.

En primera instancia, sabemos que el adolescente, inserto dentro de un marco socio-histórico cultural, posee cualidades distintivas que lo caracterizan y diferencian. Al ser la educación institucional parte de la vida del adolescente, es necesario que el perfil con el que llega a la escuela sea conocido por el docente, ya que ambos son parte del contrato didáctico a través del cual se establecerán las reglas de interacción áulica. Conociendo este perfil, se tendrá más en claro cómo encarar el proceso de enseñanza aprendizaje, cómo utilizar los conocimientos conceptuales y procedimentales, cómo aprovechar satisfactoriamente las herramientas didácticas disponibles y cómo orientar a posteriori las conductas adolescentes hacia el perfil que se quiere lograr.

Por haber pasado por esas instancias y porque es una realidad conocida, sea por comentarios de adolescentes, sea por los mismos padres o docentes con quienes nos relacionamos, sabemos que hay educadores que no pueden manejar esas peculiaridades juveniles, porque no logran conocer aquel perfil o porque no le dan la importancia necesaria. Surgen, entonces, problemas en el proceso de enseñanza aprendizaje, el cual se ve dificultado y, en muchos casos, se trunca. Como alumnos de un profesorado, en proceso de formación como futuros docentes, estas razones surgen como motivación necesaria para la investigación encarada.

Plantear el tema del perfil del adolescente en el ámbito de la institución escolar, esencialmente en el aula y en interacción con el docente, nos lleva:

Primero, a delimitar conceptualmente cual es el perfil del adolescente actual, sumido en una era posmoderna (o, como decía Zygmunt Bauman, en una modernidad líquida, variable, sin absolutos ni seguridades) y, en particular, la influencia de los medios de comunicación en las conductas adolescentes;

Segundo, de determinar el impacto de ese perfil en las propuestas didácticas y en su ejecución por parte del docente;

Tercero, de valorar si dichas características particulares pueden ser aprovechadas para conseguir mejores resultados.

Para ello nos hemos valido de un rico marco teórico y de entrevistas realizadas a docentes en actividad del Polimodal y a adolescentes del mismo ciclo y a otros que egresaron recientemente de la escuela media.

¿Qué es ser adolescente?

Ser adolescentes hoy es atravesar por situaciones de cambio que se complejizan en el contexto de la posmodernidad.

Sabemos que, etimológicamente, adolescencia nos remite a "adolescere", de algo que les falta y lo que provoca un re-acomodamiento en muchos sentidos. Varias definiciones hacen alusión a este proceso.

Tal como lo explica Jesús Palacios, el fenómeno de la adolescencia es un fenómeno de nuestra era y de nuestra cultura occidental, un producto de nuestro siglo. Marta C. de Cullen resalta que en la etapa inciden el tipo de sociedad, vinculadas a su ideología y al lugar que se le asigna al púber. Daniela Blanco enfatiza que "los jóvenes constituyen un universo social cambiante y discontinuo, cuyas características son resultado de una negociación-tensión entre la categoría sociocultural asignada por la sociedad particular y la actualización subjetiva que sujetos concretos llevan a cabo a partir de la interiorización diferenciada de los esquemas de la cultura vigente". En otras palabras, las marcas identitarias se nutren de los paradigmas que una sociedad quiere inculcarles con el encuentro de nuevas libertades en el adolescente.

El pasaje del niño al adolescente se manifiesta por cambios físicos (la pubertad), por cambios psíquicos y por cambios sociales y afectivos.

Lo que nos interesa abarcar en función de nuestro tema es esa dimensión psico-social-afectiva, en esa búsqueda de la identidad personal y en el proceso de socialización y su relación con la enseñanza.

Alfredo Fierro nos da un importante aporte: define a la adolescencia, desde el plano de lo psicológico, como el "período de transición de la infancia a la adultez", es decir, como un "período preparatorio para la edad adulta" y de recapitulación de la pasada infancia, de toda la experiencia acumulada y ahora puesta en orden. Para recorrer esa transición y lograr su diferenciación, el adolescente se vale de ciertos usos o modos identitarios: adopta una moda particular, usa un lenguaje que pretende ser auténtico, original, escucha diversos tipos de música pero que tienen la impronta de la juventud (letras que hablan de amores juveniles, de rebeldía, de desencantos; ritmo alegre, jovial; sonidos duros que parece que solo ellos pueden tolerar) y afronta ritos "modernos" (la fiesta de 15, la iniciación sexual, etc.) como para marcar hitos.

¿Qué caracteriza al adolescente?

El joven vive una permanente construcción de identidades, de un yo único y verdadero, preguntándose permanentemente ¿quién soy? ¿qué quiero hacer de mi vida? ¿qué valores hago míos?, situación que lo conmociona: debe enfrentarse a los cambios, y esto produce confusión, contradicción y temor. No puede aún renunciar a ciertos aspectos de su niñez y también acepta que debe ir adquiriendo otras responsabilidades, lo que le cuesta. Esto lo vimos en los dichos de algunos de los alumnos del Polimodal entrevistados, especialmente a los del último año.

Encontramos también en ellos, cierta inestabilidad emocional, provocada por lo anteriormente expresado: hay fluctuaciones en el estado de ánimo, de la euforia de la omnipotencia a la tristeza del desaliento, del amor al desprecio, de la aceptación a la rebeldía, de un idealismo a un marcado materialismo. Alfredo Fierro, señala que el adolescente tiene una visión "romántica" de su existencia: busca ideales, proyectos grandiosos, grandes ansias de vivir. Se abre un mundo nuevo al cual quieren proyectarse. Veremos luego si esta idea aún perdura en la posmodernidad y si se logran definir esas contradicciones.

Otra característica adolescente se da en el plano de la integración social: las relaciones con la familia u otras instituciones tradicionales (escuela, religión) se desvanecen en pos de entablar nuevas relaciones con los pares, con grupos de individuos que comparten las mismas experiencias y sensaciones. Como veremos más adelante, en la actualidad, a estos se les agrega un nuevo factor de socialización: los medios masivos de comunicación, de marcada incidencia en la formación de identidades adolescentes.

Se pierde la figura de los padres como modelos a seguir (aunque se buscan figuras sustitutivas, generalmente en la TV), y se prefiere pasar más tiempo con los compañeros o amigos.

Otro aspecto es el descubrimiento de una nueva moral, la apertura a un idealismo ético. La razón es la medida de los cuestionamientos, tanto internos como externos. Como Piaget lo demostró, el desarrollo cognitivo en el adolescente es marcado: se pasa de una lógica concreta a una lógica formal, que les permite pensar más allá de los límites de lo real. Esa posibilidad de traspasar los límites de lo sensible y entrar en los dominios de lo abstracto por imperio de la razón es lo que hace que el joven se plantee diversas hipótesis y se abra a las "infinitas aristas de lo posible". Tiene una avidez por lo intelectual, por el saber y juzga las normas y los valores desde un punto de vista moral: el deber ser, como orden racional e ideal. Ahora bien, ¿cuál es el saber que busca el adolescente actual? ¿cuáles son los valores que lo impulsan? Son preguntas de muy difícil respuesta, las que dejaremos para más adelante, al cotejar las entrevistas realizadas.

¿Qué lugar ocupa y cómo juega el adolescente en esta posmodernidad?

Uno de los rasgos de la posmodernidad

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