La evaluación psicométrica del cuestionario fue realizada

Schonherr, S., Halfens, R., y Lohrmann, C. (2015). Development and psychometric evaluation of the Knowledge of Malnutrition – Geriatric (KoM-G) questionnaire to measure malnutrition knowledge among nursing staff in Austrian nursing homes. Scan J Caring Sci, 29. doi: 10.1111/scs.12133

La malnutrición es un estado de nutrición en el que una deficiencia o exceso de energía, proteína u otro nutriente, causa efectos adversos medibles en los tejidos y/o funciones del organismo, así como también manifestaciones clínicas. Los adultos mayores que viven en hogares de cuidado y que tienen comorbilidades están especialmente en riesgo de malnutrición. Bell et al. (2013) encontraron que según el Mini-Nutritional Assessment (MNA) cerca del 71% de los residentes de hogares de cuidado están malnutridos. Schonherr et al. (2012) encontraron que la prevalencia de malnutrición en los hogares de cuidado de Austria era del 26.2%.

Estudios internacionales (Schonherr et al., 2013; Merrel et al., 2012; Meijers et al., 2009; Bell et al., 2009; Suominen et al., 2009) llevados a cabo en hogares de cuidado, reportaron que los instrumentos validados para el screening nutricional eran usados infrecuentemente, llevando a la pobre identificación de malnutrición en los residentes. El conocimiento inadecuado, la falta de interés, las malas actitudes así como la ausencia de responsabilidades bien definidas, en el personal de enfermería, son las principales barreras a nivel estructural que llevan a una inadecuada práctica nutricional.

Para poder mejorar la práctica de enfermería, es necesario tener un mejor entendimiento sobre el conocimiento actual de malnutrición  que tiene éste personal. Stanek et al. (1991) desarrollaron un cuestionario consultando una guía de nutrición e hicieron una prueba piloto con 16 enfermeras; el cuestionario final fue validado por 2 nutricionistas y el director de una facultad de enfermería. Crogan et al. (2001) usaron un cuestionario que fue desarrollado y validado por 3 enfermeras y 3 nutricionistas; aplicaron el cuestionario a 44 enfermeras en hogares de cuidado y concluyeron que tenían dificultades para la identificación del estado nutricional y para calcular los requerimientos energéticos. Estos estudios aunque proveen de alguna información, fueron realizados con poca muestra, y los instrumentos no fueron desarrollados sistemáticamente ni evaluados psicométricamente. Por estas razones se lleva a cabo esta investigación, la cual siguió un diseño metodológico antropométrico.

El desarrollo del instrumento consistió en tres pasos, basados en literatura metodológica, así como en el proceso desarrollado por Beeckman et al. (2010) para elaborar un cuestionario que midiera el conocimiento sobre la prevención de úlceras de presión: 1) desarrollar las dimensiones del cuestionario, 2) desarrollar los ítems del cuestionario, y 3) la evaluación psicométrica del cuestionario.

Basados en la revisión de la literatura, cuyo propósito fue identificar y evaluar los cuestionarios usados actualmente para evaluar el conocimiento sobre malnutrición en el personal de enfermería, y así como identificar guías y consensos sobre temas y tópicos relacionados a cuidados en malnutrición para los residentes de hogares de cuidado, se identificaron 6 dimensiones; posteriormente, con la asesoría de 8 expertos internacionales en malnutrición (que tuviesen más de 5 años de experiencia en malnutrición en hogares de cuidado, de los cuales 3 eran enfermeras registradas expertas en el área de malnutrición, 1 nutricionista experto en educación para enfermería, 1 enfermera registrada experta en entrenamiento para personal de enfermería, 2 médicos y 1 nutricionista expertos en cuidados prolongados e investigadores en el campo de la malnutrición), usando el método Delphi, se acordaron 5 dimensiones: etiología y consecuencias de la malnutrición, identificación y asesoría del estado nutricional, programación de intervenciones, posibles intervenciones para mejorar la ingesta nutricional, y nutrición enteral y parenteral. Con respecto a los ítems, se identificaron 27, de los cuales se acordaron 20, con 6 posibles respuestas. Para la evaluación psicométrica se consideraron diferentes aspectos de validez y confiabilidad. Se tomaron en cuenta las alternativas de las respuestas, la dificultad de los ítems y las variaciones de los puntajes obtenidos entre los mejores y los peores grupos.  Y se empleó el índice de confiabilidad de Kuder-Richardson.

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