Los Profesores Como Intelectuales

LOS PROFESORES COMO INTELECTUALES TRANSFORMATIVOS

No es una novedad que en cuanto a reformas educativas se trata, los profesores “encargados de la educación” son a quienes menos se toma en cuenta para opinar sobre ellas, para dar puntos críticos, alternativas de enseñanza más acordes a las necesidades básicas de aprendizaje de los estudiantes. Así se ha venido denigrando el papel del profesor frente a la sociedad; esta última que solo fija la mirada en las luchas, las marchas, los plantones, más desgraciadamente no se da cuenta del verdadero valor que tiene la opinión del maestro en decisiones referentes a la educación de los jóvenes.

Dicha opinión siempre se ha hecho a un lado o mejor dicho no se ha considerado la posibilidad de que los maestros participemos en la elaboración de las reformas educativas, las cuales tienen a cargo personas que se la pasan sentadas detrás de un escritorio ideando como complicarle más la vida al docente sin tomar en cuenta las verdaderas necesidades de aprendizaje de los estudiantes en diferentes contextos.

Trabajo en La Remonta, a tres horas del municipio de Atoyac de Álvarez, donde no hay servicios médicos, hay transporte limitado, escaza comida y pocas fuentes de ingreso. Mis alumnos asisten a la escuela soñolientos, sin ganas de estudiar, no los motiva más que la beca que reciben del programa oportunidades; saben que si faltan les afecta en su economía y eso es lo que a ellos les importa porque hay poco que comer y poco para vestir.

Me pregunto si Emilio Chuayffet, Secretario de Educación… ¿vendrá a la Remonta a tomar en cuenta las necesidades de los estudiantes, la opinión de la directora y la mía para incluirlas en algún breve apartado de la reforma educativa? Claro que no!! Eso no sirve. Aquí lo importante es que la reforma ya está, afecte a quien afecte, y quienes deben ponerla en marcha son los maestros, quienes ni siquiera estamos bien capacitados para echarla a andar ni tenemos los materiales necesarios para llevar a cabo un buen proceso enseñanza-aprendizaje. Situación que claramente no importa a las autoridades educativas porque lo esencial es reducir el presupuesto destinado a la educación para invertirlo tal vez en necesidades económicas de Peña Nieto, de Chuayffet o incluso hasta de Angélica Rivera ¿Por qué no?, para vivir más cómodamente y sin tantas presiones. Aquí lo importante es que gane el gobierno.

Si bien es cierto que es necesario transformar nuestra práctica docente, necesitamos ser maestros críticos y reflexivos de lo que pasa en nuestras aulas; pero es difícil porque no contamos con el completo apoyo de autoridades educativas para dotarnos de las herramientas necesarias para lograrlo. Sin embargo, ahí entra nuestro trabajo, nuestro esfuerzo y nuestro compromiso como docentes conscientes de que estamos “educando a seres humanos” y que tenemos que poner todo de nuestra parte para realizar un buen trabajo con ellos.

En todas las acciones que emprendamos solo tenemos dos opciones: ganar o perder; si ganamos estaremos más satisfechos por lo que logramos, si perdemos ganamos una experiencia más y por ende mayor sabiduría. Entonces claro que podemos transformar nuestra práctica docente, no debemos temer a equivocarnos, el ser humano aprende por ensayo y error, claro que podemos luchar y compenetrar poco a poco en las políticas educativas para que nuestra opinión sea tomada en cuenta y de esta manera mejore la enseñanza y el aprendizaje primero en nuestras casas (con nuestros hijos), en nuestras escuelas y nuestro país.

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