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MANIQUEISMO Y LA DOBLE MORAL


Enviado por   •  16 de Mayo de 2014  •  793 Palabras (4 Páginas)  •  600 Visitas

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Maniqueísmo es el nombre que recibe la religión universalista fundada por el sabio persa Mani (o Manes) (c. 215-276), quien decía ser el último de los profetas enviados por Dios a la humanidad. El maniqueísmo se concibe desde sus orígenes como la fe definitiva, en tanto que pretende completar e invalidar a todas las demás. Al rivalizar en este sentido con otras religiones, como el zoroastrismo , el budismo , el cristianismo y el islam, de sus contactos con ellas se derivaron numerosos fenómenos de fusión doctrinal. La definición teológica del maniqueísmo ha dividido a la crítica. Mientras que, para algunos eruditos, el fenómeno maniqueo no es reductible a una concepción dualista de la divinidad y el cosmos , ni es definible como gnosticismo ,[1] para otros muchos estudiosos es esencialmente gnóstico y dualista. [2] Se divulgó desde la Antigüedad tardía por el Imperio romano e Imperio Sasánida, y en la Edad Media , por el mundo islámico , Asia Central y China , donde perduraría, al menos, hasta el siglo XVII . Por ello, sus escritos litúrgicos sagrados y fuentes propias se encuentran registrados en múltiples lenguas, entre ellas, latín, griego , copto , persa medio , chino, parto , sogdiano , etcétera. Por lo demás, existen fuentes no maniqueas que nos informan sobre las creencias y costumbres de esta religión desde San Agustín a al-Biruni . En la Edad Media , catarismo y bogomilismo fueron consideradas herejías de raigambre maniquea, y en la actualidad algunas sectas y nuevas religiones se declaran maniqueas o neo maniqueas, aunque sin relación directa o histórica con el maniqueísmo.

El maniqueísmo es, por una parte, la confianza en la perfección de uno mismo, de sus ideas y de su moral. Por otra, casi seguro, el desconocimiento de las ideas contrarias o el ignorar voluntariamente una parte de las mismas (tal vez cambiando su sentido). Es fundamental saber que no hay nada negro o blanco, que nadie posee la verdad completa, pero eso es algo difícil de conseguir porque se teme caer en el relativismo (y, de hecho, eso fue lo que les sucedió a los sofistas contemporáneos a Sócrates). Históricamente, cuando se establece una división maniqueísta es siempre con una finalidad relacionada con el dominio de una gran masa; atendiendo a esto, encuentro tres tipos de maniqueísmo: el religioso, el político y el revolucionario (estos dos últimos muy relacionados). El maniqueísmo religioso sirve para dar ejemplo; se distingue entre bueno y malo (Dios y Demonio), y se asigna un destino distinto para el hombre que sigue a uno o a otro (Cielo e Infierno). Haciendo creer a la masa que el Infierno es lo que espera al malo, se consiguen dos cosas: que actúe como debe actuar el bueno (obediencia ciega a la Iglesia) y que confíe en la derrota última del malo (el diferente mesías de la tradición judeo-cristiana y la Yihad son ejemplos de ello). El maniqueísmo político dirige a la masa que sigue una ideología en contra de la rival: demoniza la contraria y hace perfecta la propia, cayendo muchas veces en la contradicción. El caso español se retuerce aún más, porque el PP demoniza al PSOE (el rival más potente), haciendo creer a la población que es ésta la oposición de izquierdas cuando no hay nada más alejado de la verdad; se trata de un maniqueísmo mucho más inteligente que no sólo ayuda a la derrota del opositor electoral sino que también evita (aunque no sea el único factor determinante) la presencia de un verdadero partido de izquierdas en los órganos de gobierno. El maniqueísmo revolucionario es, posiblemente, el más interesante de los tres porque va estrechamente ligado a los otros dos. Para llevar a cabo una revolución es necesario que una gran masa se una bajo un mismo mando e ideales; de la división profunda surgen el enfrentamiento y el fracaso. Pero el mando no se sirve sólo de la demonización del contrario para conducir a la masa, sino también de aquellos sentimientos que puedan crear cohesión entre los individuos (el religioso o el nacionalista, por ejemplo).

Doble moral

Moral maniquea. Según la cual el bien y el mal no admiten gradación.

Doble moral es no tener ninguna moral, es torcer las cosas para que siempre te convengan. Es como tener dos personalidades opuestas, o termina ganando una de ellas o terminas enchalecado porque ese doblez tiene su precio en la salud espiritual y psicológica. No se puede vivir sanamente sin coherencia entre lo que se cree y lo que se vive, El ser humano tiene algo interior sea creyente o no, se llama conciencia recta, y todo lo que haga en contra de ella no solo termina relajando su moral sino destruyendo su persona. Saludos del sueco, estrella para vos por muy buena pregunta.

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