PSICOLOGÍA, IDENTIDAD Y CULTURA

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COLEGIO DE ESTUDIOS SUPERIORES HISPANOAMERICANO[pic 2]

PSICOLOGÍA, IDENTIDAD Y CULTURA

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LA IDENTIDAD DEL HOMBRE INDÍGENA Y SU RELACIÓN CON LA NATURALEZA DESDE UN PERSPECTIVA PSICOLÓGICA.

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

PRESENTA:

GARCÍA HERNÁNDEZ MIREYA

ASESOR: LIC. ROBERTO CARLOS GARCÍA JUÁREZ

IXMIQUILPAN, HIDALGO; MARZO DEL 2020

Introducción.

La identidad del ser humano puede concebirse como el conjunto de características que los hace único e irrepetible, pero que también considera elementos de la misma naturaleza y sociedad en donde se desarrolla. Partiendo de este concepto y la relación que existe entre el hombre y la naturaleza, en este ensayo se hace referencia de la importancia que esto tiene en el desarrollo del ser humano como parte de su identidad además de las prácticas que siguen realizándose en los pueblos indígenas que se resisten a olvidarse de lo que ha sido parte de ellos durante mucho tiempo.

Desarrollo

Para hablar de identidad, primero debe definirse este concepto. Por lo tanto Sámano M. (2005) en su investigación “Identidad étnica y la relación de los pueblos indígenas con el estado Mexicano”, retoma la siguiente definición …La identidad es un conjunto de repertorios culturales interiorizados (representaciones, valores, símbolos) a través de los cuales los actores sociales (individuales y colectivos) demarcan sus fronteras y se distinguen de los demás actores en una situación determinada, todo ello dentro de un espacio históricamente especifico social y estructurado (Giménez, 2020). Se puede apreciar que un individuo que tiene contacto directo con su cultura, esta forma parte de ella, se impregna tanto en su ser que lo hace único e irrepetible, además que delimitan su territorio de cierta manera dentro de un espacio y territorio determinado.

“Pero hablar de identidad mexicana es hacer conciencia de la vida misma de una gran nación; es la búsqueda concreta de sus acciones pasadas, presentes y la cosmovisión de un mundo cambiante”. Según Luis Villoro1 (1998), la historia de México nace a partir de la Conquista. En este texto hace mención de un mexicano pasivo y obediente que sabe convivir en familia y tener amistades; que es fuerte y de sangre guerrera. Un mexicano autónomo que es obediente y a la vez dominante; que despierta a su inteligencia y busca su independencia. Al adquirir independencia el mexicano se identifica como un individuo capaz de hacer bien las cosas, y es complaciente, afectuoso, afiliativo, pero a la vez prefiere estar en puestos de mando, ocupar posiciones altas en el campo profesional; es honesto y político. En su política garantiza la igualdad, la libertad y la seguridad jurídica para todos los ciudadanos.

Cada individuo ha crecido y se ha desarrollado en distintos espacios, distintos tiempos, sin embargo, nunca han aparecido de repente, más bien cada uno cuenta con una historia, con un pasado que no solo comienza el día en el que nació, comienza desde sus ancestros, generaciones atrás, ya que prácticas que realizaban anteriormente, siguen practicándose en la actualidad. “Esto debido a que se da la fusión de dos mundos, el encuentro de dos civilizaciones diferentes y que por ende obliga a cambios drásticos y marcados en la conducta social de los individuos mexicanos de esa época”. Miguel León Portilla (1979). La cultura mexicana se compone por varias generaciones que a lo largo de la historia han brindado costumbres, tradiciones y un mosaico cultural impresionante del que todos somos partícipes.

Una práctica que llama mucho la atención es el contacto que el hombre tiene con la naturaleza, esa relación de respeto y afecto hacia ella. Schultz, Shriver, Tabanico y Khazian (2004) han sugerido que “la valoración del medio ambiente es, más bien, una extensión de la representación cognitiva que cada uno tiene de sí mismo, en la medida en que la creencia individual acerca de la forma en que alguien es parte de la naturaleza provee el tipo de preocupación que una persona desarrolla y el tipo de situaciones que le motivarán a actuar. Desde este punto de vista existe una gran relación entre el self y la naturaleza”.

Esto puede observase actualmente, pero sobre todo en personas adultas que aun siguen practicando algunos rituales que hacen alusión a la naturaleza y a ese respeto que se tiene, pues en algunos pueblos del Valle del Mezquital y en otros pueblos indígenas, puede observarse que aun siguen practicas como el rito de la flor, que consiste en pedir permiso a la tierra para poder sembrar. Algunos solo prenden alguna veladora a la orilla de la milpa y hacen una oración para que sus cosechas sean muy productivas. En la comunidad del Mandhó, Ixmiquilpan, a la orilla del río hay una pequeña estructura en la cual se tiene una imagen de la virgen de Guadalupe en la que al inicio y final de la cosecha se llevan semillas o frutos de la cosecha. Esta práctica anteriormente era originaria de los pueblos indígenas que le tenían un gran respeto a la naturaleza y sus dioses eran seres naturales, hoy en día se hace una mezcla entre los españoles que vienen a conquistar y las culturas que indígenas que ya radicaban en este lugar.

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