Participación Padres En Primera Infancia
mpuentep28 de Enero de 2014
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MARCO TEÓRICO REFERENCIAL
La participación de los padres, representantes y responsables en educación de los niños de la primera infancia, sustentados en bases filosóficas, psicológicas, pedagógicas y sociológicas, aspectos legales.
TEORÍA GENERAL DE LA PARTICIPACIÓN PARENTAL EN EDUCACIÓN
Durante los últimos años, el fragor del combate por la supervivencia humana ha determinado que muchas tareas antes absolutamente naturales para los padres y los representantes, se conviertan en un peso muerto sobre el cual ellos no quieran incidir.
Con el paso de los años, la profesión docente también se ha proletarizado en forma tal que los maestros son considerados casi como obreros asalariados encargados de "cuidar" de los hijos mientras los padres van a su centro de trabajo y "de paso" enseñarles los rudimentos necesarios para su incorporación a la vida ciudadana.
Uno de los obstáculos con que se tropieza cuando se quiere hacer un análisis más científico de esta situación, es la insuficiente documentación con que se cuenta acerca de la inclusión de los padres y representantes en el proceso educativo.
Al respecto Martiniello, (1999) cuando categoriza las formas de participación de los padres y representantes en la educación señala que existen las siguientes:
1. Padres como responsables de la crianza del niño En esta categoría los padres desempeñan las funciones propias de la crianza, cuidado y protección de sus hijos, y proveen las condiciones que permiten al niño asistir a la escuela. (Epstein, 1990; Davies, 1976, en Purvis, 1984).
2. Padres como Maestros: Los padres continúan y refuerzan el proceso de aprendizaje del aula en la casa. Supervisan y ayudan a sus hijos a completar sus tareas escolares y trabajar en proyectos de aprendizaje. (Snow et al. 1991; Epstein, 1990; Henderson y Berla, 1995, Clark, 1993)
3. 3. Padres como agentes de apoyo a la escuela: Esta categoría se refiere a las contribuciones que los padres hacen a las escuelas para mejorar la provisión de los servicios. Incluye contribuciones de dinero, tiempo, trabajo y materiales. (Winkler, 1997; Henderson y Berla, 1995)
4. 4. Padres como agentes con poder de decisión: En esta categoría los padres desempeñan roles de toma de decisión que afectan las políticas de la escuela y sus operaciones. Incluye la participación de padres en Consejos Escolares Consultivos y Directivos, o en programas de selección de Escuelas/Vales Escolares (vouchers). (Epstein, 1990; Henderson y Berla, 1995)(p.3)
La autora (MARTINIELLO, 1999), logra demostrar cómo la participación parental no solamente se manifiesta de manera directa dentro de la escuela, sino que ejerce una posición de supremacía en la formación de los niños y niñas, a través del ejemplo constante, la presencia permanente y el ejemplo vivo, cuyo impacto supera a todas las enseñanzas institucionalizadas: la escuela ocupa solamente un porcentaje de su vida, mientras que el resto está pleno de situaciones de interacción con sus familiares, amigos y vecinos.
Igualmente, no cabe duda que los niños, niñas y adolescentes aprenden mucho más cuando tienen la participación activa de sus padres, representantes y responsables en el ámbito escolarizado. Eso fue demostrado por (SANTIZO RODALL, 2011) cuando al citar a Epstein (2005) en su estudio sobre la reforma educativa en los Estados Unidos, fija su posición en los siguientes términos:
En ese país el programa denominado Comprehensive School Reform entrega recursos a planteles que elaboran un plan escolar que involucra a los padres de familia y a la comunidad. Está basado en la teoría de las esferas de influencia de Epstein, la cual establece que los estudiantes aprenden mejor cuando el hogar, la escuela y la comunidad trabajan juntos para apoyar su aprendizaje y desarrollo (p. 752)
No cabe duda que, tal como lo refiere la autora (SANTIZO RODALL, 2011) los estados nacionales deben incluir en sus presupuestos recursos adicionales para favorecer, garantizar y sustentar la participación parental dentro del proceso educativo institucionalizado. Esto tendería a cambiar las relaciones escuela - comunidad, siendo entonces esta última la que diseñaría, de manera efectiva y concreta los planes y programas educativos, en conjunto con los especialistas, efectivamente formados para ello: los docentes.
La escuela dejaría así de ser una "guardería" para convertirse en eje integrador de la familia, estructura de cambio social y garante de la transformación social, entendida esta como el empoderamiento de la colectividad sobre los medios de producción intelectual, dentro de los cuales, la escuela guarda una relación de preminencia, por ser la matriz de la cual partirán las nuevas generaciones, formadas según la escala de valores preponderante en el momento. Si la participación parental es plena y amplia, no habrá posibilidades, tampoco, de cercenar formas de pensamiento, o de mediatizar la expresión, sino que estarán representadas todas las corrientes de pensamiento y la escuela se hará plural en el pensamiento y universal en sus contenidos.
NIVELES DE PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES Y REPRESENTANTES EN LA EDUCACIÓN
La educación no puede seguir siendo solamente un encargo social que se hace a las instituciones, sino que debe constituir una acción integral, combinada y permanente en la cual participan todos los actores sociales.
En efecto, la educación es una actividad que toca todos los niveles de la sociedad e implica toda una serie de tareas que sobrepasan la escuela y dinamizan todo el ámbito familiar. A este respecto, se concita la participación comunitaria en los términos que la Asociación Municipal de Padres, Madres y Apoderados AMDEPA (2011) expresa: Cada día se postula con mayor fuerza el que la familia y la escuela en conjunto son los actores centrales que se encargan de la educación de niños y adolescentes. (…) la complejidad del mundo contemporáneo exige tener una formación integral a lo largo de la vida, para poder desarrollarse como persona e insertarse en la sociedad. (p.1)
Como lo refiere la mencionada asociación (AMDEPA, 2011) la educación ha dejado de ser un encargo, exclusivo, de la escuela. Hoy en día se requiere la participación plena, amplia y permanente en el proceso educativo, a los fines de lograr una verdadera imbricación de los contenidos programáticos con la vida de los ciudadanos, esto es: producir conocimientos significativos que luego se transformen en herramientas de progreso para los estudiantes.
Por otra parte el Instituto Internacional para la participación de los padres en las escuelas (IIPE, 2002) expresa que "…la transformación del papel de los padres en el de clientes de un establecimiento escolar es una muestra de la cada vez más directa introducción de los mecanismos del libre mercado en la educación…" (p. 2); de donde es posible inferir que la educación ha pasado a un rol puramente utilitario: casi una relación comercial. No es de extrañar que la educación privada haya tenido tanto auge en los últimos años.
La escuela también se ha puesto al servicio de la dominación y la discriminación, cuando crea estos espacios en los cuales se convierte en una especie de "guardería especializada" sin relación de continuidad de sus contenidos con la vida de los niños y niñas, sin ninguna coordinación con la familia y la sociedad. Una escuela desvinculada así, solamente sirve como instrumento reproductor de antivalores que trastocan las verdaderas necesidades de maduración y comunicación entre los actores educativos.
¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE INVOLUCRAR A LA FAMILIA?
En 1987 la autora Anne Henderson, realizó una compilación de estudios hechos en los Estados Unidos principalmente, sobre la participación de los padres en educación y lo llamó "La evidencia sigue creciendo". Como su nombre lo dice, los hallazgos de esas investigaciones demostraban que cuando los padres están involucrados a los niños les va mejor en el colegio y van a mejores colegios.
Desde la perspectiva de profesores entrevistados, involucrar a la familia contribuye a tener estudiantes más exitosos, un clima escolar más positivo y una enseñanza más efectiva (Epstein 1992).
Ellos consideran que cuando los padres se preocupan e incorporan en el proceso educativo de sus hijos, éstos desarrollan mejores habilidades básicas y retienen me mejor los aprendizajes después de las vacaciones de verano. Como consecuencia de esto, los profesores creen que en el largo plazo, involucrar a la familia les hace su tarea más fácil, aun cuando en un principio les signifique un esfuerzo extra (Epstein y Becker, 1982b).
Otro importante hallazgo en relación a la participación de padres tiene que ver con un aumento de la asistencia de los alumnos a clases y una disminución de la deserción escolar en experiencias en que los padres están altamente involucrados en la escuela (Dwyer y Hecht, 1992).
Algunos padres entrevistados señalaron que ven como una fortaleza del profesor el hecho de que los incorpore más en los procesos de aprendizaje de sus hijos. Cuando esto ocurre, los padres aprenden más formas de apoyar a sus hijos en la casa, entienden más los programas de estudio y evalúan mejor al profesor (Epstein, 1982).
Por su parte Dwyer y Hecht (1992), plantean que un completo entendimiento de lo
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