Pensamiento de Karl Jaspers

1. Introducción

El presente trabajo se basará en una de las intuiciones antropológicas más importantes en el pensamiento de Karl Jaspers y que también es tomado por Viktor Frankl en su obra “El hombre en busca del sentido”: la situación límite, que es planteada como aquella condición inevitable que se ofrece al hombre como ruptura y como trascendencia.  Es decir, que cada situación límite implica un sentimiento de desgarramiento del ser, y acontece como una íntima experiencia del sujeto como ser en situación.

Podemos inferir que las situaciones límite, generan perturbación y angustia, y la posibilidad de encontrar sentido en medio del sufrimiento.

Estas situaciones extremas confrontan a la persona con su mundo concreto generando un cúmulo de preguntas existenciales que conducen al escepticismo y al vacío del sinsentido, al no vislumbrar tras ellas ningún aspecto positivo para la vida. No obstante, en medio del sufrimiento cada individuo puede conquistar auténticamente su existencia al encontrar un sentido positivo que trasciende a los sentimientos opresores que acompañan estas vivencias.

De esta manera las situaciones límite, con su carácter paradójico, activan originales procesos de lucha y elección del destino individual en medio de un mundo hostil, confuso y muchas veces incomprensible.

1. Desarrollo

El propósito es analizar la búsqueda de sentido en las situaciones límite de la existencia.

Karl Jaspers, motivado por sus estudios de psiquiatría y su encuentro con la filosofía logra desarrollar en su escrito, “Filosofía” una antropología aplicada en la que analiza las diferentes actitudes del hombre contemporáneo que no encuentra sosiego en medio de un mundo hostil y vacío, a través de la duda, el asombro y las situaciones límite.

Por su parte, Frankl aborda el problema de las situaciones límite humanas describiendo con singularidad los horrores de los campos de concentración en su más reconocida obra “El hombre en búsqueda de sentido”.  De la lectura de la primera parte del libro, se pudo hacer una analogía con la película “La noche de los lápices”, que nos lleva a abordar el tema antes mencionado.

En tal sentido, ambos autores coinciden en formular una serie de actitudes vitales que determinan lo que es existir de manera auténtica o inauténtica en medio de las situaciones límite por las que todos inevitablemente atravesamos.  Es el ser o no ser por lo tanto, intentaremos realizar un breve recorrido existencial a través de la lucha, el sufrimiento y la muerte entendidos como fenómenos vitales que conforman el concepto antropológico de situaciones límite para el psiquiatra y filósofo alemán, y las posibilidades de autorrealización en medio de estas experiencias derivadas de la estructura antinómica del ser humano.

Se hace necesario resaltar que las situaciones límite tienen dos caras: una negativa que muestra la posibilidad de la pérdida existencial, el estancamiento que conduce a la incertidumbre, la angustia y la desesperación.  Y una cara positiva que nos abre al horizonte de la realización existencial.

Tomando a Jaspers (1932), nos dice:

En las situaciones limites, o bien hace su aparición la nada, o bien se hace sensible lo que realmente existe a pesar y por encima de todo evanescente ser mundanal.  Hasta la desesperación se convierte por obra de su efectividad, de su ser posible en el mundo, en índice que señala, mas allá de éste.

Dicho de otra manera: el hombre busca la salvación. [   ]

Dentro de este marco podemos decir que el hombre, es un ser en situación, y la situación es tanto un hecho físico, como un hecho natural, como un hecho psíquico, es una realidad que siempre se refiere a un sentido.  El hombre vive permanentemente en situación, pudiendo cambiar de situación, pero lo que no puede, es dejar de estar en situación.

Cuando Jaspers (1932), se pregunta: ¿Qué es la filosofía?, dice que:

El origen de la filosofía está, pues, realmente en la admiración, en la duda, en la experiencia de las situaciones límites, pero, en último término y encerrando en sí todo esto, en la voluntad de la comunicación propiamente tal.  Así se muestra desde un principio ya en el hecho de que toda filosofía impulsa a la comunicación, se expresa, quisiera ser oída, en el hecho de que su esencia es la coparticipación misma y esta es indisoluble del ser verdad.

Retomando la idea de que el ser humano está siempre en situación, desplegando de esta manera su existencia, sostenemos que en este vivir, se puede enfrentar ante situaciones especiales, tales como, el sufrimiento, la lucha, la muerte, la culpa, el azar, etc.  Y es frente a esto, que el hombre debe elegir y otorgarle un sentido, ya que estas situaciones son, precisamente, límites.

Límite, como sinónimo de barrera, frontera, que en sí mismo, no es ni bueno, ni malo. El hombre se encuentra ante una situación que le muestra el límite.  Ese límite, a su vez, actúa como un facilitador de realidades, es decir, un límite, no sólo habla de la realidad que finaliza, o de la realidad penosa en sí, sino que apela a que la persona, una vez que le haya hecho frente a la situación, apueste y descubra el sentido que esa situación tiene.

Una situación límite es inevitable, produce un desgarramiento de uno mismo.  Es vivenciar una contradicción.  Siente que no hay salida, que no hay solución, pero que a la vez puede tener el potencial de superarla.

También podemos inferir que toda situación límite, conlleva, sufrimiento.  El sufrimiento puede darse en distintos campos, el somático, con padecer orgánico, el psíquico, con trastornos emocionales, y el espiritual, a través de los valores morales o éticos.  Si bien el sufrimiento, puede deberse causalmente a uno de dichos campos, hay que tener en cuenta, que la persona, es una unidad, es decir, es la persona íntegra la que sufre, más allá de lo que provocó dicho dolor.

Cuando se asume el sufrimiento, la persona madura, produce una transformación, permitiendo así, el despliegue no sólo de un plano, el de los hechos, sino también de un plano existencial.

Sólo percibiendo y captando el sentido de las situaciones límites, es que el sufrimiento se transforma, es decir, aunque la situación dolorosa haya pasado, no ha pasado en vano.  De esta manera, el sufrimiento, se transforma en un valor, un valor que trasciende, impidiendo que la persona quede ensimismada en el sufrimiento, en un plano sin posibilidad.

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