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Prevencion Distanciamiento En La Relacion Padres- Hijos

adzelilith23 de Junio de 2013

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1. INTRODUCCIÓN

La desvinculación implica un proceso de independencia afectiva hacia la familia de origen, es decir, la persona deja de hacer sus cosas para satisfacer las expectativas familiares. Pero como todo proceso, requiere de un tiempo sujeto a diferentes variables presentes en la vida familiar, tales como la comunicación asertiva y la afectividad, para que culmine de un modo óptimo.

Los estilos de vida actuales suponen nuevos retos para los padres. Se puede afirmar con contundencia que muchos de los problemas que son motivo de consulta frecuente en los gabinetes de psicología infantil tienen su origen y se mantienen a partir de determinadas dinámicas y vivencias familiares. El niño que reclama constantemente la atención de los padres, el oposicionista, el que enferma a menudo, el que de repente deja de sacar buenas notas, entre otras situaciones, pueden ser el reflejo de un malestar emocional en el niño o desatención afectiva que no encuentra cauce de expresión por otras vías más normalizadas.

En respuesta al problema es que se plantea el programa de prevención “Con poco tiempo… pero con mucho amor” dirigido a brindar información y estrategias a padres y madres de familia respecto a cómo desarrollar un vínculo intrafamiliar a través de una comunicación asertiva y conductas afectivas con sus hijos, advirtiendo que la desvinculación familiar es inevitable, sin embargo puede ser tratable y manejada de la mejor manera, evitando su aparición a edades tempranas, hecho que bien podría provocar desadaptación social en cada niño/a o joven que se desvincula de la familia.

La incidencia del problema en el grupo de corte y confección del centro educativo alternativo boliviano ubicado en la ciudad del alto, zona satélite, según indican las madres, padres, maestra del grupo y director del establecimiento, se muestra de manera continua en varias personas de las que asisten a este centro en horario nocturno.

Para ello se pretende llevar a cabo el taller de prevención con la duración de seis sesiones a realizarse en horarios de 20:30 a 21:30 en las mismas instalaciones del centro educativo. Se contará con la presencia de catorce personas (entre padres y madres de familia), que reportan la necesidad de instruirse en el tema de cómo generar la vinculación familiar en las suya.

Para cumplir los objetivos se llevarán a cabo las siguientes actividades:-----

2. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA Y ACCIONES QUE PUEDEN LLEVARSE A CABO PARA SOLUCIONAR EL MISMO

La hipótesis bajo la cual se fundaría el programa (prevenir la desvinculación intrafamiliar) se basa en la entrevista a la profesora Paz Rebeca Calancha Cossio y el gupo focal realizado a los padres del curso en el cual se desarrollará el programa. Los cuales relataron que muchos de los problemas que se presentan dentro de sus familias, es por el hecho de que no existe un relacionamiento adecuado entre padres-hijos; debido a la falta de atención de parte de hijos a padres y viceversa; no existe la suficiente confianza entre padres-hijos para comunicar sus pensamientos, afectos, emociones; ponen prioridad a otro tipo de actividades (tv, tareas). Ya que los padres describen a sus hijos como poco comunicativos, poco sociales y tímidos.

Las acciones que se llevaran a cabo para desarrollar la vinculación en el aspecto afectivo y comunicacional será a través de talleres que serán acompañados con dinámicas en relación a los temas a tocar, finalizando con la retroalimentación de las mismas.

Los facilitadores son estudiantes de psicología de tercer año de la Universidad Privada del Valle, son: Dayanara Lenia Maidana Aguilar, Daniela Flores Calancha, Abigail Segales Oliver.

3. BASE TEÓRICA

¿QUÉ ES LA VINCULACIÓN Y DESVINCULACIÓN INTRFAMILIAR?

Minutos después del nacimiento, el niño, la madre y, si está presente el padre, se inicia el proceso de la vinculación, de establecer una relación. Después del primer llanto y el primer aliento, el neonato se calma con unos momentos de reposo en el pecho materno. En seguida, se esfuerza por concentrar la mirada en un rostro. Parece detenerse a escuchar. Los padres observan fascinados y comienzan a hablarle y a examinar sus deditos, orejitas, piececitos, etc. Hay un contacto físico cercano, lo mecen y acarician. Muchos niños encuentran el pecho y casi de inmediato empiezan a mamar, haciendo pausas para mirar alrededor. Se ha concluido claramente en por lo menos ocho laboratorios independientes y en cinco países diferentes que los bebés son capaces de alguna imitación de sus padres. Mueven la cabeza, abren y cierran la boca y hasta doblan la lengua en respuesta a los gestos paternos.

Algunos especialistas creen que estas interacciones tempranas son psicológicamente importantes para establecer fuertes vínculos entre padres e hijos. En un estudio (Klaus y Kennell, 1976) de 28 primíparas de alto riesgo con escasos recursos, el equipo hospitalario dio a la mitad de ellas 16 horas adicionales de contacto con su hijo durante los primeros tres días. Los dos grupos fueron examinados al mes, al año y a los dos años. Las madres con mayor tiempo de contacto mostraron consistentemente mucho mayor apego a su hijo, y eran más cariñosas y atentas. El contacto adicional puede ser útil sobre todo a las madres adolescentes o a las que no han tenido mucha experiencia con neonatos, así como para aquellas con hijos prematuros o de alto riesgo, y que es más probable que experimenten patrones débiles de apego en el parto a causa de la dificultad de aceptar los pobres resultados de sus bebés.

Entonces entendiendo la vinculación como lazos de apego, se habla así de una relación progresiva entre padres e hijos que comienza inmediatamente después del nacimiento y es apenas el anticipo de la relación que ha de construirse.

¿Es el apego una respuesta condicionada o se trata de una necesidad innata de establecer lazos?

Se habla así de una desvinculación por falta de recursos interaccionales donde el desmembramiento familiar comienza a insinuarse casi inadvertidamente a lo largo del tiempo, incluso a través de largos años. El término "agotamiento" alude a la comprobación de la escasa disponibilidad para generar nuevos acuerdos referidos a la convivencia, quizá por falta de tiempo, una vez que los participantes han constatado el efecto deteriorante de la sucesión y acumulación de acuerdos rotos. Ello pone de manifiesto la progresiva instalación de "realidades" incompatibles y la fractura de la pertenencia familiar. Podemos mencionar aquí a aquellos cónyuges que no se hablan entre sí o que prácticamente no comparten las rutinas cotidianas, como así también al distanciamiento entre padres e hijos unidos sólo por el hecho de habitar formalmente bajo el mismo techo.

RELEVANCIA DE LA AFECTIVIDAD EN EL PROCESO DE VINCULACIÓN-DESVINCULACIÓN

Ya no hay ninguna duda respecto al hecho de que la salud mental en niños y adolescentes (también adultos) está condicionada en gran medida por la cantidad y calidad de las relaciones afectivas que como padres fueron capaces de construir con sus hijos desde la más temprana infancia. No obstante, parece que la sociedad moderna no fomenta ni siquiera valora con la importancia que se merece este hecho.

Hay un primer factor relevante y recurrente en la familia actual: “la falta de tiempo para estar con los hijos”. Muchos padres justifican así el hecho de que no hayan atendido debidamente las necesidades afectivas de sus hijos desde las etapas más tempranas. Las consecuencias, si además se dan otros factores asociados (separaciones, malos tratos, problemas económicos...) pueden ser nefastas para integridad emocional del niño.

Un segundo factor a considerar es la poca capacitación de los padres. Muchos de ellos quizás pertenecen, a su vez, a entornos donde tampoco recibieron una atención afectiva suficiente y, por tanto, se les privó del aprendizaje acerca de cual era la mejor forma de educar e interaccionar con los hijos.

Un tercer factor lo podemos situar sobre circunstancias sobrevenidas, a veces imprevistas, como los problemas de trabajo, económicos, de relación en la pareja, etc. Estos factores pueden empeorar significativamente la calidad de las relaciones entre los miembros de la familia y crear un ambiente de inseguridad que puede resultar muy dañino para los más pequeños.

Evidentemente, cada niño es un mundo y así lo es la forma en que cada uno de ellos va a exteriorizar su malestar o desatención afectiva. Sea como fuere, si somos capaces de fortalecer los vínculos afectivos, aún en las situaciones difíciles, conseguiremos minimizar el riesgo de problemas emocionales y de conducta en el futuro.

COMUNICACIÓN , FACTOR INFLUYENTE EN EL PROCESO DE VINCULACIÓN-DESVINCULACIÓN

En el entendido de que la familia es la unidad básica de la sociedad, también será esta que a través de los vínculos desarrolle en cada uno de los individuos pautas comunicacionales, en su caso asertivas o no.

La comunicación entre padres e hijos suele deteriorarse en algún momento entre la infancia y la adolescencia, con algunos cambios claros en los patrones de interacción: pasan menos tiempo juntos, las interrupciones a los padres y, sobre todo, a las madres son más frecuentes, y la comunicación se hace más difícil. Un aspecto que merece la pena destacar es el referido a la diferente percepción que padres e hijos tienen de la dinámica familiar. Así, cuando se pregunta a unos y otros sobre la comunicación en el entorno familiar, chicos y chicas afirman tener una comunicación con sus progenitores peor de lo que estos últimos indican. Tal vez estas

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