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Pruebas Proyectivas


Enviado por   •  3 de Septiembre de 2013  •  1.942 Palabras (8 Páginas)  •  451 Visitas

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¿QUÉ SON LOS CUIDADOS PALIATIVOS?

Los Cuidados paliativos son las atenciones, cuidados y tratamientos que se dan a los enfermos en fase avanzada y terminal con el objeto de mejorar su calidad de vida. Definición de la OMS "Los Cuidados Paliativos son un modo de abordar la enfermedad avanzada e incurable que pretende mejorar la calidad de vida tanto de los pacientes que afrontan una enfermedad como de sus familias, mediante la prevención y el alivio del sufrimiento a través de un diagnóstico precoz, una evaluación adecuada y el oportuno tratamiento del dolor y de otros problemas tanto físicos como psicosociales y espirituales. Los cuidados paliativos y por extensión los equipos de cuidados paliativos proporcionan alivio al dolor y a otros síntomas; defienden la vida (son “vitalistas”) pero contemplan la muerte como un proceso natural; no intentan acelerar ni posponer el fallecimiento; incorporan los aspectos psicológico y espiritual en la atención al paciente; proporcionan un apoyo para ayudar a los pacientes a mantener hasta el fallecimiento, dentro de sus limitaciones, el mayor nivel de actividad; ofrecen su ayuda a la familia a lo largo del proceso de la enfermedad y, luego, en el duelo; trabajan en equipo para resolver el conjunto de necesidades del paciente y de sus familiares incluido, cuando es preciso, el apoyo en el duelo; no sólo pretenden mejorar la calidad de vida, sino que pueden influir también de manera positiva en el curso de la enfermedad; se pueden aplicar de manera temprana en la evolución de la enfermedad asociados a otros tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia, dirigidos a prolongar la supervivencia, y abarcan también los estudios encaminados a comprender y a tratar de manera más adecuada las complicaciones que puedan afectar al paciente."

Características del modelo de atención Unidad de Cuidado:

Paciente mas familia Equipo multidisciplinar Tratamientos de intención paliativa Carácter integrador en otras especialidades y terapias Asistencia siempre disponible.

TANATOLOGÍA

Es la disciplina que estudia el fenómeno de la muerte en los seres humanos, tratando de resolver las situaciones conflictivas que suceden en torno a ella, desde distintos ámbitos del saber, como son la medicina, la psicología, la religión y el derecho fundamentalmente. Desde la perspectiva psicológica, está enfocada, a establecer entre el enfermo en tránsito de muerte, su familia y el personal médico que lo atiende, un lazo de confianza, seguridad y bienestar, además de propiciar en el enfermo terminal, los cuidados necesarios que le aseguren una muerte digna y en paz. Los objetivos de la tanatología se centran en la calidad de vida del enfermo terminal, evitando la prolongación innecesaria de la vida, así como su acortamiento prematuro, propiciando una "muerte adecuada", que se caracteriza por las siguientes acciones: Atención al sufrimiento psicológico. Atención a las relaciones significativas del enfermo. Atención del dolor físico. Atención al sufrimiento espiritual. Atención a las últimas voluntades. Atención a los aspectos legales. Una característica importante de la tanatología como rama de la medicina, consiste en facilitar al enfermo terminal, todos los cuidados paliativos necesarios en cualquier ámbito de acción, y ayudar a la familia del enfermo, a sobrellevar y elaborar el proceso de duelo producido por la muerte de éste. Cuando la enfermedad terminal se hace presente en el núcleo familiar, en realidad es la familia total quien enferma, ya que las emociones, los temores, el desconcierto que son movilizados por el padecimiento, van a matizar cada día de la vida del paciente y de sus seres queridos más cercanos, con la característica primordial de experimentar la angustia de muerte que habrá de acompañarlos hasta el final.

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Así, en el aspecto psicológico, los miembros de la familia se van encontrando con una doble carga: una intrapsíquica, que los hace plantearse su propia muerte, y otra interpersonal, que contempla el proceso de la enfermedad como un personaje que se ha introducido a la familia sin ser invitado, y que plantea en un tiempo relativamente corto el encuentro con la muerte de su ser querido. Para las familias que viven esta experiencia hay un antes de la enfermedad, un durante y un después, que dejan huellas muy profundas a partir de la sospecha de que algo no anda bien en ese miembro de la familia que enfermó, de quién se trata en el sistema familiar, y de cómo el médico les ofreció el diagnóstico y el pronóstico. Ya desde que se presentó el malestar, se había iniciado, tal vez, un largo peregrinar entre médicos, al que ahora se suman las posibles internaciones y cirugías, la pérdida de funcionalidad propia de la enfermedad y de los efectos de los tratamientos, que alteran al paciente y a sus seres queridos modificando su dinámica habitual, sus emociones, sus proyectos y hasta su sentido de vida y creencias religiosas. Ese “durante” de la enfermedad que no solo mueve a cuestionamientos profundos sino que también plantea momentos en los que hay que tomar decisiones prácticas como puede ser la definición del mejor lugar para tener y atender a ese ser querido que ha enfermado.

El adiós final se va construyendo día a día, tal vez con breves momentos de profundo silencio y recogimiento al lado de ese ser querido, ocupados en agradecer, pedir perdón y perdonar; y otros, ocupados en escuchar, recordar y disfrutar experiencias compartidas; final que se va construyendo para dejar morir en el momento adecuado, que, será como el momento mismo del nacer: único e irrepetible. Cuando el paciente RENUNCIA a seguir adelante, es porque puede reconocer que ya llegó a su límite o que ya alcanzó su fin. Se trata aquí de una renuncia que no es sinónimo de fracaso. Renuncia que se vive entonces como un acto de generosidad: “Me recorro para que otros ocupen mi espacio”; así la muerte se convierte también en un límite que ordena la vida y en una generosa entrega que deja preparado un lugar para las siguientes generaciones. Es entonces que la muerte del otro adquiere un sentido integrador; se trata de la muerte del otro sintonizada con los valores de la vida: amor, generosidad, crecimiento, paz y aceptación. Finalmente, la familia encuentra alivio a su sufrimiento, y puede

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