Psicologia Educativa

El objetivo principal de su trabajo es ayudar a resolver las problemáticas que puedan presentar los alumnos y el personal docente, así como las que incurren con los padres, y capacitar a los tres grupos acerca de diversos temas, ambas labores con el fin de mejorar el entorno educativo y, por lo tanto, la calidad de los servicios que la institución ofrece. Las funciones o responsabilidades que se le han delegado, sin embargo y como podrá notar, se salen de este esquema.

Las problemáticas que los alumnos presentan incluyen aquellas derivadas de sus relaciones con otros alumnos y profesores, problemáticas a raíz de un entorno familiar conflictivo y a raíz de un trastorno no identificado (o identificado).

Las primeras comúnmente requieren una intervención breve; los conflictos interpersonales con los compañeros se resuelven con la ayuda de los docentes y los involucrados. Una excepción es cuando se trata de casos de bullying, en los cuales la psicóloga trabajaría con las autoridades de la institución.

Existen alumnos que, debido a los conflictos y presiones que experimenta en su hogar, no querrán asistir a la institución, presentarán conductas desadaptadas en el salón de clase o con sus compañeros, o quizá un súbito bajo rendimiento académico. Estos indicadores son originalmente observados por los docentes, y luego comentados a la psicóloga, quien dará seguimiento al caso. De ser necesario (las conductas o el bajo rendimiento han persistido por dos meses), se citará a los padres para una entrevista y se les solicitará el permiso para realizar una entrevista psicológica con su hijo y una evaluación por medio de pruebas psicológicas. Cómo se procederá dependerá de la severidad del problema, pero la mayoría de las veces los estudiantes son referidos a los especialistas pertinentes.

Cuando existe o se presume la existencia de un trastorno, se entrevista a los padres y se les solicita el permiso para realzar una evaluación psicológica.

Las problemáticas que enfrentan los profesores, frecuentemente menos graves y de fácil resolución, incluyen aquellas derivadas del entorno de clase, de las presiones de su trabajo, de diversos factores estresantes en los contextos de su vida que interfieren en su práctica laboral y problemáticas a raíz de no poder —o saber— lidiar con alumnos diagnosticados con trastornos u otras condiciones.

Ante el primero, que podría ir desde un individuo conflicto hasta todo un grupo inmanejable, la tarea no consiste, obviamente, en enseñarle a los docenes cómo hacer su trabajo. El papel de la psicóloga en tales situaciones es similar al que tendrá de presentarse la segunda y tercera problemática mencionadas: crear un ambiente para el docente en el que éste pueda desahogarse, para luego aconsejarlo acerca de cómo manejar el estrés y relacionarse mejor con sus alumnos. Es también común que practique terapias de sonido, pues han probado ser efectivas.

Ayudarles a tratar con alumnos que padecen de trastornos mentales u otras condiciones (inmadurez en el desarrollo) es una labor naturalmente más complicada y constante, y es algo a lo que se enfrentan todos los docentes. Se ha encontrado que existe por lo menos un estudiante con trastorno por déficit de atención (con o sin hiperactividad) por salón de clases, mientras que las otras dos condiciones más prevalentes son la dislexia y la inmadurez en el desarrollo. Existe además un caso de síndrome de Asperger con trastorno por déficit de atención con hiperactividad y dos de trastornos afectivos

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