Psicología Aplicada A La Conducción
karloko23 de Febrero de 2012
9.185 Palabras (37 Páginas)2.429 Visitas
El comportamiento humano en conducción: factores
perceptivos, cognitivos y de respuesta
Amaro Egea Caparrós
Universidad de Murcia
Introducción
La evolución no ha preparado a la especie humana para desplazarse a las velocidades a
las que lo hace en los automóviles hoy en día. Desde este punto de vista, no resultan
sorprendentes algunas predicciones que se hacían al comienzo del desarrollo de la
motorización masiva. Dichas predicciones (hechas en 1901) recuerdan algunas cosas
que se decían en los inicios de la expansión de los ferrocarriles. En ese año Carl Benz
decía que el mercado masivo de los automóviles se vería limitado porque “no iba a
existir más de 1 millón de personas (en todo el mundo) capaces de ser entrenados como
chóferes” (sic.).
La realidad es que la conducción de automóviles es una actividad habitual para una
enorme fracción de la población humana, que puede aprenderse en un periodo
relativamente breve y sin demasiadas dificultades. Aún así, 30 años después de que se
constituyera como disciplina formal la de los factores humanos, no existe un modelo
global satisfactorio de cómo las personas aprenden esta habilidad y la ejecutan, aunque
ha acumulado un gran cuerpo de literatura científica acerca de varios aspectos
específicos del comportamiento en conducción. Nosotros nos vamos a centrar en la
consideración de los diferentes niveles de la tarea de conducción, abordándolos desde
un punto de vista cognitivo, con el propósito de examinar cómo interactúan estos
niveles entre sí, aunque se carezca de una teoría satisfactoria que los integre en una
explicación global.
1. Análisis de la tarea de conducción
1.1. Los tres niveles de actividad
Puede considerarse que la conducción se desarrolla en tres niveles de actividad
diferentes: un nivel de control, un nivel táctico o de maniobra y un nivel estratégico o de
planificación. Abundando en esta diferenciación, los tres niveles implican,
respectivamente, mantener el vehículo en una trayectoria predeterminada, maniobrar (es
decir, evitar otros vehículos, girar a la izquierda en una intersección, etc.) y la
navegación o planificación de un desplazamiento. Además, cada uno de ellos varía en
cuanto a la complejidad o cantidad de información que interviene en ellos; por ejemplo,
Cognición y Psicología Aplicada a la conducción de vehículos
- 2 -
frenar es una tarea menos compleja que girar en un cruce y girar es menos complejo que
pensar en una ruta alternativa. Michon (1985) también señaló otra diferencia entre
niveles, que afecta a la escala temporal en la que se desarrollan: mientras el nivel de
control abarca apenas unos milisegundos, el nivel de maniobra se desarrolla en una
escala de segundos, hasta finalmente el nivel estratégico, que implica una duración
mayor.
1.2. Análisis de la tarea del sistema vía-vehículo
La tarea de conducción puede conceptualizarse, en primer lugar (nivel operacional)
como una tarea bidimensional de control del vehículo: por un lado, la tarea de control
lateral del vehículo, es decir, el control de su posición en el carril de la carretera por la
que se desplaza. Esta tarea de control o "tracking" puede entenderse como una variable
controlada de 2º orden, con un "pre-visionado" o información previa -la configuración
de la carretera tal como se presenta delante del conductor- y un "predictor" -la dirección
actual del vehículo.
La tarea "longitudinal" o de mantenimiento de la velocidad depende de información que
puede provenir, bien de un propósito interno (conducir deprisa pero no tanto que se
pierda el control del vehículo o ser detectado por la policía por superar el límite) o bien
por el comportamiento de otros vehículos, obstáculos o dispositivos de control del
tráfico.
Así, la toma de control del vehículo presenta tres canales de información a monitorizar a
lo largo de ambos ejes: el control lateral, que viene indicado por el entorno de la
carretera y el control longitudinal, que está indicado por un conjunto distribuido de
inputs -el flujo de movimiento a lo largo de la carretera, la localización o distancia de
los obstáculos o dispositivos de control del tráfico y el velocímetro.
Además, la calidad de este input visual puede estar degradada por condiciones de
visibilidad reducida (noche, niebla ...) o por inspecciones momentáneas de objetos fuera
de la carretera.
La investigación ha indicado que la mejor medida de ejecución del control lateral del
vehículo no es una medida de error, sino la medida de "tiempo para cruzar la línea" o
TLC ('Time-to-line-crossing'), que proporciona una estimación directa de la cantidad
media de tiempo que el conductor tiene disponible antes de que el objetivo (de
mantenerse dentro del carril o la carretera) se pierda (Godthelp, 1983), dada la
trayectoria actual y la distancia al borde del carril.
Cognición y Psicología Aplicada a la conducción de vehículos
- 3 -
2. Percepción y conducción
Se tratará a continuación de exponer brevemente algunos de los factores de naturaleza
perceptiva que determinan el comportamiento en conducción y que hemos resumido en
tres fundamentales: la predominancia de la retroalimentación visual, la adaptación a la
velocidad y la percepción del tiempo para contactar.
2.1. Información visual y conducción: la predominancia de la
retroalimentación visual.
“La visión es la única guía para un conductor que tiene que anticipar sus acciones
cuando maneja un vehículo que se desplaza, antes de llegar a un tramo o superficie que
se encuentra inicialmente lejos del observador”.
La visión proporciona a un conductor información sobre: a) las características del
entorno, b) su posición relativa ocupada en un instante determinado, c) la orientación
respecto a elementos clave del entorno, d) la velocidad de desplazamiento, e) la
dirección de desplazamiento, y f) el tiempo que resta para contactar con algún objeto.
De todas ellas, vamos a centrarnos en las tres últimas.
A) La velocidad de desplazamiento.
En cuanto a los estudios sobre cómo las personas estiman la velocidad con la que se
desplazan, hay que señalar que, aunque el flujo óptico pueda informar de manera
fidedigna de la variación en esta velocidad, usualmente las personas no responden
linealmente a esta información. Es decir, aunque doblemos la velocidad y el flujo
óptico se desplace el doble de rápido en la retina, las personas no perciben que están
viajando el doble de deprisa.
Lo que se ha observado repetidas veces es que la respuesta perceptiva de los sujetos
tiende a ser mayor (a ser “exagerada”, por así decirlo) respecto a la variación física
que la produce. Por ejemplo, cuando se pidió a unos conductores que redujeran su
velocidad de 60 mph a la mitad, la mayoría la ajustaba a 38 mph. Estos trabajos han
utilizado procedimientos diferentes para estudiar cómo las personas estiman la
velocidad y, aunque los resultados pueden variar algo, se comprueba repetidamente
la existencia de una respuesta perceptiva diferente a la simple traslación de la
velocidad real a la velocidad percibida. Las estimaciones de la velocidad realizadas
por las personas se ven afectadas por las variaciones de velocidad, estimándose en
general esas variaciones como mayores de lo que en realidad son. No hay pues una
respuesta lineal en la percepción de la velocidad al cambio en la velocidad de
desplazamiento del flujo óptico.
Cognición y Psicología Aplicada a la conducción de vehículos
- 4 -
B) La dirección de desplazamiento.
No menos importante que la percepción de la velocidad para la conducción lo es la
información para el control de la dirección de movimiento que proporciona el flujo
óptico. Antes de proseguir citando los resultados de algunos experimentos, vamos a
hacer referencia a ciertos aspectos del flujo óptico.
Un observador que se desplaza percibe cambios en la imagen del medio ambiente
óptico, es decir, cambios en la escena visual o flujo óptico. Estos cambios implican
el acercamiento a una superficie, el acercamiento a otra y un desplazamiento lateral.
Si pudiéramos situar un cámara con una lente que cubriera 360 grados y
moviéramos esa cámara, apreciaríamos cómo la imagen de los objetos que se
encuentran directamente enfrente de la cámara se hace cada vez más grande,
mientras que la de los objetos situados detrás (de los cuales la cámara se está
alejando) se hace cada vez más pequeña. Además, la imagen de los objetos situados
a ambos lados se mueve en dirección contraria a la dirección de desplazamiento.
Todo esto también sucede cuando nos desplazamos en el ambiente. Esto es, los
cambios en la dirección de desplazamiento producen cambios particulares en el flujo
óptico. Lo principal es que dichos cambios en la estimulación
...