ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Psicología de las masas y análisis del Yo (1921) Sigmund Freud


Enviado por   •  24 de Abril de 2021  •  Resúmenes  •  2.288 Palabras (10 Páginas)  •  159 Visitas

Página 1 de 10

Introducción. Nuestros antecedentes: Psicología de las masas y análisis del Yo (1921) Sigmund Freud.

“El otro cuenta, con total regularidad, como modelo, como objeto, como auxiliar y como enemigo” S. Freud

En Psicología de las masas y análisis del Yo, Freud teoriza acerca de los fenómenos de masas e intenta explicar cuáles son los lazos que la mantienen unida. En los primeros capítulos toma los trabajos de conocidos sociólogos, quienes sostienen que el lazo que opera en la masa es la sugestión. Un líder carismático “hipnotiza” a los integrantes de una masa y los maneja a voluntad.

Esta explicación no satisface a Freud, entre otras cosas, porque nadie explica cómo funciona la sugestión.

En los capítulos 7 y 8 deja sentada su posición, los lazos que unen una masa son la identificación y la Idealización.

Al comienzo del capítulo 7 plantea que el psicoanálisis conoce a la Identificación como la primera exteriorización de la ligazón afectiva con otra persona. Es un acto psíquico que nada tiene que ver con los fenómenos de imitación en los animales.

Es un proceso que humaniza al cachorro humano, donde el otro de la crianza, de quien el niño depende por completo, es tomado como modelo, es una identificación primaria y necesaria para poder constituirse como sujeto pleno de la cultura en la que está inmerso.

Más adelante habla de otras identificaciones, dice que son parciales, a un rasgo en particular. Una tiene que ver con una trama en la que se juegan la hostilidad o la inclinación erótica. Es una identificación que tienen que ver con un síntoma, digamos que es el terreno de la psicopatología.

El tercer tipo de identificación que describe es la que opera en la masa, también es parcial, a un rasgo en común. Los integrantes de una masa se han identificado entre sí porque han puesto el mismo objeto en el lugar del Ideal del Yo, dice Freud. En el ejemplo de la Iglesia, este objeto idealizado es Cristo, lo que les permite a los cristianos identificarse como hermanos en Cristo.

La Identificación tiene así una doble vertiente, es constitutiva del Sujeto y hace posible el lazo social.

Desde esta obra de Freud hay una nueva lectura del orden social, si alguien ostenta un lugar de poder es porque hay otros que lo sostienen en ese lugar. Es un esquema de por lo menos dos individuos donde se juegan dos tipos de lazos.

Vamos a desarrollarlo a la luz de lo planteado por Jacques Lacan.

El lugar del Otro

La cría humana nace prematura, y a diferencia de los mamíferos superiores, logra sostenerse erguido y caminar alrededor de 2 años después de su nacimiento, que es cuando se produce la mielinización de su sistema nervioso y logra empezar a coordinar sus movimientos. Este hecho produce una dependencia de los adultos, para mantenerse erguido, caminar, comer y demás durante un tiempo prolongado.

Pero más allá de las cuestiones biológicas, para que se funde un Sujeto, debe preexistir a su nacimiento un lugar en lo simbólico. Esto quiere decir que debe haber un lugar para él donde haya sido esperado, nombrado, una historia que deberá hacer propia, cómo fue concebido, en qué momento de la historia de sus padres llega, tendrá un nombre, un apellido que lo situará en un linaje familiar, deseos y temores que marcarán su existencia.

En el deseo de un hijo confluyen las fantasías y los proyectos afectivos de los padres y de las familias de origen; que los confronta con un bebé real luego del nacimiento y con su presencia concreta. Esta última transición es imprescindible para tramitar la filiación de ese niño reconociéndolocomo hijo propio, adoptándolo, independientemente de su origen procreativo.

Es así que el primer anidamiento de un futuro sujeto es el espacio de fantasías de quienes desean ser padres. Como también los anclajes primarios de los mandatos de las familias que van modelando el lugar del niño por venir. La parentalidad se va montando sobre las representaciones enlazadas con los afectos, que ayudan a tolerar el desvalimiento infantil a posteriori del nacimiento. Estos a su vez son los transmisores de la cultura que habitan.

Dice Lacan “un psicoanalista debe asegurarse en la evidencia de que el hombre, desde antes de su nacimiento y más allá de su muerte, está atrapado en la cadena simbólica, la cual ha fundado el linaje antes de que borde el él la historia (….) es en su ser mismo donde está efectivamente tomado como un todo, pero a la manera de un peón, en el juego del significante, y desde antes de que las reglas le sean transmitidas….” (Situación del psicoanálisis y formación del psicoanalista. 1956)

En la obra de Lacan, el concepto de Otro tiene varias definiciones una de ellas es “tesoro del significante”.

La metáfora tesoro del significante está tomada de Ferdinand de Saussure en el Curso de Lingüística General: “Si pudiéramos abarcar la suma de las imágenes verbales almacenadas en todos los individuos, entonces toparíamos con el lazo social que constituye la lengua. Es un tesoro depositado por la práctica del habla en los sujetos que pertenecen a una misma comunidad, un sistema gramatical virtualmente existente en cada cerebro, o, más exactamente, en los cerebros de un conjunto de individuos, pues la lengua no está completa en ninguno, no existe más que en la masa. Al separar la lengua de la palabra se separa a la vez lo que es social de lo que es individual.”

Para Lacan el lugar del Otro es el tesoro del significante, en tanto reservorio de la lengua, de las leyes humanas y de la cultura.

Si bien el Inconsciente está estructurado como un lenguaje, para cada uno no es idéntico el ordenamiento interno de los significantes comunes de la lengua. Durante toda la carrera escucharán que hay una producción social de sentido, desde este punto de vista podemos pensar el lazo social, el sujeto es tomado por un discurso. Sólo a través del lazo social el significado es susceptible de guardar el mismo sentido.

Las palabras usadas tienen el valor compartido que le otorgan los usos del lenguaje en una cultura y una época dadas, pero a nivel del Inconciente, el valor de cada uno está dado según la historia individual del sujeto en cuestión.

Este lugar del Otro tiene como función identificar al sujeto, es el primer tipo de identificación al que aludía Freud en Psicología de las Masas. Es el antecedente necesario para las demás identificaciones.

Cuando un sujeto habla de sí mismo, define su "ser" con un número

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (13.2 Kb)   pdf (51.2 Kb)   docx (13.5 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com