RELACIONES PACIENTE-PROVEEDOR DE SERVICIOS DE SALUD

¿QUÉ ES UN PROVEEDOR DE SERVICIOS DE SALUD?

Aunque se considera que los médicos continúan siendo los principales proveedores de atención a la salud, en estados unidos cada vez es más frecuente que las personas reciban gran parte de la atención primaria de individuos que no son médicos.

Enfermeras como proveedores

Enfermería de práctica avanzada es un término general que se da alas enfermeras registradas que tienen un nivel de formación más allá de los 2 a 4 años de educación básica y que tienen responsabilidades importantes frente a los pacientes.

Las enfermeras clínicas atienden a sus propios pacientes, proporcionan toda la atención médica de rutina, prescriben tratamiento, vigilan el progreso de los pacientes crónicos y atienden pacientes ambulatorios con diferentes trastornos.

Asistentes médicos como proveedores

Los asistentes médicos realizan muchas de las tareas rutinarias de atención a la salud como, por ejemplo, obtener información médica o explicar a los pacientes. En muchos casos, el asistente medico toma las mismas clases que el estudiante de medicina durante el primer año, y el segundo año lo pasa en rotación clínica en contacto directo con los pacientes.

Características de la comunicación paciente-proveedor

Las críticas de los proveedores se refieren, por lo general, al desmedido uso de terminología especializada, a la poca retroalimentación y a la atención despersonalizada.

La mala comunicación entre el paciente y el proveedor está vinculada con problemas tan importantes, como la falta de adherencia a las recomendaciones del tratamiento y a la presentación de demandas por negligencia médica.

Los pacientes como consumidores de servicios

Hoy cada vez más los pacientes adoptan actitudes defensoras de sus derechos como consumidores de un servicio frente a la atención a su salud.

Para hacer que un paciente siga su tratamiento es necesario contar con la total cooperación y participación del paciente en el plan del tratamiento.

Los pacientes suelen tener un conocimiento considerable acerca de su enfermedad, especialmente si se trata de problemas crónicos o recurrentes. Por ejemplo, un diabético suele saber mejor como controlar sus niveles de glucosa, que un médico que no esa familiarizado con este determinante caso.

Ambiente        

Aparentemente el consultorio es un ambiente poco adecuado para una buena comunicación.

El proveedor necesita obtener del paciente la mayor cantidad de información en el menor tiempo posible. Los problemas que presenta el paciente pueden haberse vuelto más complejos por el empleo de remedios sin receta que pueden haberse enmascarado o distorsionado los síntomas.

Estructura de los sistemas de atención a la salud

El cambio en la estructura de los servicios de salud, de la práctica privada, pago por servicio a los sistemas de pago por terceros puede tener de manera inadvertida, efectos adversos en la comunicación entre el paciente y el proveedor y en las opciones para el paciente.

Conductas del proveedor que contribuye a una mala comunicación

No escuchar. La comunicación entre el paciente y el medico se puede dañar por ciertas conductas del proveedor. Una de las conductas del proveedor que causa problema es no escuchar

Empleo de lenguaje especializado. El uso de lenguaje especializado y de lenguaje técnico contribuye también de  manera importante a la mala comunicación. Los pacientes entienden relativamente poco los términos complejos que suelen usar los proveedores.

Lenguaje infantil. Debido a que los médicos subestiman que tanto pueden entender los pacientes acerca de sus enfermedades y tratamientos, suelen recurrir a un lenguaje infantil y a explicaciones sencillas.

Tratamiento impersonal. Puede emplearse internacionalmente para mantener sosegado al paciente mientras se le realiza un procedimiento o un examen.

Contribuciones de los pacientes a la mala comunicación

Existen varios factores en el paciente que contribuyen a la mala comunicación entre el paciente y el proveedor. Si el paciente está nervioso, su capacidad de comprensión suele estar disminuida. Concentrarse en lo que preocupa al paciente puede ayudar a reducir esa barrera de la comunicación.

Algunos pacientes no son capaces de comprender ni la información más sencilla acerca de su situación. También, a medida que la gente se hace mayor, sus problemas de salud aumentan, pero su capacidad para exponer sus padecimientos de manera adecuada y de seguir los lineamientos de tratamiento suele disminuir.

Los pacientes dan más importancia al dolor y a los síntomas que interfieren en sus actividades. En cambio los proveedores se interesan más por la enfermedad, por su gravedad y tratamiento.

Algunas veces los pacientes no dan la información correcta acerca de sus antecedentes patológicos o acerca de sus preocupaciones,

También suele ocurrir que los pacientes no hagan preguntas porque piensan que no van a obtener una respuesta clara. Los proveedores piensan erróneamente que como el paciente no pregunta no necesita ninguna información.

CONSECUENCIAS DE UNA MALA COMUNICACIÓN ENTRE PACIENTE Y PROVEEDOR        

Los problemas de la comunicación entre el proveedor y el paciente no serían más que una desafortunada casualidad del tratamiento médico si no fuera por el precio que tienen para la salud. Los pacientes insatisfechos es probable que dejen de hacerse chequeos médicos y que presenten quejas formales.  De esta manera, parece que la insatisfacción del paciente con la interacción paciente-proveedor no solo favorece riesgos para la salud al hacer que los pacientes eviten hacer uso de estos servicios en el futuro, sino que también plantean dilemas que cuestan tiempo y dinero a los organismos de atención a la salud.

Falta de adherencia al tratamiento

Cuando los pacientes no siguen las conductas y recomendaciones que les dan sus proveedores, a eso se le llama falta de adherencia,

La adherencia es por lo general tan mala que hay investigadores que creen que con los actuales niveles de adherencia no se pueden lograr los efectos de las medicaciones, La adherencia es mayor entre los pacientes con VIH, artritis, trastornos gastrointestinales y cáncer, y es menor en pacientes con trastornos pulmonares, diabetes y trastornos de sueño. Más del 80 5% de los pacientes a los que el medico recomienda cambios conductuales tales como dejar de fumar o seguir dietas restrictivas no logras seguir recomendaciones.

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