ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Representacion Del Mas Alla De La Muerte En La Vegez


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2012  •  2.634 Palabras (11 Páginas)  •  386 Visitas

Página 1 de 11

Introducción

Tema: muerte, representación y tercera edad

Marco teórico

La muerte no es sólo un suceso físico o biológico, cuya identificación se relaciona con la presencia de un cortejo de signos y síntomas clínicos que evidencian el hecho sino que también constituye un proceso psicosocial cuyo significado debemos buscar en los grupos humanos donde se produce.

Cada sujeto, va a tener una representación, una idea acerca de ella según la edad, la época, la clase social en la que se encuentre.

Todos estos son conceptos muy importantes ya que van a influir en las ideas previas que se hagan los sujetos, respecto de si hay o no un más allá después de la muerte.

A la hora de definir nuestra unidad de observación nos vamos a apoyar en el material aportado por la cátedra de psicología Evolutiva II (materia ubicada en tercer año de la carrera de licenciatura en psicología) que entiende a la vejez de la siguiente manera: como un proceso de resignificacion de la historia de investiduras que conmocionan a las estructuras constitutivas (narcisista, edipica y proyecto identificatorio). Son transformaciones de la subjetividad que al resolverlas instalan al sujeto en su nueva posición. Es necesario aclarar que para la cátedra esta es una historia – historizada.

Vamos a tener en cuenta la Vejez como uno de los momentos de la evolución del ser humano que exige una restructuración del aparato psíquico. Para abordar dicho momento nos resulta necesario precisar la noción de evolución de la que estamos hablando. A diferencia de la concepción Positivista del tiempo (lineal, lo anterior determina lo posterior), el concepto de evolución articula, tanto la dimensión diacrónica como sincrónica (estructura), teniendo en cuenta el concepto de “Retroacción o A posteriori” introducido por Freud; que permite entender la historia del sujeto no como un conjunto de acontecimientos fácticos de su vida, sino que alude a momentos lógicos, donde algo da un nuevo sentido a lo que hasta ese momento venía ocurriendo. Se hace referencia a que a lo largo de la vida, el material psíquico sufre retranscripciones que otorgan a lo vivido una nueva significación y una nueva eficacia. Lo que interesa saber es de qué manera se producen estas reorganizaciones del material psíquico.

Es así que la historia es entendida como historia historizada, opuesta a una crónica, que supone un trabajo de elaboración y de interpretación de lo vivido, de dar sentido, que no tiene que ver con lo efectivamente vivido.

Tomamos a lo psíquico como efecto de una estructura abierta, dinámica, que se constituye en relación dialéctica con el otro, conformando una historia que se transforma y se resignifica.

Según la profesora en psicología Graciela M. Petriz no debemos entender la vejez como una declinación sino como un proceso de ponerse en contacto presente con el pasado vivido.

Entender que uno puede prescindir de lo que se pierde si aun puede significar lo que tiene y lo que vive.

La fantasía de muerte es reactivada de la tragedia del complejo de Edipo. Muerte doblemente presente (por asesinato del propio padre y la muerte propia fantaseada por el hijo) puesta en marcha por la necesidad de hacer el duelo por la existencia de un padre eterno que permitirá sostener el lugar del niño eterno; solo pueden ser excluidos si se establece una conexión entre la transmisión de la ley y la aceptación de la muerte. Se entrega un legado al otro para hacer que algo permanezca en el tiempo. Se alimenta el deseo de que el hijo llegue a ser alguien a quien se le da el derecho de ocupar sus mismas funciones y lugares. El no ser deseado o no desear caracteriza la pérdida en la vejez.

Según Carl, Gustav Jung, el plantea que no desea que tengamos una vida después de la muerte, y que tampoco pretende fomentar ideas de tal carácter.

Pero asegura que esas ideas existen, nos invaden cotidianamente y pueden manifestarse, a no ser que los hombres las reprimamos en virtud de ciertos prejuicios. Pero cierta prevención traba y daña el fenómeno total de la vida psíquica.

Recientemente la razón crítica ha hecho desaparecer, junto con muchas otras concepciones míticas, la idea de la vida postmortal. Esto resulto posible porque actualmente los hombres casi siempre se identifican exclusivamente con su consciencia y se imaginan ser únicamente lo que de sí mismos saben. Todo el que tenga una idea de psicología puede darse cuenta de lo restringido que es este saber. Racionalismo y doctrinarismo son las enfermedades de nuestra época; ellas pretenden saberlo todo. Pero se descubrirán muchas cosas que hoy definimos como imposibles a causa de nuestro limitado punto de vista. Nuestros conceptos de espacio y tiempo tienen una validez sólo aproximativa y dejan abierto un amplio campo de discordancias y absolutas Teniendo en cuenta tales posibilidades presto atención a los extraordinarios mitos del alma y observo los sucesos que le ocurrieron indiferente a si concuerdan con sus premisas teóricas o no. Desgraciadamente el aspecto mítico del hombre se manifiesta en la actualidad muy esporádicamente. El hombre actual ya no es capaz de crear fábulas. Por ello sele escapan muchas cosas, pues es importante y saludable hablar también de las cosas inaccesibles.

Debemos comprender que no existe posibilidad alguna de conseguir certeza acerca de cosas que sobrepasan a nuestro entendimiento.

Nosotros no podemos imaginarnos en absoluto otro mundo en circunstancias totalmente distintas, ya que vivimos en un mundo determinado a través del cual nuestro espíritu y nuestras condiciones psíquicas son conformados y configurados. Estamos estrechamente limitados por nuestra constitución innata y por ello estamos vinculados a este mundo nuestro con nuestro ser y existencia.

El hombre mítico pretende traspasar los límites, pero el hombre científicamente responsable no puede permitirlo.

La parapsicología descubre una prueba científicamente válida para la vida que sigue después de la muerte en el hecho de que un muerto se manifiesta —sea como fantasma, sea por intermedio de una médium— y comunica cosas que son conocidas exclusivamente por él. Aun cuando existen casos perfectamente dignos de crédito, queda en pie la cuestión de si el fantasma o la voz se identifican con el muerto o son una proyección psíquica, y si la declaración procede realmente del muerto o quizás se origina en el inconsciente.

Pese a todas las consideraciones razonables, que hablan en contra de la certeza en estas cuestiones, no hay que olvidar una cosa: significa

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (16.6 Kb)  
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com