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Resumen Psicologia


Enviado por   •  12 de Agosto de 2014  •  2.848 Palabras (12 Páginas)  •  169 Visitas

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• Los sueños tienen un sentido. Cuando soñamos, deformamos un hecho, un acontecimiento, ... porque nos hace daño recordarlo. Así, la tarea del psicoanalista es hacer que su paciente se dé cuenta del significado de sus sueños. Aunque diga que no, el paciente tiene en su inconsciente el sentido del sueño. Su psicoanalista debe de mostrarle el camino para llegar hasta él.

• La deformación de los sueños. Para que al sujeto le sea difícil asociar los sueños con sus vivencias personales, éstos se deforman. Cuanto más traumática sea la experiencia, más deformado estará. El psicoanalista tendrá que hacer que el paciente establezca puentes de conexión entre sus sueños y sus experiencias. Esto sólo ocurrirá en los adultos, puesto que los niños apenas han tenido tiempo para tener experiencias traumáticas.

• El origen de los sueños proviene del interior. El sentido de los sueños, proviene del interior. Cuando pasamos por una experiencia mala, que no queremos acordarnos de ella, la relegamos a nuestro subconsciente. Cuando dormimos y entramos en la fase de sueño, permitimos que esas experiencias salgan de nuestro subconsciente en forma de sueño. De esa manera nuestro psicoanalista podrá hacernos conocer lo más profundo de nosotros.

• Ello, Yo y Súper-yo. El Ello es el conjunto de impulsos instintivos del individuo, necesidades biológicas, deseos y motivaciones afectivas primarias que, bajo el principio del placer, buscan su realización inmediata, presionando al Yo, que opera con el sentido de realidad para obtener su gratificación urgente. El Yo es la instancia que media entre el Ello y la realidad exterior. Su función es básicamente reguladora, buscando satisfacer los deseos del Ello en la medida que dicha satisfacción no provoque conflictos en el sistema de creencias del individuo. Y el Súper-yo es la instancia que en la personalidad normal modifica e inhibe automáticamente los impulsos instintivos del Ello, que tienden a producir acciones y pensamientos antisociales o inmorales.

• La infancia va a repercutir sobre nosotros toda la vida. Como hemos visto, los sueños tienen un carácter infantil. De esa manera, cualquier cosa que hagamos que nos afecte en la infancia, más tarde en la madurez aparecerá en forma de sueños. Freud le da mucha importancia a esta etapa de la vida, quizás porque es donde forjamos las bases de nuestra persona.

FASE FALICA:

La fase fálica de la teoría de Freud comienza a los tres años y se extiende hasta los seis años. Durante esta etapa, desde el punto de vista de Freud, la atención del niño se centra en los genitales, especialmente en el pene. Los niños y las niñas se preguntan porque las mujeres no tienen pene. A lo largo de esta etapa —asegura Freud— los hombres comienzan a experimentar sentimientos sexuales hacia sus madres; ven a sus padres como competidores y temen ser castrados, proceso que resulta en el complejo de Edipo. Luego los niños se identifican con sus padres y reprimen los sentimientos hacia sus madres para dejar atrás esta fase. La obsesión en esta fase genital —sostuvo Freud— puede conducir a la desviación sexual o a la identificación con identidades sexuales débiles y confusas.

FASE DE LATENCIA:

La fase de latencia de Freud se desarrolla entre los seis años y el inicio de la pubertad. Esta fase no es de hecho una etapa real dentro del desarrollo psicosexual del individuo, a diferencia de otras. Por el contrario, es un período de inactividad, durante el cual los niños por lo general juegan con niños de su mismo sexo. Los impulsos sexuales del individuo permanecen reprimidos a lo lardo de esta fase, desde el punto de vista de Freud.

FASE GENITAL:

De acuerdo con Freud, la fase genital se desarrolla después del comienzo de la pubertad. Una vez más, el centro de atención recae en los genitales. Si el individuo progresó con éxito las fases anteriores, será capaz de entablar relaciones heterosexuales satisfactorias, según las teorías de Freud. Sin embargo, si el individuo permanece obsesionado con las fases anteriores, sobre todo la etapa fálica, tendrá problemas para establecer relaciones saludables, desde el punto de vista de Freud. Quienes alcanzan la etapa genital —sostuvo Freud— se convierten en individuos adaptados y equilibrados.

CONCIENCIA: La conciencia es la cualidad momentánea que caracteriza las percepciones externas e internas dentro del conjunto de los fenómenos psíquicos. El término inconsciente se utiliza para connotar el conjunto de los contenidos no presentes en el campo actual de la conciencia. Está constituido por contenidos reprimidos que buscan regresar a la conciencia o bien que nunca fueron conscientes y su cualidad es incompatible con la conciencia. El preconsciente designa una cualidad de la psique que califica los contenidos que no están presentes en el campo de la conciencia pero pueden devenir en conscientes. Los estados reprimidos son aquellos que no se les puede acceder sin una hipnosis, generalmente son revelaciones a través de imágenes retenidas durante el tiempo de vida de cada individuo.

PULSION: El psicoanálisis emplea el término pulsión (impulso que tiende a la consecución de un fin) para el estudio del comportamiento humano. Se denomina pulsión a las fuerzas derivadas de las tensiones somáticas en el ser humano, y las necesidades del ello; en este sentido las pulsiones se ubican entre el nivel somático y el nivel psíquico.

La pulsión es un impulso que se inicia con una excitación corporal (estado de tensión), y cuya finalidad última es precisamente la supresión de dicha tensión.

Hay dos tipos de pulsiones, la pulsión sexual o de vida y la pulsión de muerte. Para el psicoanálisis el impulso sexual tiene unas acotaciones muy superiores a lo que habitualmente se considera como sexualidad. La libido es la energía pulsional, y puede presentar diferentes alternativas según esté dirigida a los objetos (libido objetal), o bien se dirija al propio Yo (libido narcisista).

El psicoanálisis establece una serie de fases a través de las cuales se verifica el desarrollo del sujeto. Desde el punto de vista de dichas fases, los conflictos psíquicos - y su posibilidad de resolución- dependerán del estancamiento de una fase (fijación) o del retorno a una fase precedente (regresión).

GRUPO: Pichón Riviere entiende que un grupo es un conjunto restringido de personas que, ligadas por constantes espacio temporales, el cual, articulado en su mutua representación interna, se propone en forma implícita y explícita una tarea que conforma su finalidad, interactuando a través de complejos mecanismos de asunción y adjudicación de roles.

El ECRO es el esquema

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