Resumen psicologia del trabajo
Filippo VolpeApuntes10 de Abril de 2022
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1. INTRODUCCIÓN
El trabajo ocupa en nuestra sociedad un papel fundamental tanto en el plano personal como en el de la estructuración social. Cumple múltiples funciones para las personas y para la sociedad. Es una base fundamental para la transformación del entorno social y la generación de riqueza. Desde una perspectiva más individual, es la base para que las personas puedan obtener los recursos necesarios para su vida personal y familiar y vayan logrando el desarrollo de su vida ocupacional y profesional.
La complejidad del fenómeno del trabajo y su importancia socioeconómica, cultural, grupal y personal lo han convertido en objeto de estudio de un gran número de disciplinas y concretamente la psicología ha abordado el estudio del trabajo tomando en consideración múltiples aspectos:
- Los comportamientos en que consiste su desempeño.
- Los conocimientos, habilidades, aptitudes, actitudes y características de personalidad de quienes lo realizan y su valor diferencial para que la persona consiga un mejor o peor desempeño.
- Los procesos psicológicos que hacen posible esa actividad humana, tales como la percepción, el aprendizaje, la toma de decisiones, la solución de problemas, la motivación, las emociones, etc.
- Los aspectos sociales del trabajo como las relaciones interpersonales con compañeros, jefes, subordinados y colaboradores, clientes, etc.
- El valor que la sociedad y el propio mercado laboral concede a lo que la persona realiza y aporta mediante su actividad laboral.
- Los avances tecnológicos en el comportamiento humano.
La psicología también ha estudiado el trabajo desde la perspectiva de los riesgos psicológicos y psicosociales que pueden existir en el desempeño de la actividad laboral o en su entorno (el acoso psicológico, la violencia en el trabajo, y otras muchas fuentes de estrés) y los daños y alteraciones que pueden producir en el sujeto (ansiedad, depresión, el síndrome de estar quemado, y otras psicopatologías laborales). Además, la psicología del trabajo ha realizado múltiples aportaciones para mejorar el trabajo y hacerlo más humano al tiempo que productivo.
Ahora bien, esa actividad laboral y todo lo que la rodea va transformándose con el tiempo y con los cambios sociales, económicos, políticos y culturales. Muchos aspectos del trabajo han cambiado
En este contexto, vamos a analizar los cambios que se están produciendo en el contexto socioeconómico, cultural, demográfico y del mercado laboral y sus repercusiones en las empresas y en la actividad laboral. Además, persigue describir los cambios en la propia actividad laboral prestando especial atención a su vertiente psicológica y psicosocial y finalmente presenta una visión de los principales contenidos y aportaciones de la psicología del trabajo.
2. TRANSFORMACIONES EN EL ENTORNO SOCIOECONÓMICO, TECNOLÓGICO Y SOCIETAL RELEVANTES PARA LA ACTIVIDAD LABORAL
El mundo actual está experimentando cambios importantes a nivel mundial que, a su vez, están alterando las condiciones sociales y económicas que han caracterizado la sociedad industrial surgida a finales del siglo XIX y sus diferentes reformulaciones producidas durante el siglo XX. Cabe agrupar en tres grandes ámbitos las transformaciones principales con repercusiones en el mundo del trabajo: las nuevas condiciones económicas, la innovación tecnológica, las nuevas condiciones sociales.
2.1. LAS NUEVAS CONDICIONES SOCIOECONÓMICAS
Los cambios más importantes en el terreno económico están relacionados con las tendencias a la globalización y la internacionalización, aunque estos fenómenos van más allá de lo económico y tienen un alcance más general. La globalización es un proceso de creciente integración y sincronización de los fenómenos que ocurren en el mundo, lo que hace que estos cobren nueva relevancia a escala mundial. Los acontecimientos que se producen en una parte del planeta repercuten en otras partes del mismo, de forma cada vez más ex-tendida y global. Esta globalización se ha venido produciendo de forma especialmente acelerada y amplia en la economía, capaz de funcionar de forma unitaria y en tiempo real en todo el planeta.
Como ha señalado Castells (1997-2000): «El sistema económico está globalmente interconectado a través de estos componentes globalizados y estratégicos de la economía» (vol. 1, 136).
Ahora bien, la globalización alcanza también a otros ámbitos entre los que cabe mencionar la producción de bienes y servicios, el comercio internacional, la ciencia y la tecnología, la comunicación, y ciertos ámbitos del mercado de trabajo como puede ser el de los trabajadores altamente especializados o el de las migraciones de trabajadores. La globalización pero no avanza ni se desarrolla de igual forma en todos los ámbitos. La movilidad y libre circulación alcanzada por el capital, con un carácter definidamente global no se produce en la fuerza laboral, que cuenta con importantes restricciones para la movilidad (salvo en segmentos concretos). Aun así, se observa una tendencia hacia la interdependencia de la mano de obra y hacia su internacionalización, constatándose una globalización para ciertos segmentos junto con importantes procesos migratorios, aunque estén sometidos a regulación. Se da, pues, una asimetría entre ambos procesos.
En ellos juega un papel importante la empresa (en especial las multinacionales y globales) mediante todos los procesos de flexibilidad y deslocalización. El tema de la globalización y la forma de llevarla adelante, impulsada sobre todo desde perspectivas e intereses económicos ha suscitado también movimientos antiglobalización que han señalado sus consecuencias negativas y en especial la falta de representación en las grandes decisiones mundiales. También se han venido planteando formas de globalización alternativas.
Un segundo elemento relevante del contexto macroeconómico, en parte derivado de la globalización y en parte impulsor del mismo, es el incremento de la competitividad y la variabilidad de la demanda. Actualmente predomina la lógica de que la competitividad entre las empresas a nivel mundial (aunque ello no impida que existan regulaciones) es el motor básico del desarrollo. La competencia entre países, empresas y grupos de empresas, en un mercado global, es una realidad ampliamente extendida y es también un elemento central en la ideología política, la economía y el pensamiento gerencial actuales.
La libre competencia y la competitividad se consideran el elemento fundamental para la generación de riqueza. La motivación impulsada por la competencia y las exigencias de eficiencia y eficacia en comparación con otros competidores en el mismo contexto, se supone que llevará a una producción más ajustada y generará toda una serie de beneficios en la producción. Prácticamente, ningún segmento económico está exento de la presión competitiva y los mercados se vuelven inestables y resultan poco predecibles. Todas estas tendencias de la nueva economía y de la nueva organización de la producción, cada vez más globalizada, está teniendo importantes consecuencias sobre el trabajo y su organización, el crecimiento de la productividad y la redistribución de los resultados económicos.
Un tercer elemento para tomar en consideración es el cambio, cada vez más acelerado, de la estructura de los sectores económicos. Durante las últimas décadas, se ha venido produciendo una transformación en el peso y la diversificación de las actividades económicas. La disminución sobre todo del sector primario (agricultura, pesca, ganadería, etc.) y, con menor intensidad, de la industria contrasta con el fuerte crecimiento del sector de servicios cuya diversificación es cada vez mayor. Resulta especialmente llamativo el crecimiento experimentado por los servicios avanzados de la información, e intensivos en conocimiento dirigidos sobre todo al asesoramiento de empresas. Se ha señalado la progresiva «desmaterialización» de la economía en la que predominan los servicios, siendo decisiva la posesión y circulación de la información.
Hace ya unos años (Castells, en 1997-2000) ya caracterizó a este tipo de sociedad mediante los siguientes rasgos:
- Disminución de la actividad laboral en los sectores primario (de forma muy importante) y secundario, en especial la industria tradicional.
- Incremento y creciente diversificación del sector servicios tanto los de producción como los sociales, en especial de los servicios a las empresas entre los primeros y los de salud entre los sociales.
- Incremento de los «trabajadores de la información»: directores, profesionales y técnicos así como un «proletariado de cuello blanco».
- Aumento proporcional del nivel de cualificación de la estructura ocupacional a lo largo del tiempo al aumentar las ocupaciones que requieren mayor preparación y educación superior.
2.2. LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA
Los cambios tecnológicos han tenido un impacto importante en las últimas décadas en muy diversos ámbitos de la sociedad y de la vida humana. De hecho, nuestra sociedad ha sido caracterizada como sociedad tecnológica y tecnificada. Las nuevas tecnologías, que cada vez dejan más pronto de ser «nuevas» por la rapidez con que se producen los procesos de innovación, juegan un papel importante en la redefinición de las necesidades del trabajo y del mercado laboral.
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