SOCIOLOGIA
jennyfferlo949 de Diciembre de 2013
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12 HOMBRES EN PUGNA:
La historia nos coloca en Nueva York sobre los años 50. Un jurado publico ha sido llamado para juzgar a un chico latino que, al parecer, asesino a su padre. Para la gran mayoría del jurado todo esta demasiado claro, incluso hay testigos que vieron como se cometía el crimen. Pero el miembro numero ocho del jurado (Henry Fonda) no lo tiene tan claro, posee dudas razonables de que el chico no haya asesinado a su padre y vaya injustamente a la silla eléctrica. Su labor: convencer al resto del jurado que hay indicios para pensar que el chico es inocente.
Durante la película, no saldremos de la sala en la que el jurado publico debe tomar su veredicto, y dentro de ella encontraremos personajes de lo mas dispares: relojeros, publicistas, arquitectos… un hombre nacido en el guetto, uno que quiere ir a ver su partido de béisbol… personas de diferente estatus social a las que nuestro protagonista deberá plantear sus dudas razonables para poner en entredicho lo que parece tan claro para ellos. Y es que a pesar de que los indicios de que el chico mato a su padre son bien claros a simple vista para casi todo el jurado, nuestro numero ocho, a pesar de no tener tan claro que el chico sea inocente, decide darle un voto de confianza para debatir y analizar la situación, ya que, según el, no debe ser tan fácil mandar a una persona a la muerte. Por ello, la sala ganara en crispación (la mayoría de los miembros del jurado quiere irse a casa rápidamente) y lo que al principio sera un fuerte odio a nuestro protagonista, se convertirá luego en una profunda admiración y un sentimiento de culpa por haber tenido prejuicios hacia el chico.
Y es que, con una película de estas características (ni siquiera sabremos el nombre de los miembros del jurado durante toda la cinta, tan solo su numero dentro del mismo), pueden pasar dos cosas: o que sea valorada como gran obra del séptimo arte, o que sea tachada de demasiado pretenciosa. Esta cinta acaba en la primera opción, y todo ello gracias a su guión. Cuando nos encontramos delante de una historia tan aparentemente sencilla, el guión debe estar totalmente elaborado y sin ningún agujero para que la sensación de completitud que posea la película sea admirable. “Doce Hombres Sin Piedad”, sin lugar a dudas lo consigue: hace que un film que, fácilmente podría haber durado diez minutos, se desarrolle durante mas de hora y media teniendo al espectador totalmente enganchado a la pantalla de principio a fin. Y todo ello gracias a nuestro protagonista, el miembro numero ocho del jurado
No nos equivocaríamos al decir que Henry Fonda realiza en esta película una de sus mejores interpretaciones (eso si, seguida muy de cerca por la de “Las Uvas de la Ira” y “Hasta Que Llego Su Hora”). Y es que un personaje como este es muy difícil de interpretar, un hombre dudoso, que no tiene claro ni siquiera defender a un chico presuntamente culpable, pero que tiene una confianza enorme y argumentos muy buenos a pesar de no dser abogado eso me llamo mucho la atencion, creyendo en si mismo, en los argumentos que ha ido recogiendo para decretar que el chico no es culpable. También destacar la actuación del numero tres del jurado, Lee J. Cob (el detective del exorcista), que realiza su papel de hombre agresivo y testarudo de una forma encomiable.
Y es que este es uno de los puntos fuertes de la película, lo bien dibujados que están todos y cada uno de los miembros del jurado: desde el primer cuarto de hora de la cinta podríamos hacer un análisis de cada uno de ellos y todos coincidiríamos, por ejemplo, en la inseguridad del numero dos, la sabiduría del numero nueve, o el racismo del numero 10. Todo ello ayuda a que la película crezca por momento cuando nuestro protagonista va esgrimiendo indicios por los cuales el no cree que el chico sea culpable.
nclusión:
Para
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