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Salud mental en adultos mayores institucionalizados


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2022  •  Tesinas  •  3.309 Palabras (14 Páginas)  •  32 Visitas

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UNIVERSIDAD

MAIMONIDES

 

Lic. Silvia Zorzi.

Taller de Tesis I

Año 2022

Facultad de Ciencias Médicas

LICENCIATURA EN ENFERMERIA

 

Ficha para la Planificación del Trabajo TESIS

Tema

 Salud mental en adultos mayors institucionalizados

 

Asignatura  

Tesis I

Área  

Salud

Contexto  

Salud  

 

Título Provisional

 

 Efectos sobre la salud mental en adultos mayores institucionalizados en época de pandemia por COVID-19 en la localidad de Villa Iris

Director/a

Silvia Zorzi

Licenciando  

 

 

Tipo de Trabajo Final

Tesina  

Problemas de  Investigación  

 

 El 11 de marzo del año 2020 la Organización Mundial de la Salud declaró a la nueva enfermedad COVID-19, producida por la infección del virus SARS-COV2, como pandemia. Con el surgimiento de esta pandemia se tomaron medidas de restricción social a nivel mundial con el fin de controlar la expansión del virus. Este aislamiento social obligatorio de la población ocasionó, como consecuencia, afecciones psicoemocionales en los sectores más vulnerables de la sociedad.  

En el caso de este trabajo, la población a analizar son los residentes gerontes del Hogar de Ancianos Nuestros Tiempos, ubicado en la localidad de Villa Iris, provincia de Buenos Aires.  

¿Cómo afectó a nivel de salud mental a las personas mayores institucionalizadas en la localidad de villa iris en el hogar de ancianos “Nuestros Tiempos” la pandemia Covid-19? ¿Como se adaptaron los residentes a los cambios debido a las medidas restrictivas de circulación social durante la pandemia en Argentina en el periodo 2020-2022?

 

Objetivo principal

 

 

Analizar el impacto sobre la salud mental en adultos mayores institucionalizados en argentina, que tuvieron las restricciones por la pandemia en el periodo comprendido entre marzo 2020 a marzo 2022”.

Objetivos específicos

 

 •        Identificar cuáles son las patologías mentales que prevalecen en los residentes post pandemia de covid-19.

•        Evaluar el nivel de estrés y ansiedad que tienen los residentes a raíz del confinamiento.

•        Analizar los ajustes psicológicos ante la pandemia de covid-19

 

 

Hipótesis  

 

 

 

El confinamiento por COVID-19 produjo un mayor deterioro neurocognitivo en adultos mayores institucionalizados que en los no institucionalizados en la localidad de villa iris

Plan         de         tareas cronograma

con

 

Institución

de

 

investigación, cooperación, etc.

de

Hogar de ancianos Nuestros Tiempos de la localidad de Villa Iris, partido de Púan, provincia de Buenos Aires.

Marco teórico

 

 

La epidemia por covid-19 fue declarada por la OMS una emergencia de salud pública de preocupación internacional el 30 de enero de 2020. El 11 de marzo del año 2020 , el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció que la nueva enfermedad por el coronavirus 19 (SARS-CoV-2) se caracteriza como una pandemia. Esto dio como resultado que a nivel mundial se tomen medidas sanitarias como restricciones sociales y confinamiento estricto de la sociedad.

¿Qué es la COVID-19?, La COVID-19 es la enfermedad causada por el nuevo coronavirus conocido como SARS-CoV-2. La OMS tuvo noticia por primera vez de la existencia de este nuevo virus el 31 de diciembre de 2019, al ser informada de un grupo de casos de «neumonía vírica» que se habían declarado en Wuhan (República Popular China).

¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?

Los síntomas más habituales de la COVID-19 son:

         Fiebre

         Tos seca

         Cansancio

Otros síntomas menos frecuentes y que pueden afectan a algunos pacientes:

         Pérdida del gusto o el olfato

         Congestión nasal

         Conjuntivitis (enrojecimiento ocular)

         Dolor de garganta

         Dolor de cabeza

         Dolores musculares o articulares  

         Diferentes tipos de erupciones cutáneas

         Náuseas o vómitos

         Diarrea

         Escalofríos o vértigo

Entre los síntomas de un cuadro grave de la COVID-19 se incluyen:

         Disnea (dificultad respiratoria)

         Pérdida de apetito

         Confusión

         Dolor u opresión persistente en el pecho

         Temperatura alta (por encima de los 38° C)

Otros síntomas menos frecuentes:

         Irritabilidad

         Merma de la conciencia (a veces asociada a convulsiones)

         Ansiedad

         Depresión

         Trastornos del sueño

         Complicaciones neurológicas más graves y raras, como accidentes cerebrovasculares, inflamación del cerebro, estado delirante y lesiones neurales.

Las personas de cualquier edad que tengan fiebre o tos y además respiren con dificultad, sientan dolor u opresión en el pecho o tengan dificultades para hablar o moverse deben solicitar atención médica inmediatamente.

¿Quién corre mayor riesgo de presentar un cuadro grave de COVID-19?‎

Las personas de más de 60 años y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardíacos o pulmonares, diabetes, obesidad o cáncer, corren un mayor riesgo de presentar cuadros graves.  Sin embargo, cualquier persona, a cualquier edad, puede enfermar de COVID-19 y presentar un cuadro grave o morir.

¿Tiene la COVID-19 efectos a largo plazo?, Algunas personas que han padecido la COVID-19, tanto si han necesitado atención hospitalaria como si no, siguen experimentando síntomas, entre ellos fatiga y diversos síntomas respiratorios y neurológicos. En la OMS estamos trabajando con nuestra Red técnica mundial para la gestión clínica de la COVID-19, así como con investigadores y grupos de pacientes de todo el mundo, para diseñar y llevar a cabo estudios que vayan más allá del estadio inicial agudo de la enfermedad, con el fin de determinar el porcentaje de pacientes que sufren efectos a largo plazo, el tiempo que persisten y la razón por la que se producen. Estos estudios se utilizarán para desarrollar nuevas orientaciones de cara a la atención de los pacientes.

El miedo, la preocupación y el estrés son respuestas normales en momentos en los que nos enfrentamos a la incertidumbre, o a lo desconocido o a situaciones de cambios o crisis. Así que es normal y comprensible que la gente experimente estos sentimientos en el contexto de la pandemia COVID-19.

La salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. Es importante en todas las etapas de la vida, incluso a medida que envejecemos. Es por ello que muchos adultos mayores corren el riesgo de tener problemas de salud mental. Pero esto no significa que los problemas de salud mental sean una parte normal del envejecimiento. Sin embargo, los cambios importantes en la vida a veces pueden provocar molestias, estrés o tristeza. Muchas personas mayores eventualmente se adaptan a los cambios (estos cambios incluyen el confinamiento provocado durante esta pandemia por el COVID-19.), pero algunas pueden tener más problemas para adaptarse, lo que puede ponerlos en riesgo de enfermedades mentales como:

•        La depresión: es una enfermedad común pero grave que interfiere con la vida diaria que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas. Es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. Las personas con depresión 3 OPS.  Suelen presentar varios de los siguientes síntomas: pérdida de energía; cambios en el apetito; necesidad de dormir más o menos de lo normal; ansiedad; disminución de la concentración; indecisión; inquietud; sentimiento de inutilidad, culpabilidad o desesperanza; y pensamientos de autolesión o suicidio.

La depresión no es un signo de debilidad. Se puede tratar con terapia de conversión, con medicación antidepresiva o con una combinación de ambos métodos.

•        La ansiedad: Estado mental que se caracteriza por una gran preocupación, miedos intensos, inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad. Es la angustia que acompaña a algunas enfermedades, en especial a ciertas neurosis.

Es solo un indicador de una enfermedad subyacente cuando los sentimientos se vuelven excesivos, en todo momento e interfieren con la vida cotidiana. Se da en situaciones estresantes (como lo es el confinamiento por COVID-19) y puede ir acompañada de taquicardia, respiración agitada, sudoración y sensación de cansancio. Los adultos mayores son particularmente vulnerables a COVID-19 debido a sus fuentes de información limitadas, sistemas inmunes más débiles y debido a que la mayor tasa de mortalidad de COVID-19 que se encuentra en la población de mayor edad. Por eso, prestar atención específica a los grupos de alto riesgo, es decir, personas mayores con condiciones de salud criticas como deterioro cognitivo, demencia u otras condiciones de salud mental, es fundamental. Es importante reconocer y tratar las enfermedades mentales en los adultos mayores. Estas afecciones no solo causan sufrimiento mental. También pueden dificultar el manejo de otros problemas de salud, lo que es especialmente cierto si se trata de problemas crónicos de salud.

•        Demencia: es una pérdida de la función cerebral  que ocurre a causa de ciertas enfermedades. Afecta a la memoria, el lenguaje, el juicio y el comportamiento. La mayoría de los tipos de demencias son de carácter irreversible. Esta enfermedad por lo general surge en personas de edad avanzada. Está comprobado que la persona que desarrolla demencia el apoyo físico y  emocional de sus seres queridos es fundamental para una progresión más lenta de la enfermedad, vínculo emocional que se vió afectado en las medidas de restricción social llevadas a cabo durante la pandemia por covid-19. Hay varios tipos de demencias:

  • Enfermedad del Alzheimer, es la causa más común de la demencia y a la cual se deben entre el 60 y  80 % de los casos. Es provocada por cambios específicos en el cerebro. El síntoma característico es tener dificultad para acordarse de hechos recientes y la dificultad para acordarse de los recuerdos más lejanos viéndose mas acentuados con el agravamiento de la enfermedad. Otros cambios que se dan son la dificultad para caminar o hablar, o los cambios en la personalidad.
  • La demencia vasculares esta vinculada a accidentes cerebrovasculares u otros problemas relacionados con el flujo de sangre al cerebro. La diabetes, la presión arterial alta y el colesterol alto también son factores de riesgo. Los síntomas varían según sea el área del cerebro afectada y su tamaño. La evolución de la enfermedad se da en forma escalonada, lo cual significa que los síntomas empeorarán repentinamente a medida que la persona tenga más accidentes cerebrovasculares o accidentes isquémicos transitorios.
  • La demencia con cuerpos de Lewy es la variación de la demencia que además de los síntomas más típicos, como la pérdida de la memoria,  pueden tener problemas de movimiento o equilibrio, como rigidez o temblores. Muchas personas también presentan cambios en su estado de alerta, comsomnolencia durante el día, confusión o ausencias. También pueden tener dificultad para dormir a la noche o presentar alucinaciones visuales.
  • La demencia frontotemporal son las que con mayor frecuencia provoca cambios en la personalidad y el comportamiento debido a la parte del cerebro que afecta. Las personas que tienen esta afección pueden hacer cosas que los avergüencen o comportarse de un modo inadecuado. También podría tener problemas con las destrezas del lenguaje, como hablar o comprender.
  • La demencia mixta, es decir, a veces en el cerebro se presenta más de un tipo de demencia, especialmente en las personas de 80 años o más. No siempre es evidente que una persona tenga demencia mixta ya que los síntomas de un tipo y otro podrían confundirse.

Los trastornos mentales y neurológicos en los adultos mayores, como la enfermedad de Alzheimer, otras demencias y la depresión, contribuyen significativamente a la carga de enfermedades no transmisibles. En las Américas, la prevalencia de demencia en los adultos mayores (más de 60 años) oscila entre 6,46 % y 8,48%. Las proyecciones indican que el número de personas con este trastorno se duplicará cada 20 años .

Los ancianos representan la gran mayoría de las muertes por coronavirus, en particular los mayores de 85 años o aquellos con afecciones subyacentes (que se aplica a aproximadamente cuatro de cada cinco ancianos). Si bien el aislamiento físico puede proteger a nuestros adultos mayores del virus altamente contagioso que asola el mundo, los expone a otro desafío menos comprendido: la soledad (es un estado de aislamiento en el cual un individuo se encuentra solo, sin acompañamiento, con origen en diferentes causas, entre ellas el aislamiento impuesto por un determinado sector de la sociedad, pérdida de seres queridos, una enfermedad contagiosa como el COIVID-19, trastornos mentales, trastornos neurológicos). El aislamiento social y la soledad no siempre van de la mano. La soledad, a diferencia del aislamiento social, es un sentimiento subjetivo. Sin embargo, el aislamiento social podría generar sentimientos de soledad y un mayor riesgo de desarrollar ciertas condiciones de salud mental y física como enfermedades cardíacas, presión arterial alta, ansiedad, depresión e incluso la muerte prematura. El concepto fundamental para los adultos mayores, sus familiares y cuidadores es que el distanciamiento social y preventivo del que tanto se habla es un distanciamiento físico, que de  ninguna manera debe confundirse con un distanciamiento de los afectos o de las actividades o proyectos personales. Algunos consejos prácticos para no descuidar estos aspectos son: mantener el contacto social con familiares, amigos y vecinos de manera virtual o telefónica; mantener activa la mente y realizar tareas placenteras (leer, escuchar música, cocinar, aprender algo nuevo); mantener una buena rutina de cuidado personal (actividad física, dieta saludable, descanso adecuado, aseo personal, continuar los tratamientos médicos); mantener la conexión con los propios sentimientos y compartirlos con los seres queridos; y solicitar y aceptar ayuda tanto emocional como logística. Si bien muchos ciudadanos mayores carecen de las habilidades necesarias para mantenerse conectados a través de la tecnología, las ofertas como estas son un salvavidas, y allí es donde los cuidadores y profesionales a cargo de los centros asistenciales donde residen los adultos mayores cumplen un rol fundamental en el intento de lograr mantener esa conexión con el medio externo y brindarles herramientas como medidas de apoyo para sobrellevar el encierro. Dentro de las principales medidas de apoyo, los especialistas recomiendan brindar apoyo emocional a través de redes informales (familias) y profesionales de la salud mental, compartir datos simples sobre lo que está sucediendo o brindar información clara sobre cómo reducir el riesgo de infección en palabras que las personas mayores con o sin deterioro cognitivo puedan entender

.

Cuestiones metodológicas.

 

 

Población: Hogar de ancianos Nuestros Tiempos de la localidad de Villa Iris, partido de Púan, provincia de Buenos Aires.

Muestra: Se tomará un total de 30 gerontes, se sexo masculino y femenino de manera aleatoria, mayores de 65 años.

Se excluirán de la unidad de análisis aquellos que se encontraban y se encuentran completamente demenciados o que presenten alguna patología que se los impida responder.

Selección de técnicas e instrumentos de recolección de datos:

Se realizará una guía para recabar datos de las historias clínicas de los adultos mayores del Hogar Nuestros Tiempos de la localidad de Villa Iris, actualizadas en marzo de 2022 por el médico director de la institución.

Se realizará un cuestionario de preguntas cerradas para medir el grado de efectos sobre la salud mental en adultos mayores institucionalizados en Hogar Nuestros Tiempos de la localidad de Villa Iris, que se encuentren en condiciones mentales para poder responderlas.

Se le entregaran el cuestionario y la guía de recolección de datos impresas en papel a 3 enfermeras, las cuales evaluaran a quien se le puede o no realizar según sus condiciones mentales.

Cada enfermera tomara 10 residentes para recabar la información de las historias clínicas y luego realizaran el cuestionario para finalmente obtener todos los datos necesarios y así poder medir el estado de salud mental de cada residente desde el mes de marzo 2020 a marzo 2022.

Al entregar la información recopilada se realizará un archivo de Excel para poder volcar dicha información, a través de gráficos de torta demostrar los resultados obtenidos y en un gráfico de barra realizar comparación del estado de cada residente en los periodos seleccionados (marzo 2020 y Marzo2022)

 

 

 

Bibliografía

 

•        www.fundacionineco.org

•        www.paho.org/es/temas/salud-mental

•        Página oficial de OPS

•        Página oficial de la OMS

•        Ministerio de salud de la República Argentina

•        Pagina oficial de SEPAL.

 

 

 

Glosario  

 

Salud mental, depresión, ansiedad, demencia, angustia, adultos mayores, pandemia, COVID-19 distanciamiento Social, aislamiento  

 

 

Índice provisional

 

  • Titulo:        
  • Palabras clave:        
  • Planteamiento problema:        
  • Justificación:        
  • Hipótesis:        
  • Objetivo general:        
  • Objetivos específicos:        
  • Marco teórico:        
  • Definiciones operacionales:        
  • Categorías:        
  • Unidades de análisis:        
  • Variables dependientes:        
  • Variables independientes:        
  • Metodología y Tipo de diseño        
  • Universo de unidades de análisis, descripción del ámbito de estudio y muestra        
  • Selección de técnicas e instrumentos de recolección de datos. Fuentes primarias y  secundarias. Prueba piloto del instrumento.        
  • Fuentes primarias y secundarias:        
  • Prueba piloto:
  • Plan de análisis de los resultados        
  • Procedimientos para garantizar los aspectos éticos de la investigación.        
  • Bibliografía:        

 

 

 

...

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