Seguridad humana y criminologia

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Es común que cuando se nos viene  a la mente la palabra seguridad, inmediatamente pensemos en protección, de alguna manera son palabras que trabajan en conjunto y por otra parte cuestiones que todos los seres humanos deberíamos de tener por el hecho de vivir en una sociedad. La criminología trabaja de cerca con la seguridad y protección de las personas y principalmente con medidas de prevención para que no se corrompa esa seguridad.

Para comenzar tenemos que entender que la palabra seguridad tiene mucha responsabilidad entre sus letras, quizá más de la que hemos pensado que tenía. La sensación de seguridad implica certidumbre o certeza de “algo”, es el individuo en su subjetividad quien define sus parámetros en torno a sentir seguridad en sus distintas dimensiones que lo constituyen. (Posadas, 2019: 91) Esto quiere decir, que de acuerdo al entorno en el que nos desarrollamos como seres biopsicosociales, dependerá la seguridad que sintamos. Puede haber personas que en su entorno familiar se sientan protegidas porque de alguna manera han tenido una vida digna y propia, por otro lado, habrá personas que en ese mismo núcleo familiar se sientan inseguras y desprotegidas por las diversas circunstancias que pueden existir dentro de ese contexto.

El concepto de seguridad humana tuvo sus primero indicios al término de la Guerra Fría, no se trataba como tal, sin embrago si se vio la necesidad de analizar los problemas que en ese momento acontecían a la sociedad, […] la seguridad humana es un concepto integrador y preventivo, aunque reconoce el carácter universal de las reivindicaciones vitales de los individuos […] de modo que garantiza un mínimo bienestar en seguridad alimentaria, sanitaria, medioambiental, etc. (Vargas, 2020: 97)

De esta manera la seguridad humana pude verse como un derecho vital al que todas las personas deberíamos de tener acceso y el cual ayudará a llevar una vida más placentera dentro de la sociedad. Por otro lado sabemos que esto no siempre es posible debido a las distintas circunstancias y diferencias que están marcadas en nuestro entorno social. En este caso (José Alberto Posadas, 2019: 103) nos dice que la Criminología se encargará de abordar este tipo de problemáticas sociales, tomando en cuenta el dinamismo de los mismos, respecto a la sociedad tan cambiante.

La seguridad social es primordial en la vida de las personas, cuando alguien no tiene certeza de dónde está o lo que hará se sentirá perdido y todo el tiempo alerta.

Decíamos que la relación entre seguridad y derechos humanos se articula en torno a dos líneas, una positiva y otra negativa. Las dos líneas son complementarias, en el sentido de que se aplican al mismo tiempo en una sociedad. [...] Hay que establecer un nivel adecuado de seguridad para que se puedan aplicar los derechos y que las limitaciones a éstos por razones de seguridad sean razonables y proporcionadas en una sociedad democrática. (Fernández, 2019:99)

La inseguridad puede representar una gran problemática, no debería, pero es común que en lugares como comunidades pequeñas se traten temas que tienen que ver con delincuencia organizada, robo, etcétera, entonces, ¿en dónde está la seguridad de esas personas? Se plantea que para que haya un cambio debe de haber organización entre los participantes, y es obligación de las autoridades apoyar estas propuestas. Y entonces como describe (José Andrés Sumano, 2020: 72) los factores individuales, sociales, familiares, influirán en las conductas de los individuos, y por lo tanto en posible que lleguen a presentarse situaciones de violencia o delincuencia. No será lo mismo lo que piense un adulto que desde pequeño vivió en una familia dedicada al robo de autopartes, que uno que observaba a sus padres dar clases en una institución porque se dedicaban a la enseñanza.

La Criminología entonces adquiere responsabilidad para hacer propuestas de prevención ante las problemáticas de seguridad humana.

[…] debemos pensar el concepto de prevención como elemento que funciona e influye en la producción social del delito; supone el encauzamiento de conductas (posiblemente) delictivas –según el control social del delito– y busca que no ocurran.  De este modo, el tratamiento basado en la prevención actúa a través de estrategias que ponen atención particular en ciertos tipos de delito –como hurtos, crímenes contra la propiedad y violencia callejera, entre otros–; es decir, los que actualmente son considerados como productos de la nueva delincuencia y causa principal de la inseguridad social. (Beltrame, 2013: 192-193)

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