Sexo y género

Sexo y género

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El sexo designa la feminidad o masculinidad biológicas y tiene dos aspectos: el sexo genético, determinado por los cromosomas sexuales, y el sexo anatómico, las diferencias físicas que diferencian a hombres y mujeres. Género es un concepto que abarca significados psicológicos especiales agregados a la feminidad o masculinidad biológicas.

La identidad de género indica el sentido subjetivo de ser varón o mujer, es cómo uno se percibe desde el punto de vista psicológico. El rol de género designa una serie de actitudes y conductas consideradas normales y apropiadas en una cultura para individuos de un sexo en particular, creando expectativas de los comportamientos que la gente debe cumplir. A la conducta socialmente aceptada del hombre se le denomina masculina y a la de la mujer se le denomina femenina. Van cambiando de una sociedad a otra.

Según la teoría del aprendizaje social, la identificación con los roles masculinos o femeninos o con una combinación de ellos (androginia) proviene principalmente de los modelos socioculturales y a las influencias a las que hemos estado sometidos durante el desarrollo temprano. Desde antes que nazca un hijo, los progenitores ya tienen ideas preconcebidas de las diferencias entre niños y niñas, y las demuestran de formas sutiles y no tan sutiles. Estas ideas o expectativas influyen en los ambientes en donde crece el niño, y en lo que los padres piensan de los hijos. Así, a los tres años el niño ya tiene una firme identidad de género, el reforzamiento de su identidad suele perpetuarse por sí misma.

Los científicos llevan décadas hablando sobre la importancia relativa de la herencia con respecto a la crianza en la conformación del desarrollo humano, y se ha comprobado que la identidad de género es el resultado de esa combinación. Se posee un sustrato biológico que predispone a actuar en el entorno social de forma masculina o femenina, pero no todo es biológico, también se ha reconocido la importancia de las experiencias en donde se moldea la forma en que nos conceptualizamos como hombres y mujeres. Con esto, se apoya la idea de un modelo de interacción, que reconoce el papel de la biología y la experiencia en la adquisición de identidad de género.

Hay una gran diversidad de identidades y roles de género. Existen personas que son denominadas transexuales o transgéneros. Los primeros son las personas cuya identidad de género es contraria a su sexo biológico, se sentirá atrapado en un cuerpo del sexo “equivocado”, trastorno denominado disforia de género. Muchos se someten a procedimientos de reasignación de sexo, pero no todas las personas con disforia quieren esa reasignación completa. Las personas transgénero son aquellas cuyo aspecto, conducta o ambos no corresponden a los roles de género tradicionales, con frecuencia esto consiste en travestismo, esporádico o de tiempo completo. Se les llama travestis a los no transexuales, aunque actualmente el término es usado para denominar a quienes usan la ropa del sexo opuesto sólo para excitarse sexualmente. La diferencia entre ambos radica en que el transgénero no quiere cambiar su cuerpo para conseguir una mejor adaptación entre sus expectativas personales y sociales. También existe diferencia entre la identidad de género y la orientación sexual, ya que esta última se refiere hacia cuál sexo nos sentimos atraídos, tanto en el aspecto psicológico como en el sexual. Muchos transexuales comienzan a sentirse incómodos con

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