Sexualidad En Personas Con Discapacidad Intelectual

Durante muchos años, el enfoque sobre la sexualidad en las personas con discapacidad intelectual (DI) centrada exclusivamente en la esterilización quirúrgica, como parte de los programas en muchos países desarrollados. Sin embargo, un cambio de paradigmas en la actualidad existe y, sin tener en cuenta algunos de los aspectos éticos y legales que podrían mencionarse en relación con esta práctica, es necesario ahora, 25 años después de haber sido instituido, para considerar la necesidad de promover la salud sexual la salud de las personas con discapacidad intelectual desde la perspectiva de salud pública. Esto incluye la educación sexual temprana, higiene genital, la prevención de embarazos no deseados, prevención de infecciones de transmisión sexual, así como poner fin a los abusos sexuales.Esta perspectiva no se puede establecer si los factores de fondo relacionadas con el desarrollo sexual y las necesidades de las personas con discapacidad intelectual no se conocen, desde la infancia, la adolescencia y en la vida adulta.

En este artículo se hace hincapié en los factores sexuales que los consejeros deben tener en cuenta toda la vida de personas con discapacidad intelectual. En consecuencia, los programas de intervención de educación sexual en la infancia debería centrarse en elaboración de criterios específicos para el desarrollo de conductas pública y privada, que debe abarcar el entorno social de las personas con discapacidad intelectual e indicar todos los socialmente inaceptables o inapropiadas conductas sexuales, incluyendo las pantallas en a fin de crear un concepto mental general de los comportamientos que son aceptables para la sociedad. El adolescente con discapacidad intelectual, como es el caso de la misma edad, tienden a actuar impulsivamente y demostraciones sexuales no son una excepción.

Las intervenciones educativas, por lo tanto, debe centrarse en canalizar adecuadamente sus impulsos para que puedan satisfacer las necesidades que corresponden a esa edad. Para la etapa de adulto, se hacen consideraciones con respecto a la idiosincrasia y el contexto cultural en que se encuentra el adulto, además de los beneficios de fomentar en las personas con discapacidad intelectual la posibilidad de establecer relaciones profundas (noviazgo), en algunas ocasiones y bajo ciertas condiciones, estas relaciones pueden terminar en matrimonio, aunque no con vistas a la prevención de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, entre otros factores.

El desarrollo de la sexualidad

El desarrollo de la sexualidad comienza desde el momento en que los padres conocer el sexo de su hijo y etiquetarlos como hombre o mujer. Así comienza uno de los procesos más naturales de la creación, analizados a través de la luz de la razón, no debería ser un problema que hace que los conflictos de los seres humanos o incomodidad para los padres cuando transmiten la educación sexual a sus hijos. Es indiscutible que, a través del tiempo, la sexualidad ha sido uno de los temas más controvertidos en el mundo occidental y, en consecuencia, ha provocado la aparición de diferentes estrategias educativas y causó grandes dificultades para los padres la hora de explicar los temas de sexualidad con sus hijos.

En la actualidad, en la población mexicana, la necesidad de intervenciones educativas para los padres con el fin de fomentar la salud sexual de los adolescentes ha sido establecida. Por consiguiente, si la incorporación de la sexualidad es objeto de controversia en este contexto, es más cuando se vincula con las personas con discapacidad intelectual. Esta población, dada su complejidad, representa uno de los retos más extraordinarios para el profesional de salud mental, ya que la educación sexual en estos temas y el desarrollo de las actitudes sexuales socialmente apropiadas dependen de la participación de padres, maestros y la sociedad en su conjunto.

El desarrollo de la sexualidad es paralela al desarrollo emocional y física de las personas, por lo que, entrando en la adolescencia, independientemente de la edad mental de las personas con discapacidad intelectual, no puede dejar de notar que han dejado la infancia, y que necesitan el apoyo de la población adulta mundo para lograr un comportamiento sexual aceptable y que se integre adecuadamente en la sociedad. Para que las personas con deficiencia mental para convertirse en forma adecuada integración en la sociedad, deben desarrollar los comportamientos y actitudes normalización en el área de la sexualidad y en todos los tipos de interacción: el trabajo social, y la familia. Por lo tanto, a pesar de la educación sexual, si el desarrollo en las áreas mencionadas anteriormente no es correcta, es imposible cumplir los objetivos descritos por los especialistas de salud mental cuando sirven a esta población.

Visión general

Para la sociedad que soportar, es necesario crear normas y reglas que le permitan trabajar en armonía en términos de las necesidades de todos los miembros de dicha sociedad. Uno de los elementos en los que las normas pueden ser más rígida es con respecto a la visualización de los instintos sexuales, las cuales, desde un punto de vista moral, podría ser ofensiva si los factores culturales, religiosos, educativos y de idiosincrasia no se toman en consideración.

Las comunidades han desarrollado por lo tanto, las normas que restringen y limitan la expresión de la conducta sexual, cuyas premisas básicas se describen en la tabla I. No obstante, las necesidades de las personas con discapacidad intelectual son estigmatizados cuando son identificados como sujetos que son incapaces de expresar correcta y inhiben desarrollo sexual responsable. Hoy en día, se sabe que estos individuos son capaces de expresar adecuadamente su sexualidad en un contexto de respeto, con un comportamiento que es aceptable para el medio ambiente y de conformidad con las normas establecidas, siempre y cuando se les da la estructura necesaria y la orientación sexual.

Esto requiere un proceso interactivo entre la perspectiva sociológica de la discapacidad y la necesidad de apoyo y supervisión, sin perder de vista los diferentes niveles de desarrollo, las limitaciones intelectuales, conducta adaptativa y adquirió habilidades de autosuficiencia.

Tabla 1

PREMISAS BÁSICAS para la expresión de SEXUALBEHAVIOR EN SUJETOS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL

• Conocimiento de las pantallas que podrían ser dañinos u ofensivos para las personas, en particular, o la sociedad en general.

• Establecimiento de los comportamientos sexuales que se pueden mostrar en la intimidad de una relación.

• Desarrollar una adecuada percepción de los comportamientos sexuales que son públicamente aceptables.

Es esencial recordar que las personas que no tienen ninguna discapacidad aprenden el comportamiento social en el ejemplo de sus modelos a seguir, lo que fomenta su educación sexual. Además, los humanos tienden a incorporar las normas aprendidas a través de experiencias vividas en situaciones similares, ya que por naturaleza crear un concepto mental de lo que es socialmente correcto y lo incorrecto, aceptable y lo inaceptable, por lo que el comportamiento es generalizado. Por otro lado, las personas con discapacidad intelectual requieren, desde la infancia, una mayor cantidad de experiencias positivas y una sistematización continua de su comportamiento para el desarrollo de estos conceptos, ya que los bloques de limitación intelectual de los procesos de generalización y, por tanto, el aprendizaje por imitación es restringido. Si se añade a los que el daño cerebral que acompaña a la discapacidad intelectual en diversos grados y conduce a una mayor dificultad para controlar los impulsos, es comprensible por qué la exhibición de una conducta sexual o generalmente inapropiado es más frecuente en los niños con discapacidad intelectual.

Como las personas con discapacidad intelectual y la pubertad crecen enfoque, el control sobre su comportamiento y la expresión de su sexualidad pueden tomar turnos inadecuados y, al llegar a la adolescencia o la edad adulta, un comportamiento aberrante o delincuente puede ser observada, la intervención temprana es indispensable. Por otro lado, afectivo deficiencias-común en esta población añadido a la limitación intelectual les hace fácil orar por abuso sexual. Sin embargo, con la formación adecuada que incluya la educación sexual y asesoramiento desde el momento en que son jóvenes, es posible aprender a canalizar sus impulsos sexuales dentro de las expectativas sociales y, además, estas personas pueden casarse y vivir la sexualidad plenamente con su pareja.

Antes de ahondar en el tema de la sexualidad, es útil referirse a los programas dedicados a las personas con deficiencia mental, ya que no es posible concebir una sexualidad sana, cuando otras áreas que permiten al individuo incapacitado para relacionarse con e integrarse en la sociedad no han sido desarrollado. En el mejor de los casos, la atención a personas con discapacidad intelectual en México se ha limitado a la vigilancia parcial o total, ya sea en sus casas de las instituciones de Orin. Al igual que en muchos países desarrollados, no más a menudo que la elección ha sido para protegerlos en lugar de promover la posibilidad de vivir de manera autónoma y autosuficiente. Esta es la razón por las políticas públicas deben ser alentados para instituir programas de vida independiente y la disponibilidad para los sujetos con la posibilidad de alcanzar la familia, social y autosuficiencia económica.

En estos centros de intervención posibles, el énfasis en la infancia debería centrarse en el estímulo

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