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TRABAJO CLAROSCURO


Enviado por   •  25 de Abril de 2014  •  4.691 Palabras (19 Páginas)  •  275 Visitas

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TÍTULO DEL PRESENTE TRABAJO:

“SHINE” RESPLANDOR O LLAMARADA

INTRODUCCIÓN

DAVID, es el protagonista del film “SHINE” (“CLAROSCURO” es el título en castellano) película australiana del año 1996, de la que haremos uso para intentar la construcción de un caso alrededor de un pianista, que a partir de un encuentro con el público, desencadenó un episodio que cambió para siempre su carrera.

CUERPO DEL TRABAJO:

En primer lugar, de una lectura del Seminario 1 de Lacan , se deriva la cuestión de los dos narcisismos, como los llama él en esta su primera época. El problema de “la constitución de la realidad y la forma del cuerpo”, lo define así en este momento Lacan. Cuestión que nos interesa ya que irá configurando un problema que se nos presenta: la advertencia de que en el cuerpo de David, hay algo que “no cierra”, aparentemente: o se le caen hojas de sus manos, y notamos su dificultad y desorganización para volver a juntarlas, o cierta rigidez exagerada del tronco y sus movimientos, se impone en algunas escenas de la película. Podemos advertir aquí algo que podríamos describir como labilidad o exageración en el tono. Es a la vez en clave de tono musical donde también se nos hacen algunas advertencias: David no lee las notas, a veces no las recuerda e improvisa según la “pasión” (es un término varias veces repetido en el film, refiriéndose a la interpretación musical). Parece ser que esta pasión pone en peligro algo del orden del cuerpo y del lenguaje. Hay en el Lacan de este primer seminario una orientación en la lectura del cuerpo: los dos narcisismos los llama él aquí, y se refiere a un narcisismo “en primer lugaren relación a la imagen corporal”, “hace a la unidad del sujeto””aquello a través de lo cual el simbolismo se enlaza con el sentimiento… que el ser humano… tiene de su propio cuerpo”. Lo ubica aquí “al nivel de la imagen real de mi esquema, en tanto esta imagen permite organizar el conjunto de la realidad en cierto número de marcos preformados. Hay allí asomo de una imagen, y es una imagen que está en el orden de lo real, la realidad como Lacan la nombra entonces, y nos preguntamos si es eso garantía suficiente para atravesar el orden del lenguaje con herramientas suficientes para regular las relaciones del sujeto con el semejante. Es a las claras que en muchos momentos de la película se nos impone la presencia de el padre de David desde una persectiva que nos recuerda la frase “Yo o el Otro”, la cual puede hacer dubitar el anudamiento de los tres registros trabajados por Lacan: Simbólico-Real-Imaginario. Enseguida nos responde Lacan un poco más adelante con “una posibilidad noética original”, la del segundo narcisismo, la reflexión en el espejo. Cómo es el papel del Ich-Ideal en relación al sujeto. Pero antes, qué hay de la fragmentación, propia de las pulsiones autoeróticas -cuál es la puerta que allí hay que atravesar, si no es el primer efecto del lenguaje- en relación a la sintomatología de David, y tambien qué hay en relación a establecer una posible hipótesis respecto a la secuencia perplejidad-desencadenamiento. Qué hay en torno a ese real que por ahora Lacan ha definido como “la realidad”. Está acaso en los contornos, en eso que del cuerpo se escapa en diferentes momentos: David “moja la cama” según su madre, en la adolescencia, más adelante, en medio de una crisis con su padre, éste lo castiga duramente, porque no retiene esfínteres en la bañera, lo cual a su vez nos hace una pregunta acerca del lugar del objeto “a” en juego. “Lo que el sujeto ve en el espejo, es una imagen nítida, o bien fragmentada, inconsistente, incompleta. Eso depende de su posición respecto a la imagen real. Demasiado cerca de los bordes se ve mal”, dirá Lacan en el Seminario 1. En función de qué determinamos esos bordes, Lacan lo hará en función de un esquema óptico. Pero en David, notamos que esa unidad del cuerpo “hace agua”, en este “.mojar la cama”. Además hay otros signos…

En cuanto a la fragmentación, en “Introducción al narcisismo”, encontramos el postulado de una separación entre la líbido yoica y las pulsiones autoeróticas. Podemos decir entonces, junto con Freud, que hay algo de la fijación pulsional que hace que la libido regrese a la etapa de las pulsiones autoeróticas, dando cuenta así de la fragmentación que hallamos en nuestro caso. Podemos entonces preguntarnos si estamos frente a un caso de esquizofrenia. Si ha fracasado la “nueva acción psíquica”, nombrada por Freud “narcisismo secundario” –esto es lo que hemos pensado con Lacan respecto al fracaso de la garantía del Otro en el estadío del espejo- podría esto explicar aquellos efectos de fragmentación que hemos hallado en nuestro sujeto. Al fracasar el efecto del Nombre del Padre –volvemos a Lacan- el sujeto quizás se ha debido enfrentar a alguna situación que lo ha dejado sin recursos para responder. ¿Pero, cuál situación? Tomemos el concierto Nº 3 de Rachmaninov, cuya interpretación en público, a los efectos de ganar un concurso, ha sido tan esperada por David. Luego de una empecinada, casi diríamos frenética preparación, que lo ha tenido muchísmo tiempo abocado a tales efectos, David cumple, realiza aquello tan esperado. Sin embargo, luego de la interpretación aparentemente tan anhelada, y frente a la ovación del público, David se desploma. ¿Podríamos decir que es allí cuando se desencadena la psicosis? ¿Es esto efecto de la forclusión del significante Nombre del Padre? ¿De qué manera podemos leerlo? David nos da un dato en otro momento de la película, refiriéndose a ese episodio: “-Negro, negro”, quizás podamos leer allí el vacío, la ausencia del significante en el Otro.

CUESTIÓN DE ESTRUCTURA

Qué indicios hay de una posible estructura psicótica antes de que David desfallezca frente a la ovación clamorosa de su público auditor y la “realización” de su interpretación de Rachmaninov. ¿Es en el cuerpo donde debemos buscar esos indicios, en las rigideces y torpezas de David?… ¿es en el orden del significante, en la repetición automática y las ironías que realiza a veces? Ej :“-Hay tres cosas que hacer, según mi maestro, trabajar, trabajar, trabajar”. Para nosotros, lo que puede diferenciarlas y cargar de sentido la frase tal como si fuera un chiste, sería tomarl estos significantes en del orden del retorno de lo reprimido, pero quizás, para David, pueda tratarse simplemente de tres significantes idénticos… repetidos en un automatismo mental. En cuanto al cuerpo, algo interesante a señalar: el piano, en la primera escena,

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