TRANSTORNOS EN EL LENGUAJE
dodeydoque18 de Mayo de 2014
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Trastorno Fonético o Dislalia (Problema de Articulación o Pronunciación)
Se define como una dificultad en la producción de los sonidos del habla. Esta patología es una de las más comunes en los niños y en la población en general (cuando no se recibió atención temprana). Este trastorno puede afectar a cualquier vocal o consonante, aunque la mayor incidencia del problema puede observarse en ciertos sonidos que requieren de una mayor habilidad en su producción por exigir movimientos más precisos.
Tipos por Causa:
• Evolutiva: Niños con problemas articulatorios producto del desarrollo como tal.
• Funcional: Dificultad articulatoria producto de la incorrecta funcionalidad de los órganos que intervienen en el habla.
• Audiógena: Relacionada a problemas auditivos
• Orgánica: Dificultad a nivel anatómico de los órganos que intervienen en el proceso del habla.
Características:
1. Se presentan omisiones de fonemas (sonidos). Ej. “árbol” por “ábol”.
2. Pueden haber inserciones de sonidos donde no son necesarios. Ej. “iglesia” por “inglesia”
3. Al no poder pronunciar un sonido en particular, el paciente tiende a distorsionarlo para que se escuche parecido al real. Ej. “sapo” por “zapo”.
4. Cuando no pueden decir un sonido, lo cambian por otro más fácil de pronunciar. Ej. “casa” por “cata”
Tratamiento de las Dislalias: trastornos fonéticos
A lo largo de toda la intervención se ejercitará de forma paralela la musculatura que está interviniendo en la producción de los sonidos. Toda la terapia se va a centrar en juegos que faciliten la adquisición de las habilidades necesarias con la participación e implicación del niño, logrando así, que sea el propio niño quien descubra por sí mismo los procesos.
Es conveniente que los padres participen y colaboren en todo el proceso terapéutico siguiendo las instrucciones del terapeuta y realizando las actividades para casa que considere necesarias.
Trastorno Fonológico:
Es un tipo de trastorno del habla conocido como trastorno de la articulación.
Los niños con trastorno fonológico no utilizan ninguno o utilizan sólo algunos de los sonidos del habla que se esperan para su grupo de edad.
Este trastorno suele presentarse entre los tres y los cinco años y es el trastorno del lenguaje más común en los niños. Suele ser detectado sin dificultad por padres y profesores, sin embargo, es menos frecuente que se decida realizar un adecuado diagnóstico e intervención especializados debido a la creencia errónea de que la Dislalia es un problema que desaparece con el tiempo sin intervención.
Causas:
Este trastorno es más común en los varones. Aproximadamente el 3% de niños en edad preescolar y el 2% de niños de 6 a 7 años sufren de este trastorno.
A menudo, se desconoce la causa del trastorno fonológico en niños. Los parientes cercanos pueden haber tenido problemas del lenguaje y del habla. Otros factores de riesgo pueden ser la pobreza y el hecho de pertenecer a una familia numerosa.
Los trastornos fonológicos también pueden ser causados por:
• Problemas o cambios en la estructura o forma de los músculos y huesos que se usan para producir los sonidos del habla. Estos cambios pueden abarcar paladar hendido y problemas con los dientes.
• El daño a las partes del cerebro o los nervios que controlan la forma como los músculos y otras estructuras trabajan para crear el habla (como a raíz de una parálisis cerebral).
Consejos para los padres:
• Como primera medida, se debe disminuir el nivel de angustia que se pueda llegar a tener para lograr una plena aceptación.
• velar por la superación de las actitudes negativas que impiden un correcto desarrollo del niño, las cuales influyen negativamente en la expresión de las aptitudes y cualidades del pequeño.
• la familia debe ser un agente activo que contribuye al integro desarrollo e integración de los niños.
• No realizar conductas de sobreprotección o rechazo, exigiendo en función a la edad y posibilidades concretas.
• Estimular las capacidades, fomentando la autonomía personal.
• Emplear y transmitir correctos modelos lingüísticos, incluyendo en el lenguaje oral las expresiones de sentimientos, sensaciones y demás.
• Trabajar en conjunto con los profesionales y personas del ámbito educativo que se hallen involucrados para corregir el trastorno del lenguaje, continuando en la casa la labor que se realiza en la escuela o centro educativo.
Consejos para docentes
• Amoldar las actuaciones en función a los intereses y necesidades de los niños.
• No realizar acciones directivas. Hay que tratar que el niño intervenga.
• Adecuar el lenguaje. Se debe procurar hablar de un modo más lento, pronunciar correctamente (sin exagerar), ayudarse con gestos naturales para facilitar la comprensión, utilizar un lenguaje acorde al niño y su dificultad, evitar oraciones interrumpidas o desordenadas, no responder por el pequeño, dejándolo que se exprese libremente.
• Tomar una actitud activa y estimulante, controlando las angustias, ansiedades y actitudes negativas frente al lenguaje del pequeño.
• Se pueden realizar variados juegos lingüísticos, como los siguintes:
1. La profesora o un niño dice los fonemas del nombre de un animal y los niños adivinan de qué animal se trata (aquí se trabaja el nivel fonológico); pueden separar los nombres de los animales en sílabas.
2. Forman oraciones a partir de un animal dado y cambian el orden de las palabras dentro de la oración formulada (nivel morfosintáctico).
3. Caracterizar, describir a los animales y buscar un atributo (adjetivo). Por ejemplo, el león es valiente y el tigre feroz (nivel semántico). Además, se establecen semejanzas y diferencias entre pares de animales.
Consejos para psicopedagogos:
La intervención en los trastornos del lenguaje tendrá como objetivo que el niño aprenda a articular los sonidos correctamente. Se evaluará el nivel articulatorio del niño y se realizará un programa adecuado a sus necesidades. En general se darán los siguientes pasos en la intervención:
• Estimular la capacidad del niño para producir sonidos, reproduciendo movimientos y posturas, experimentando con las vocales y las consonantes. Se le enseñará a comparar y diferenciar los sonidos.
• Estimulación de la coordinación de los movimientos necesarios para la pronunciación de sonidos: ejercicios labiales y linguales. Se enseña al niño las posiciones correctas de los sonidos más difíciles.
• Se realizan ejercicios donde el niño debe producir el sonido dentro de sílabas hasta que se automatice el patrón muscular necesario para la articulación del sonido.
• Llegados a este punto el niño ya está preparado para comenzar con las palabras completas, a través de juegos se facilitará la producción y articulación de los sonidos difíciles dentro de las palabras.
• Una vez que el niño es capaz de pronunciar los sonidos difíciles en cualquier posición de una palabra, se tratará que lo realice fuera de las sesiones, es decir, en su lenguaje espontáneo y no solo en las sesiones terapéuticas.
Trastornos del habla y la voz
Las alteraciones del habla hacen referencia a todos aquellos trastornos que afectan a la correcta articulación de los diferentes sonidos y palabras o al ritmo y fluidez de la expresión verbal. Dentro de esta tipología, podemos incluir: disglosia y disartria
Disglosia:
La disglosia es un trastorno de la articulación de los fonemas, de origen no neurológico central, debido a alteraciones anatómicas y/o fisiológicas de los órganos articulatorios periféricos que dificultan el funcionamiento lingüístico en personas sin afectaciones neurológicas o sensoriales detectables, con una inteligencia no verbal dentro de los límites de la normalidad, y que a pesar de tener una estimulación adecuada, una educación suficiente y unos progresos observables, no llega a alcanzar un conocimiento lingüístico que les permita comprender y expresarse de forma correcta.
Además, hay que tener en cuenta que es un conjunto de elementos semiológicos, los cuales comparan las estructuras lingüísticas de un sujeto con las de otro sujeto que habla normalmente, utilizando como referencia la posesión y buen funcionamiento de los elementos anatómicos (normalidad de los órganos lingüísticos), de los elementos funcionales (contexto socializador y lingüístico) y de los elementos ambientales (entorno comunicativo de continuo estímulo).
Para una expresión hablada correcta se requiere que todos los órganos que intervienen en ella tengan la estructura adecuada. Por tanto, toda anomalía o malformación de los mismos da como resultado un habla defectuosa, llamada disglosia.
Las causas de las disglosias pueden ser varias, ubicadas en diferentes órganos del habla, únicas o asociadas (Perelló y Tresserra, 1990). Podemos citar las malformaciones congénitas craneofaciales, los trastornos del crecimiento,
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