TRATAMIENTOS EN ADICCIÓN A LA COCAÍNA
blanca_tm9 de Abril de 2013
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ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
2. MECANISMO DE ACCIÓN DE LA COCAÍNA
3. DIAGNOSTICO DE ADICCIÓN A COCAÍNA
4. NEUROPSICOLOGÍA DE LA ADICCIÓN A COCAÍNA
4.1. Déficits asociados al Consumo Crónico
4.2. Rehabilitación Cognitiva
5. TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS PARA LA ADICCIÓN A COCAÍNA
5.1. Entrevista Motivacional
5.2. Consejo Individual y Grupal
5.3. Exposición Sistemática a Estímulos
5.4. Manejo de Contingencias
5.5. Prevención de Recaídas
5.6. Terapia Cognitivo-Conductual
5.7. Programa de Reforzamiento Comunitario más Terapia de Incentivos
5.8. Mindfulness y Terapia Atencional
5.9. Modelo Psicosocial MATRIX
5.10. Terapia Interpersonal
5.11. Terapia Psicoanalítica
5.12. Terapia Familiar y de Pareja
5.13. Terapia Familiar Breve Estratégica
6. CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN
7. BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
La demanda de tratamiento por abuso y/o dependencia de la cocaína se ha incrementado en Europa durante los últimos años, aunque hay marcadas diferencias entre unos países y otros en cuanto a la proporción y el número de pacientes que consumen cocaína como droga principal. Según el informe anual del Observatorio Europeo de Drogas (2010), las cifras más altas corresponden a España, donde el 46 % de todos los pacientes que inician un tratamiento por drogodependencias corresponde a consumidores de cocaína.
Según la encuesta bienal EDADES 09/10, el consumo de cocaína desciende, por primera vez, tras una etapa al alza (1995-2005) y posterior estabilización (2005-2007).
Aún con este descenso, continúa siendo la droga ilegal (después del cannabis) más consumida en España.
Según las estadísticas de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid, en este pasado año, las personas tratadas por consumo de cocaína en sus recursos públicos alcanza el porcentaje más alto de los pacientes en tratamiento por adicciones. Aunque hay que aclarar que la cocaína no era consumida sola, sino en la mayoría era policonsumo con alcohol, heroína, cannabis u otras drogas, pero siendo la cocaína la principal droga a tratar.
2. MECANISMO DE ACCIÓN
La acción más importante de la cocaína es el bloqueo de la recapatación de dopamina (Koob, 1999). El bloqueo de este recaptador produce un aumento de la concentración sináptica de dopamina y de la transmisión dopaminérgica, directamente asociado a la experiencia de la euforia cocaínica. Las vías dopaminérgicas en las que actúa la cocaína dan soporte neural en los animales a experiencias placenteras o “reforzantes” básicas como son la ingesta alimentaria y la conducta sexual. La cocaína activa dichas vías de un modo intenso y anómalo y da lugar a un placer distorsionado muy apetitivo, fuera del rango de las experiencias reforzantes naturales.
El “circuito neural básico de la recompensa de los mamíferos superiores”está localizado en el área limbo-pálido-estriatal e incluye el área tegmental ventral, el núcleo acumbens, el núcleo pálido ventral y la corteza prefrontal.
Como consecuencia de estas acciones farmacológicas la cocaína tiene unos efectos clínicos que pueden resumirse como sigue:
- Vasoconstricción periférica, taquicardia, incremento de la contractilidad cardiaca, hipertensión, midriasis, temblor y sudoración, todo ello por acción sobre los receptores alfa y beta-adrenérgicos.
- Incremento de la temperatura por incremento de la actividad física, vasoconstricción y alteración directa del centro hipotalámico de control térmico.
- Estímulo potente del SNC por acción dopaminérgica. Este efecto varía según la dosis, la vía, el ambiente y las expectativas del consumidor. Con dosis bajas se produce incremento del tono vital y de la energía,
disminución del apetito, insomnio, aumento del rendimiento intelectual y físico, hiperactividad motora, verbal e ideatoria, disminución de la fatigabilidad e incremento de los placeres en alerta. Tras un consumo moderado los consumidores no adictos experimentan habitualmente un periodo de cansancio y, en ocasiones, disforia y deseo de tomar cocaína que dura horas. Con dosis más altas y/o en personas predispuestas pueden aparecer alteraciones de la capacidad crítica y discriminativa, ilusiones y/o alucinaciones auditivas, táctiles y visuales, esterotipias, bruxismo y convulsiones.
- Activación de las hormonas tiroideas (lo cual da cierta similitud a la intoxicación cocaínica con el hipertiroidismo).
3. CRITERIOS DIAGNOSTICOS DE ADICCIÓN A COCAÍNA
Según el DSM-IV-TR, los criterios a cumplir para dar un diagnostico de adicción a sustancias (en este caso cocaína) son los siguientes.
Un patrón desadaptativo de consumo de la sustancia que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por tres (o más) de los ítems siguientes en algún momento de un período continuado de 12 meses:
1. tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) Una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de la sustancia para conseguir la intoxicación o el efecto deseado
(b) El efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye claramente con su consumo continuado
2. Abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) El síndrome de abstinencia característico para la sustancia (v. Criterios A y B De los criterios diagnósticos para la abstinencia de sustancias específicas)
(b) Se toma la misma sustancia (o una muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia
3. La sustancia es tomada con frecuencia en cantidades mayores o durante un período más largo de lo que inicialmente se pretendía
4. Existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de la sustancia
5. Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia (p. ej., visitar a varios médicos o desplazarse largas distancias), en el consumo de la sustancia (p. ej., fumar un pitillo tras otro) o en la recuperación de los efectos de la sustancia.
6. Reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de la sustancia.
7. Se continúa tomando la sustancia a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o exacerbados por el consumo de la sustancia (p. ej., consumo de la cocaína a pesar de saber que provoca depresión, o continuada ingesta de alcohol a pesar de que empeora una úlcera).
Especificar si:
Con dependencia fisiológica: signos de tolerancia o abstinencia (p. ej., si se cumplen cualquiera de los puntos 1 o 2).
Sin dependencia fisiológica: no hay signos de tolerancia o abstinencia (p. ej., si no se cumplen los puntos 1 y 2).
4. NEUROPSICOLOGÍA DE LA ADICCIÓN A COCAÍNA
4.1. Déficits asociados al Consumo Crónico
Los daños a nivel cognitivo del consumo prolongado de sustancias psicoativas, producen lesiones difusas a nivel cerebral. De esto se puede deducir, que es lo contrario a una lesión focal, determinada a una zona o área en concreto. Esto produce un deterioro generalizado, por lo que es bastante difícil determinar las funciones afectadas y la medida en que son afectadas.
El estudio de los déficits específicos de la cocaína son necesarios para el pronóstico como para el desarrollo de programas de tratamientos, ya que estos exigen un nivel cognitivo (mayoría son técnicas cognitivas-conductuales) que en su mayoría no están conservados por los pacientes.
Hasta ahora se ha relacionado el consumo crónico a cocaína con la tendencia a la perseveración, la incapacidad para la inhibición de impulsos irrelevantes, las dificultades para procesar y aprender de los errores, y la impulsividad. Lo que se debe a alteraciones cognitivas en atención,memoria de trabajo, tiempo de reacción, velocidad de procesamiento y motora, habilidades perceptivas y espaciales, memoria visual y verbal, y fluidez verbal. Estos daños han sido considerados como leve-moderado, y no queda claro si son reversibles aunque la evidencia apunta a que no totalmente.
4.2. Rehabilitación Cognitiva en Consumidores de Cocaína
La cocaína, al igual que la mayoría de las drogas de abuso, afectan de modo difuso, es decir, no se produce una lesión focalizada sino dispersa por diferentes áreas cerebrales. Según diferentes estudios, se ha visto que la principal área afectada es la àrea prefrontal (dentro del lóbulo frontal), la cuál posee las funciones ejecutivas. Esto se traduce en problemas para al toma de decisiones, planificación de la conducta, inhibición de respuestas, flexibilidad mental...etc.
Se pueden utilizar las técnicas de evaluación del lóbulo frontal como mecanismos para la rehabilitación de las funciones ejecutivas, mediante las siguientes pruebas, para la mejoría de las funciones ejecutivas y la atención, afectadas ambas en el abuso crónico de cocaína.
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Se le pide al sujeto nombrar el nombre del color de la tinta en lugar del nombre del color escrito. Si la prueba se realiza informáticamente, se puede regular la
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