ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Terapia Del Olvido


Enviado por   •  13 de Septiembre de 2012  •  529 Palabras (3 Páginas)  •  451 Visitas

Página 1 de 3

TERAPIA DEL OLVIDO

1.- ¿ Qué es olvidar y para que sirve ?

Olvidar es una de las funciones naturales de la memoria, que sirve para descargar de la conciencia, rutinas ya aprendidas, así como el dolor que nos causamos al recordar, ciertas experiencias penosas.

En el primer caso, esas experiencias se convierten en aprendizaje automático para uso inconsciente, por ejemplo cuando aprendemos a manejar un auto o una bicicleta o alguna tabla aritmética. El conocimiento se convierte en parte espontanea de uno.

En el segundo caso, nos abre la puerta del control y perdón interno, a nosotros mismos. Por haber paralizado nuestra evolución y oportunidades de vivir en paz y tranquilos. Pudiendo tomar las cosas, como de quien vino y hasta reímos de nuestra escasa sabiduría, y haber permitido guardar una actitud de avinagrado resentimiento por tanto tiempo.

Recordar es volver a vivir y olvidar es recordar sin sentir.

Aunque esta afirmación, parezca poética, es una verdad muy simple y práctica. Recién cuando olvidamos, podemos controlar sin esfuerzo nuestras emociones y reacciones. Entonces logramos conectarnos con nuestra gran capacidad para perdonar que es muy grande, porque somos un espíritu que mora en este cuerpo físico que sufre. Descubrirá que perdonar nuestros errores es divino.

Y si el proverbio lo dice, será porque hay algo de cierto.

Solo así podremos volver a arriesgarnos, con fe y esperanza en que si nos vuelve a pasar. Será muy distinta nuestra actitud y no nos afectará.

Olvidar, también sirve para recuperar nuestra habilidad para aprender, discriminar y seleccionar nuestras respuestas ante situaciones futuras; para actuar con madurez, sabiduría, altura y resignación frente a la adversidad. Aunque muchas veces nos sorprenderemos de nuestras nuevas respuestas, sin saber de donde las sacamos.

También sirve para perdonar nuestros errores, y darnos a plenitud. Y el perdón empieza con uno mismo, sin culpas, sin remordimientos sin sentirlo. Como quien dobla la esquina y por extensión, podremos perdonar a otros sus agravios y carencias de sabiduría.

Recordemos la petición de Cristo a su padre:

"Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen." Lo cual nos enseña que muchos agravios son absolutamente carentes de intención en primer plano. En el caso, los soldados solamente obedecían ordenes, de quienes veían en el místico, una figura que amenazaba a sus afanes de poder y de control político, económico y religioso del pueblo judío.

Sin embargo, para poder perdonar; es preciso primero, olvidar la emoción que acompaño a la experiencia dolorosa. Tenga presente que no son los hechos los que nos hacen

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (3.4 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com