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Terapia Emotiva


Enviado por   •  18 de Diciembre de 2012  •  5.850 Palabras (24 Páginas)  •  552 Visitas

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. Introducción:

La terapia Racional emotiva (TRE), es una terapia cognitivo conductual basada en la idea de que tanto las emociones como las conductas son producto de las creencias del individuo, de su interpretación de la realidad. Por lo tanto el objetivo de la TRE es asistir al paciente en la identificación de sus pensamientos “irracionales” o disfuncionales y ayudarle a reemplazar dichos pensamientos por otros “racionales”, que le permitan ser feliz, establecer relaciones con otros, etc.

La TRE examina las inferencias sobre uno mismo, los demás y el mundo en general, la filosofía básica del individuo, las que están basadas estas inferencias.

II. Historia y datos biográficos.

Albert Ellis, doctor en psicología clínica de la universidad de Columbia, es el fundador y presidente del institute for rational-emotive Therapy en Nueva York, dedicando todas la horas posibles de la semana, atendiendo 70 pacientes individuales y seis grupos de psicoterapia, supervisando terapeutas, dando conferencias y talleres además de un gran número de publicaciones de alrededor de 500 artículos, 50 libros y monografías sobre la teoría y práctica de la TRE y en el área de la sexualidad y las relaciones matrimoniales durante la década de los 50, aquí también comienza a experimentar con otras formas de psicoterapia distintas del

psicoanálisis, ya que según él no era un método terapéutico muy eficaz.

La TRE fue desarrollada en 1955 en una conferencia dictada por Ellis, el modelo ABC para la terapia fue publicado en 1958 y ampliado en 1984.

III. Descripción del modelo terapéutico.

Está basado en la premisa estoica de que: “La perturbación emocional no es creada por las situaciones sino por las interpretaciones de estas, por ende su eje principal es la forma de pensar del individuo, como interpreta su ambiente, circunstancias, creencias sobre si mismo, otras personas y el mundo en general. Si estas interpretaciones o creencias son ilógicas, poco reales y dificulta la obtención de las metas auto establecidas, estas son “irracionales”, llegando a conclusiones equivocadas, en cambio si estas interpretaciones se basan en datos empíricos y una secuencia lógica de premisas y conclusiones, sus creencias son racionales, ya que el razonamiento es correcto y la filosofía básica de esa persona es funcional.

El modelo ABC funciona de la siguiente forma:

La “A” o (acontecimiento activante) no produce la “C” (consecuencia) emocionales o conductuales, ya que de ser así, todos reaccionarían igual frente a la misma situación, la “C” es producida por la interpretación que se da a la “A”, es decir por las creencias (beliefs) “B” que generamos sobre dicha situación. Si B es funcional, lógica y empírica es considerada “racional”, por el contrario si obstaculiza un

eficaz funcionamiento del individuo es “irracional”, el método para remplazar una creencia se llama “refutación o “debate” (D) y es básicamente añadir a la vida cotidiana, cuestionando hipótesis y teorías para determinar su validez.

Según la TRE, la evaluación irracional que hace el individuo hacia el y los demás es el elemento principal del trastorno psicológico, ya que conceptualiza exigencias absolutistas, de los “debo de” y “tengo que” en vez de concepciones probabilísticas o preferenciales, en donde crea expectativas, pero no adoptan las características de un dogma, de este pensamiento irracional dogmático se derivan tres inferencias:

1. La tendencia a resaltar en exceso lo negativo de un acontecimiento (tremendismo) percibe que más de un 100% malo.

2. La tendencia a exagerar lo insoportable de una situación (no-puedo-soportantis), cree que no puede experimentar felicidad ninguna.

3. La tendencia a condenar a los seres humanos o a la vida en general (condenación) evalúa a los demás y así mismo como subhumanos.

Estas tres inferencias son consideradas como procesos secundarios irracionales provenientes de una filosofía de pensamiento dogmático, esto genera controversia ya que otros (Wessler, 1984) sostienen que la relación es inversa: que las inferencias son primarias y que el pensamiento absolutista nace de ellas, otros (Dryden y Eliis, 1988) sugiere que ambos procesos son independientes.

En la TRE se distinguen

dos categorías de perturbaciones psicológicas: La perturbación del yo: la persona se condena a sí mismo como resultados de realizar exigencias absolutistas sobre si mismo y la perturbación de la incomodidad igual que en el anterior pero a estas exigencias reflejan la creencia de que “tienen que” existir condiciones como la comodidad y una vida cómoda.

Las distorsiones cognitivas constituyen un rasgo de la perturbación psicológica, la TRE cree que dichas distorsiones casi siempre provienen de los “debo de”, las más frecuentes son:

1. Pensamiento de “Todo o nada”. Si fracaso en algo importante, soy un fracasado total.

2. Saltando a las conclusiones y non sequiturs negativos. Como me vieron fallar, pensarán que soy un idiota incompetente.

3. Adivinar el futuro. Se están riendo de mí por fallar, saben que debí acertar, me despreciarán para siempre.

4. Centrándose en lo negativo. Como no puedo soportar que las cosas vallan mal, no veo que suceda nada bueno en mi vida.

5. Descalificando lo positivo. Cuando me hacen un cumplido, solo son amables y olvidan las estupideces que no debía hacer.

6. Siempre y nunca. Las cosas siempre serán así y nunca seré feliz.

7. Minimización. Mis logros son el resultado de la suerte y no tienen importancia, mis errores, que no debería haber cometido son malos e imperdonables.

8. Razonamiento emocional. Como he actuado de forma incompetente y no debía haberlo hecho, me siento un estúpido, lo que

me demuestra que no soy bueno.

9. Etiquetado y sobregeneralizado. Como no puedo fallar en un trabajo importante y lo he hecho, soy un completo fracaso.

10. Personalización. Como estoy actuando peor de lo que debería, y como

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