Transdisciplina

Ventana al caos

La actitud del sujeto frente a la obra, la magia o el encanto, es sorprenderse por algo que supera el curso normal de los acontecimientos. El ser es a la vez caos y cosmos, que viene de la palabra griega que significa armonía.

El caos es ocultado por instituciones sociales y por la vida cotidiana.

Dar forma es la creación de un cosmos.

No le falta nada, no presenta solamente caos, sino también un cosmos en este caos.

La mímesis. La mimesis es una interpretación, persuasión, juicio, evaluación.

Se trata de una forma y de la adecuación de la materia a esta forma, como también, además de la forma a esta materia ya que ambas son inseparables.

El duelo de lo que ha ocurrido y de lo que va a ocurrir.

Esta forma es como una encarnación adecuada de una significación específica y de esta significación habla la obra de arte.

Su modo de ser es sui generis y por esta razón es imposible de traducir a otro lenguaje.

Llamamos poiésis a aquello que hace que algo pase del no ser al ser. Hacer pasar algo del no ser al ser es una creación es exactamente eso.

La catarsis invoca a la función comunicativa de la experiencia estética, al placer emotivo provocado por la obra de arte que transforma sensiblemente nuestras capacidades perceptivas.

Mimesis y catarsis entre una acción importante completa y la de estas pasiones entre el discurso embellecido y los medios que son la piedad y el terror, entre la praxis completa y el cumplimiento de la catarsis por la tragedia.

Hay una especie de realismo, que aparece como imperativo para las artes figurativas.

La posibilidad indefinida de representaciones, esto es lo que se ve a través de esta mirada y el término imitar entonces pierde importancia, que quiere decir imitar este abismo… no se trata de imitación es una presentación del abismo que no esconde nada.

La creación de un cosmos por parte del arte. Por ésta razón el gran arte no es fenoménico, es transparente allí nunca hay nada que se esconda detrás de otra cosa. La riqueza infinita de una gran obra de arte no es que hay una cosa adelante que esconde otras, es que por el contrario cosas que pueden estar adelante conducen siempre hacia otras cosas, aquí no hay fenomenalidad, donde hay un a transparencia absoluta.

En el drama hay un suspenso, en la tragedia no hay ningún suspenso para el espectador, que asiste a ella sabiendo de antemano lo que va a ocurrir.

El personaje es actor de su destino, pero no es autor puesto que es un destino pero simultáneamente por medio

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