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Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad y sus tratamientos


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2018  •  Documentos de Investigación  •  4.237 Palabras (17 Páginas)  •  149 Visitas

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El presente trabajo tiene como objetivo principal abordar el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

Este trastorno se abordará desde lo más básico a lo más complejo comenzando por su definición, sus componentes asociados (atención, hiperactividad y/o impulsividad, mixto) y luego, la presentación de sus tratamientos, y el contraste de éstos, como objetivo principal de la investigación.

“El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), es una alteración del neurodesarrollo que se caracteriza por la presencia de un patrón persistente de síntomas de inatención y/o hiperactividad-impulsividad” (Mejía, Rubiales, Etchepareborda, Bakker, Zuluaga, 2012, p.46). Estos tres síntomas muestra la diversidad de manifestaciones que tiene este trastorno.

El problema a tratar en este trabajo de investigación queda sujeto a las siguientes preguntas, ¿Cuáles son las diferencias de los tratamientos utilizados en el paciente con TDAH? ¿Es la mejor opción, como se ha demostrado hasta el momento, el tratamiento Multimodal que es la combinación del farmacológico y psicológico?

De acuerdo con el contraste de distintas investigaciones acerca de los tratamientos relacionados con este trastorno, realizadas en España, sostenemos como hipótesis que el tratamiento farmacológico y psicológico (educacional y familiar) se complementan. Hay un cierto grado de predominancia en el tratamiento farmacológico por sobre los no farmacológicos, sin embargo, el farmacológico no tendría su máximo beneficio sin ser combinado con los otros, por esto, la forma más completa es el Tratamiento Multimodal, que es la combinación éstos, ya que al requerir de varios enfoques e implicación de varios profesionales, juega un papel fundamental para ajustarse a los requerimientos de las distintas realidades de cada individuo.

El principal objetivo de esta investigación es mencionar y describir los distintos tratamientos del TDAH, para así contrastar diferentes investigaciones ya realizadas y aprobar o refutar la hipótesis mencionada anteriormente.

Antecedentes

Pascual-Castroviejo (2008) expresa que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad tiene tres síntomas fundamentales, los cuales son 1. Disminución de Atención, 2. Impulsividad, 3. Hiperactividad. Estos síntomas se pueden presentar independiente uno de otro o de forma mixta, lo que evidencia, junto a los trastornos comorbidos como Ansiedad, Depresión, Suicidio, Bipolaridad, la complejidad de este trastorno.

Aunque el cuadro se conoce desde siempre a lo largo de la historia de la humanidad, las bases científicas del conocimiento de sus peculiaridades clínicas se establecieron a principios del siglo XX. Antes de llegar a la denominación actual de “síndrome de déficit de atención e hiperactividad”, casi unánimemente aceptado, recibió diversos nombres científicos tales como “daño cerebral mínimo” y “disfunción cerebral mínima”. (Pascual-Castroviejo, 2008, p. 140)

Duñó L. (2014) en su Tesis Doctoral “TDAH infantil y metilfenidato: Predictores clínicos de respuesta al tratamiento” exponen los antecedentes históricos del TDAH dividiéndolos en 4 periodos.

El primer periodo habla de los orígenes del síndrome (1775-1914). En éste se comienzan a usar las primeras descripciones del síndrome comparables a lo que hoy se conoce como TDAH. Entre los autores que han realizado definiciones se destacan a Bourneville cuándo en 1896 denominó “el niño inestable” a niños con características como intranquilidad, conductas destructivas y bajo control de impulsos. En 1902, el doctor George Still, sistematizó el cuadro clínico y describió el conjunto de síntomas más típicos del trastorno como es conocido hoy en día: hiperactividad, dificultades de aprendizaje, déficit de atención y problemas de conducta. Por último, Heuyer en 1914, relacionó estos trastornos de conducta con factores de tipo ambiental y social.

El segundo periodo se centra en la búsqueda de la etiología (1922-1934). Entre los autores destacados se encuentra Hohmann (1922) que define como “trastorno de conducta postencefalica” a la serie de secuelas cognitivas y de comportamiento detectada en niños que sufrieron a una pandemia de encefalitis durante la Primera Guerra Mundial.

Otro autor destacable de este periodo es Pierre Male. “Pierre Male, en 1932, en el tratado “Génesis de las alteraciones del carácter del niño”, resumió en tres grupos, los factores causales: 1. La indiferenciación del sustrato neurológico, 2. la constitución emotiva y 3. los condicionamientos sociales” (Duñó L., 2014, p. 3)

El tercer periodo es nombrado “Del daño cerebral mínimo al síndrome hipercinético (1937-1968)”. Lo más destacable de este periodo es que se definió por primera vez este trastorno, denominado “Trastorno    por    déficit    de    atención    e hiperactividad” en 1965, por la octava edición de la Clasificación Internacinal de las Enfermedades (CIE) de la OMS y como “Síndrome hipercinético de la infancia” en 1968 en la segunda edición del Manual de Diagnóstico y Estadistico de Enfermedades Mentales (DSM-II).

“Desde entonces la investigación se centró en delimitar el cuadro clínico, demostrar la validez del diagnóstico y estudiar nuevas hipótesis etiológicas que permitan el hallazgo de medidas terapéuticas eficaces (Mardomingo, 1994).” (Duñó, L., 2014, p. 5)

El último periodo es el Cuarto: Evolución de la Clasificación (1972-2004). A partir del tercer periodo, se comenzó a reconocer los síntomas de desatención, hiperactividad e impulsividad como principales en este trastorno. Luego de los resultados de diferentes investigaciones, se presentó una nueva categoría, “el  trastorno  por  déficit  de  atención  con  hiperactividad”, aunque la clasificación americana, antepone el déficit de atención a la hiperactividad, pero en la mayoría de los casos los dos se presentan simultáneamente.

A finales de los años 80, hubo una aceptación general de que el TDAH se caracterizaba por un desorden con una repercusión en el desarrollo, generalmente crónico, con una fuerte predisposición biológica y hereditaria y con un impacto negativo en el rendimiento escolar y en el manejo de las habilidades sociales. En la década de los 90, hubo un gran interés científico centrado en las bases genéticas y neurológicas del trastorno. La APA (1994), revisó los criterios diagnósticos del TDAH en la cuarta edición del DSM-IV (APA, 1994), subdividió los síntomas del TDAH en categorías de desatención, hiperactividad e impulsividad y describió el subtipo combinado en el cual los pacientes debían cumplir los criterios diagnósticos tanto de desatención como de hiperactividad e impulsividad. En la actualidad, sigue vigente esta clasificación (APA, 2004). (Duñó L., 2014, p. 7)

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