Trastornos Alimenticios
ethel.sp23 de Septiembre de 2012
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La magnitud de la investigación y publicaciones sobre los trastornos
del comportamiento alimentario en los últimos años ha sido
muy extenso, aunque todavía no se ha alcanzado el nivel óptimo
de conocimiento sobre ellos. Además, cabe señalar que el volumen
de la investigación ha sido desigual para los distintos trastornos.
De un lado, nos encontramos con que la bulimia nerviosa
(BN) ha sido, con creces, el trastorno alimentario más estudiado;
de otro, el trastorno alimentario compulsivo o trastorno por atracón
(TA) es el que de forma más tardía ha empezado a estudiarse
y hasta la fecha sólo ha sido incluido en el DSM-IV de forma provisional.
La relación entre el TA con los otros trastornos de la conducta
alimentaria está siendo sometida a debate y en este momento
se están intentando delinear sus características clínicas, su etiología
y desarrollo y sus vías de solución. Entre la BN y el TA se
encuentra la anorexia nerviosa (AN), la cual, aunque ha generado
un amplio número de investigaciones, requiere una mayor clarificación
de actuación sobre todo desde el punto de vista terapéutico.
Finalmente, los trastornos alimentarios no especificados (TCANE)
han sido olvidados por clínicos e investigadores, probablemente
por que se han considerado de menor gravedad.
En los apartados siguientes vamos a revisar el estado actual de
la cuestión respecto a estos trastornos, omitiendo de forma deliberada
la obesidad, que, aunque guarda una estrecha relación con los
trastornos ya señalados, nos haría extendernos en demasía en este
trabajo. La magnitud de los datos publicados en distintos países
sobre obesidad condujo a que en 1995 un Panel de Expertos de
EE.UU., compuesto por 24 miembros procedentes de distintos ámbitos
de la salud, elaborase unas directrices clínicas para la identificación,
evaluación y tratamiento del sobrepeso y de la obesidad
en adultos (Experta Panel on the Identification, Evaluation, and
Treatment of Overweight in Adults, 1998). Dichas directrices fueron
el resultado de la revisión sistemática de 394 estudios controlados
de la literatura científica recogidos por el MEDLINE entre
enero de 1980 y septiembre de 1997, de los que se aceptaron como
válidos para obtener conclusiones 236. El lector interesado por
el ámbito de la obesidad puede acudir a dichas directrices y a Saldaña
(1999).
Para el análisis del estado de la cuestión en AN, BN y TA nos
basaremos en la revisión de la investigación publicada al respecto
Tratamientos psicológicos eficaces para trastornos
del comportamiento alimentario
Carmina Saldaña
Universidad de Barcelona
En el trabajo se revisan los distintos tratamientos para anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastorno
por atracón y se proponen las áreas de estudio para la próxima década. La obesidad ha sido omitida de
la revisión. Datos de las investigaciones disponibles en la actualidad ofrecen resultados desiguales con
relación a la eficacia de los tratamientos para los trastornos del comportamiento alimentario. En bulimia
nerviosa (BN) existe suficiente evidencia empírica que muestra la superioridad de la terapia cognitivo-
conductual (TCC) frente a otras alternativas de tratamiento. Probablemente la terapia interpersonal
podría ser el tratamiento de elección cuando la TCC fracasa. En el trastorno por atracón los programas
de autoayuda para los casos leves y la TCC para los demás casos son los tratamientos de elección.
El panorama en el tratamiento de la anorexia nerviosa es diferente; el único tratamiento que hasta
el momento ha probado su eficacia es la rehabilitación nutr icional. Para este trastorno todavía es necesario
el desarrollo y aplicación de programas estructurados de tratamiento que permitan determinar
su eficacia.
Efficacious psychological treatments for eating disorders.We review the differential effectiveness for
anorexia nervosa, bulimia nervosa and binge eating disorder and we propose the areas of study on these
disorders for the next decade. Obesity has been omitted for this review. Data for the available research
offer differential results with respect to the treatment efficacy on eating disorders. In bulimia nervosa
there is enough evidence showing the superior ity of cognitive-behavioral therapy (CBT) in front
of other kind of therapies. It is possible that interpersonal therapy be the election treatment when CBT
fails. In binge eating disorder, self-help programs for mild cases and CBT for the other are the treatments
to be applied. The scope in the treatment of anorexia nervosa is different; by now the only treatment
that works is nutritional rehabilitation. For this disorder it is still necessary to develop and apply
structured treatment programs and to study their efficacy.
Correspondencia: Carmina Saldaña
Facultad de Psicología
Universidad de Barcelona
08035 Barcelona (Spain)
E-mail: csaldanya@psi.ub.es
Psicothema ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG
2001. Vol. 13, nº 3, pp. 381-392 Copyright © 2001 Psicothema
y en la reciente publicación realizada por un Comité de Expertos
de la American Psychiatric Association (Bell, Bulik, Clayton y
cols., 2000) que, en línea con este trabajo, se rige por la clasificación
de los tratamientos en tres categorías: I) recomendados con
una confianza clínica considerable (tratamientos bien establecidos);
II) recomendados con una confianza clínica moderada (tratamientos
probablemente eficaces); y III) pueden ser recomendados
en función de las circunstancias individuales (tratamientos en fase
experimental). Conviene remarcar que las recomendaciones de este
Comité de Expertos están frecuentemente basadas en la experiencia
clínica más que en los datos que provienen de la investigación.
Por ello, recogeremos las recomendaciones del Comité de
Expertos de la American Psychiatric Association solamente en
aquellos casos en que éstas estén respaldadas por el suficiente aval
empírico.
Anorexia nerviosa
S egún el DSM-IV (American Psych i at ric Association, 1994) ,
la anorexia nerviosa (AN) es un tra s t o rno que se cara c t e riza por
p é rdida de peso o frac aso en la ganancia de peso que conduce a
la emaciación. Además, esta pérdida de peso va a compañada de
miedo a la ganancia de peso a pesa r de tener inf rape so grave ,
a m e n o rr ea y alte ración de la imagen cor p o ral que en el sujeto se
mu e s t ra porque se siente go rdo cuando en rea lidad está muy delgado,
niega su flaquedad o solamente se autova l o ra en función
de su peso y fi g u ra. ElDSM-IVdescribe dos subtipos de AN: 1)
AN re s t ri c t iva, que agrupa a aquellos sujetos que durante el e p isodio
de anorexia no rea lizan at racone s ni conductas compensat
o rias; y 2) AN compulsivo / p u rgat iva en el que durante el ep i s odio
de anorexia el sujeto realiz a at racone s y/o emplea conduc tas
p u rgat ivas (vómito autoinducido, abusa de laxantes, diuréticos,
e t c. ) .
Terapéutica aplicada en AN
El panorama de los tratamientos aplicados en el ámbito de la
AN es complejo, ya que existen pocos estudios controlados que informen
de los tratamientos que resultan más eficaces para tratar
este trastorno. Históricamente, la AN ha sido tratada en dos fases:
la primera en régimen de ingreso hospitalario para restaurar la pérdida
de peso y normalizar la alimentación; la segunda, en régimen
ambulatorio para facilitar el mantenimiento de la ganancia de peso,
prevenir las recaídas y mejorar los síntomas psicológicos asociados.
En la década de los 70 aparecieron los primeros estudios
que, realizados con diseños de caso único, mostraban la eficacia de
la terapia conductual para la recuperación de peso en pacientes
hospitalizadas, mediante el empleo de refuerzo positivo y negativo
contingente con la ganancia de peso. En estos trabajos no se
contemplaba la intervención sobre otros aspectos del trastorno distintos
de la pérdida de peso. En los dos primeros estudios publicados
sobre el tratamiento de la AN se aplicaban estrategias operantes
de reforzamiento positivo y negativo contingentes al incremento
de la ingesta y a la ganancia de peso en régimen hospitalario
(Bachrad, Erwin y Mohr, 1965) o en régimen ambulatorio (Lang,
1965). En el primero de estos trabajos los autores informaron que
la paciente, una mujer de 37 años de 21 Kg de peso, fue dada de
alta a los tres meses de tratamiento con una ganancia de peso de
poco más de 6 Kg. Después del ingreso se negoció un programa
con la familia y la paciente para que se generalizaran y mantuvieran
los cambios. En el seguimiento realizado a los 18 meses se
comprobó que la mejoría continuaba (Bachrad, Erwin y Mohr,
1965). Después de 16 años, Erwin (1977) publicó un seguimiento
de la paciente informando que ésta había perdido gran parte del
peso que había recuperado
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