Tu hijo tu espejo
lolomEnsayo18 de Diciembre de 2015
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INTRODUCCION
El presente ensayo hace referencia a la lectura “Tu hijo, tu espejo” en donde encontraras el significado de cómo, nuestros padres nos inculcan sus experiencias y vivencias sin darse cuenta
Este ensayo del libro tu hijo, tu espejo está muy interesante ya que nos ayuda a ser mejores personas y a poder tener una guía de cómo comportarnos ante las situaciones que nos pone la vida, leyendo esto podemos entender el porqué de las reacciones de nuestros padres, el porqué de sus sentimientos negativos Asia uno, así pudiendo ayudar nuestros padres a ser mejores y superar los problemas, sentimientos y culpas que traen dentro y afecta a la relación padre-hijo.
DESARROLLO
“En mi ciudad natal vivían una mujer y su hija que caminaban dormidas. Una noche, mientras el silencio envolvía al mundo, la mujer y su hija caminaron dormidas hasta que se reunieron en el jardín envuelto en un velo de niebla. Y la madre habló primero: — ¡Al fin! ¡Al fin puedo decírtelo, mi enemiga! ¡A ti que destrozaste mi juventud y que has vivido edificando tu vida en las ruinas de la mía! ¡Tengo deseos de matarte! Luego la hija habló, en estos términos: — ¡Oh, mujer odiosa, egoísta y vieja! ¡Te interpones entre mi libérrimo ego y yo! ¡Quisieras que mi vida fuera un eco de tu propia vida marchita! ¡Desearía que estuvieras muerta! En aquel momento cantó el gallo y ambas mujeres despertaron. La madre dijo, amablemente: — ¿Eres tú, tesoro? Y la hija —Sí, soy yo, querida mía. Respondió con la misma amabilidad:
Al leer esto en la introducción de este libro, me quede asombrada de lo que decía ya que nunca en mi vida hubiera pensado que una madre pudiera sentir ese sentimiento Asia una hija, pero es cierto existen sentimientos negativos y tienen que soportarlo por la sencilla razón que son sus hijos.”
CAPITULO 1.-
LAS DEFENSAS
Proyección
La proyección es el proceso de atribuir a otros lo que pertenece a uno mismo, de tal forma que aquello que percibimos en los demás es en realidad una proyección de algo que nos pertenece.
Nosotras como mujeres somos muy fijonas, criticonas y juzgamos todo, pero lo que nos dice este libro es que lo que decimos y pensamos de alguna persona es porque tal vez queremos ser como ella, envidiamos lo que es, lo que tiene o nosotras mismas lo tenemos y odiamos eso o simplemente en alguna cuestión de carácter, actitudes que miramos a una persona nos cae mal pero es porque miramos el defecto de nosotras en ellas y no nos gusta
Unas de las cosas que me llamo la atención fue es que siempre que miramos a una persona que constantemente critica juzga es porque en realidad odia su persona, se tiene desprecio a sí misma y lleva con ella una sombra muy grande que la proyecta a su alrededor que no puede con ella y la esparce en su camino tratando de deshacerse de eso que trae que no la deja ser feliz
Pero cuando una persona ve belleza bondad y luz, esa persona está mostrando lo que es, demuestra su belleza interior y con ella puede hacer que los demás se cuentan a gusto, felices de estar con ella
Negación
La negación es algo normal en todas las personas por una o por otra razón estamos negados a algo, pero son cosas que debemos superar y salir adelante
Si queremos superar algo lo primero que debemos hacer es salir de la negación ya que es imposible salir del problema en el que estamos si no aceptamos que lo tenemos
Ya que se oigamos dado el primer paso los demás llegaran por añadidura.
Unos de los problemas que tenemos para mantener la negación con nosotros, es que estamos cómodos y al reconocer el problema debemos hacer algo al respecto
Ejemplo:
“Ven a su hijo consumir drogas o a su cónyuge tener una relación extramarital, o bien que su hija es víctima del abuso sexual de un familiar: reconocer esto implica tomar decisiones muy drásticas; un divorcio tal vez, una ruptura en las relaciones familiares, una confrontación o, en pocas palabras, entrar en un proceso difícil para el cual no siempre se está preparado. Recuerdo casos drásticos a propósito de la negación, como el de una madre que, teniendo frente a ella a su hijo
visiblemente drogado y alcoholizado, repetía sin cesar: "No está pasando nada, todo está bien". O aquel joven adolescente que presentaba comportamientos verdaderamente alarmantes, como robar en las casas de los vecinos, hurtar motocicletas y artículos en las tiendas; al ser confrontado con esto, su padre argumentaba: "Son cosas propias de la adolescencia".
Así es muchas personas prefieren estar en la negación por el dolor que este les causara o simplemente es una negación inconsciente por miedo a ver la realidad, el reconocer implica miedos, culpas de impotencias y cargas que tal vez no son capaces de llevar
En mi vida he escuchado a muchas personas decir e incluso yo he dicho ya no pienses en eso, no hables de eso, pensando y creyendo que así se olvidara y ocultara el problema pero no es así el problema crecerá más y luego será imposible no ver el problema
CAPITULO .2
TU HIJO TU ESPEJO
En la vida de los padres se pueden encontrar 2 tipos de hijos.
Los maestros: estos son los que hacen la vida difícil de los padres los que hacen que día a día aprendan nuevas cosas ya que tienen que aprender a como comportarse y poner límites y saber que hacer en casos difíciles que están pasando, los hijos maestros son los que hacen madurar, aprender y crecer, son los que hacen leer libros ir a terapias y asistir a cursos para poder lisiar con ellos.
Son los que te acercan a un ser divino, los que te hacen entrar a la parte espiritual para pedir por ellos.
El oasis es ese hijo o hija que casi se autoforma y se auto educa, a veces parece que ya nació formado y educado. ¡Es tan fácil ser padre de ese hijo!, es responsable, no da problemas y la relación con él o ella fluye fácilmente.
Los hijos oasis: son los que parecen nacidos educados y no se batalla para nada con ellos.
El que estos hijos sean así no significa que no se aprenda nada de ellos si no que se aprende de diferente forma con cada tipo de hijo que les toca tener a los padres.
Con los hijos difíciles tenemos la mejor oportunidad de aprender, entre muchas otras cosas, el amor incondicional. No significa que los demás hijos no nos ayuden a aprender y a crecer, ellos lo hacen de diferente manera, por otros caminos; tampoco significa necesariamente que el hijo "oasis" será el más sano, exitoso y feliz, y que el hijo "maestro" será el enfermo, fracasado y desadaptado; te sorprenderá saber que, con frecuencia, el hijo difícil es el más sano de la familia. Hay muchos factores que debemos tomar en cuenta para emitir un pronóstico respecto a salud y enfermedad, o éxito y fracaso en la vida, incluso tendríamos que definir primero a qué le estamos llamando éxito, fracaso, salud y enfermedad. Nos limitaremos entonces a decir que lo que pasa en la infancia o adolescencia de un hijo no necesariamente determina lo que será su vida adulta. Comencemos ahora a explorar paso a paso cada una de esas proyecciones inconscientes que en alguna medida los padres hacemos con nuestros hijos, para que, después de darnos cuenta, podamos encontrar juntos nuevas formas de relación.
CAPITULO 3
YO NO PUEDO HACERLO, HAZLO TÚ POR MÍ
Vuestros hijos no son vuestros. Son los hijos y las hijas del anhelo de la Vida por perpetuarse. Llegan a través de vosotros, mas no son realmente vuestros. Y aunque están con vosotros, no os pertenecen. Podréis darles vuestro amor, pero no vuestros pensamientos, porque tienen sus propios pensamientos. Podréis albergar sus cuerpos, pero no sus almas, porque sus almas moran en la casa del mañana, que no podéis visitar, ni siquiera en sueños. Podréis, si mucho, pareceros a ellos, mas no tratéis de hacerlos semejantes a vosotros. Porque la vida no retrocede, ni se estanca en el ayer. Sois los arcos para que vuestros hijos, flechas vivientes, se lancen al espacio. El arquero ve la marca en lo infinito y Él es quien os doblega, con su poder, para que sus flechas partan veloces a la lejanía. Que el doblega miento en manos del arquero sea vuestra alegría, porque aquel que ama a la flecha que vuela, también ama al arco que no viaja.
Nuestros padres no pueden obligarnos a ser quienes ellos quieren que seamos, nosotros tenemos nuestras ideas y formas de querer crecer personalmente, académicamente y profesionalmente.
EJEMPLO:
“Laura, de 13 años, llegó una tarde a consulta llevada por sus padres Alfonso y Lucía.4 La chica se estaba volviendo muy difícil, decía Alfonso, lloraba y se quejaba todo el tiempo y de todo; ambos discutían frecuentemente y ella que solía ser cariñosa con él, ahora estaba hostil y agresiva. Laura, por su parte, señalaba exactamente lo mismo respecto al padre y agregaba: "Me trata como su trapeador". La madre casi ausente, periférica, aislada, decía estar cansada de oírlos discutir todo el día y no tenía ya ánimos ni siquiera de opinar. Cuando dos personas se relacionan como Laura y su padre lo hacían, no hay duda de que ambos están muy lastimados y que detrás de sus agresiones se oculta la necesidad de amor y atención mutua. Sin embargo, ninguno era consciente de ello. Sentirse tan lastimados y enojados les impedía ser capaces de descubrir cuándo se rompió algo en su relación, que solía ser afectuosa. Si bien es cierto que estos cambios ocurren en la pubertad y la adolescencia, en este caso el drástico giro hacia la hostilidad y la agresión entre Laura y Alfonso iba más allá del cambio "normal" que un adolescente experimenta en la forma de relacionarse con sus padres. Era obvio que, por alguna razón, el padre estaba profundamente resentido con su hija y él había iniciado el cambio en la dirección de su relación, ante lo cual ella solamente había reaccionado.
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