ANALISIS HERMENEUTICO ROMANOS 9:21

UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE CHILE

Facultad de Teología

Teología

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ANALISIS HERMENEUTICO ROMANOS 9:21

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

presentado en cumplimiento parcial

de los requisitos de la asignatura de

Hermeneutica

Por

Moisés Omar Parada Venegas

Profesor guía: Joel Leiva

Chillán, Chile, junio de 2016

TABLA DE CONTENIDO

CAPÍTULO

I. INTRODUCCIÓN         1

Contexto literario        1

Contexto histórico        2

II.FIJAR EL TEXTO        4

Aparato crítico        4

Evidencia externa        4

Evidencia interna        5

Definir el texto        5

III.TRADUCCIÓN DEL TEXTO        6

Texto        6

Traducción propuesta         6

Análisis morfológico        6

Análisis sintáctico        6

IV.COMENTARIOS DE ROMANOS 9:21        8

V.APLICACIONES        10

Aplicación siglo I        10

Aplicación siglo XXI        10

VI.CITAS DE ELENA G. DE WHITE        11

VII.CONCLUSIÓN        12

CAPÍTULO I

INTRODUCCIÓN

La epístola de Pablo a los Romanos es una de las cartas más estudiadas. Desde tiempos de la reforma, este libro sirvió para estudiar profundos temas teológicos, y el capítulo 9 versículo 21 de esta misiva es un texto que es digno de estudiar.

En esta investigación se verán los aspectos históricos de Pablo y el contexto de la ciudad de Roma en la década del 50 d.C. y las implicancias teológicas del texto en sí.

Aspectos generales

La carta a los Romanos fue escrita por el apóstol Pablo aproximadamente el año 58 d.C. probablemente la escribió desde Corinto por que se menciona a Gayo y Erasto (Romanos 16: 23 y 1 Corintios 1:14)

Generalmente Pablo usaba secretarios para escribir sus mensajes y esta vez fue Tercio el que cumplió esta función.

Contexto literario

« ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? » Romanos 9:21^[1]

Esta pregunta que hace Pablo viene continuando otro cuestionamiento que hace el autor sobre si de verdad como ser humano puedo cuestionar los designios de Dios, esta pregunta viene desde el versículo 20 que dice « ¿Quién eres tú para que alterques con Dios? ».

Ahora ampliando un poco el panorama podemos ver que la primera pregunta que hace Pablo refiriéndose al tema de no poner en duda los propósitos divinos, es en el versículo 14 que dice « ¿Qué, pues, diremos? ¿Qué hay injusticia en Dios? En ninguna manera ».

Para cerrar la perícopa vamos a ver hasta que versículo el apóstol habla sobre este tema.

En el versículo 22 Pablo sigue haciendo preguntas con el mismo sentido, y desde el versículo 25 comienza también a hablar sobre algunos profetas del antiguo testamento para reafirmar la idea de que Dios puede hacer lo que quiera con el hombre terminando la idea en el verso 26 que termina de hablar sobre el profeta Oseas y como puede llamar «pueblo mío» al que no era su pueblo, y como Dios también puede decir donde sea «hijos del Dios viviente»

Por lo tanto por las razones antes expuestas la perícopa inmediata que este estudio usará será la de Romanos 9:14-26.

Para la perícopa general cabe mencionar que la mayor parte de los autores coinciden en que esta va desde Romanos 9:1 al 11:36.

Contexto histórico

En la época que Pablo envió la carta a los Romanos, Roma era la ciudad más grande del Mediterráneo occidental. La verdad es que la población era numerosa pero en gran parte eran forasteros que se habían asentado en Roma. El imperio Romano era vasto, llegando a la moderna Gran Bretaña por el occidente, por el norte hasta la moderna Alemania, al oriente llegando al moderno Irán, y al sur hasta el Nilo en Egipto. En la década del 50 d.C. se destacan dos emperadores: Claudio (41-54 d.C.) y Nerón (54-68 d.C.).^[2]

Un detalle interesante de la carta de Pablo a los Romanos es que esta carta fue escrita en griego y no en latín como debería haber sido si la carta hubiera estado dirigida sólo a los cristianos romanos, al parecer también está dirigida a los inmigrantes que usaban la lengua griega para comunicarse.

La iglesia en Roma. Hay un numeroso grupo de estudiosos católicos que afirman que los orígenes de la iglesia cristiana en Roma son gracias a que Pedro la fundó y la presidió en sus primeros años, pero hay varios argumentos para pensar algo distinto a la posición de la tradición establecida.

Aunque no hay gran discusión en que Pedro terminó sus días en Roma, no hay tantos argumentos para sostener la posición de que haya sido el que estuvo siempre con la iglesia romana. Ya que es «extraño» ver a Pablo enviando una carta tan llena de enseñanzas a una iglesia que tuviera las palabras del gran apóstol Pedro, además en Romanos 15:20-21 nos muestra que el apóstol siempre buscaba enseñar a los que no tenían enseñanza. « De esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno,

21 sino, como está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; Y los que nunca han oído de él, entenderán.»

Esta refutación hace que se tenga que buscar otra teoría respecto al tema y la que parece más lógica es la que presenta Enrique Ampuero en su escrito Las epístolas del nuevo testamento:

Entre los que escucharon el mensaje apostólico el día de pentecostés, habían “romanos extranjeros, tanto judíos como convertidos” (Hech. 2:10). Este hecho es la explicación más aceptable que permite conjeturar que ellos volvieron a Roma y predicaron el Evangelio hasta constituir la iglesia. Esta hipótesis ha sido combatida por quienes sostenían que el cristianismo comenzó a predicarse a los gentiles algunos años después de Pentecostés… Con todo, el hecho de que hubiera habido ya en el día de Pentecostés algunos “convertidos” que no eran judíos, quita fuerza a la objeción.^[3]

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