Al Encuentro De Dios.

Universidad de la Salle. Grupo: 7 Stephany Caro Fonseca. 41121100 Doc:#4

AL ENCUENTRO DE DIOS

(Filosofía de la religión)

El autor empieza explicando de una forma bastante disgregada que es lo sagrado y como este término lo relacionan únicamente con algo santo, nos explica que lo sagrado es una experiencia personal primaria en la que otras personas pueden ayudarnos a dilucidar el fenómeno para que despierte, para que se ilumine y se nos haga consciente, pero nadie puede ni darnos la experiencia como algo extraño ni sustituirnos experimentándola por nosotros, es decir que lo sagrado es una actitud originaria.

La noción y la experiencia de lo sagrado van tan unidas al horizonte de comprensión religiosa y cultural que una sociedad tiene de sí misma y al contexto histórico con los diferentes reflejos personales y sociales, que querer prescindir de estos lazos para poder aislar un significado unitario de sagrado, no sujeto a variables, comprometería ya desde el principio la voluntad de decir algo serio sobre esta categoría religiosa o pre-religiosa. En realidad, como se ha observado, acerca de lo sagrado sería más fácil decir lo que no es que lo que es, de modo semejante a lo que sucede con el concepto de ser en el campo filosófico. O bien, evitando el verdadero núcleo del problema, sería más fácil hablar de objetos y realidades sagradas, tal y como se pueden encontrar en la historia de las religiones; pero la sacralidad como atributo no se puede poner en paralelo con lo que se enuncia con el término sagrado sustantivo.

Luego el autor nos introduce en lo que es el misterio, entonces de lo anterior y con base a lo que el autor plantea que el misterio es distinto y superior al hombre, es trascendente. Pero se le siente cercano, intimo en lo más profundo de la persona religiosa. Esta trascendencia y omnipresencia produce sentimiento de inferioridad, temor y amenaza, a la vez que atrae y fascina.

A esta realidad se le ha dado el nombre de Dios, divinidad, lo divino, realidad última, trascendencia, espíritu; pero hay algunas religiones que prescinden de darle nombre porque les parece tarea imposible: sería como poner límites a algo infinito.

San Agustín explica el misterio como “lo más elevado y superior a lo más elevado y sumo de sí mismo” y a la vez como “lo más íntimo de lo más interior de mí mismo” el autor resalta que esta omnipresencia objetivo del misterio, en todo ser pero especialmente en la intimidad subjetiva del hombre, constituye sin duda la fuente de las experiencias religiosas, tanto en místicos cristianos y orientales, como en convertidos y adeptos a otras religiones.

A continuación el autor nos expone el término de hierofania dentro de un contexto estrechamente ligado hombre-misterio desde la relación de lo sagrado. Nos propone que el hombre

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