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Antes De Decir Amén En Su Casa O En El Templo, Piensen Y Recuerden. Un Niño Los Está Escuchando


Enviado por   •  3 de Noviembre de 2013  •  1.238 Palabras (5 Páginas)  •  1.837 Visitas

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Cuando se habla de homosexualidad, se piensa de las personas que la manifiestan que nunca alcanzarían la felicidad, que podrían padecer enfermedades, que llevarán una vida en soledad, llena de enfermedades, etc., considerando al homosexual como una persona distinta a la sociedad, que ama, siente y vive de manera diferente, como si padeciera un trastorno y debiera recibir un trato distinto al que recibe cualquier ser humano. En la actualidad, la sociedad posee conciencia de aquello y se plantea un sustancial cambio de visión, alejado de aquellas interpretaciones de la realidad que no se adecuan a los cambios generacionales que se presentan a pasos agigantados.

Este trabajo se propone indagar en aquella influencia y esclarecer cómo esta puede generar consecuencias negativas en el núcleo familiar y social, siendo capaz de destruir la interioridad de un ser humano, desamparado y solo ante un inflexible y hostil panorama. Para ello se basa en la película “Plegarias por Bobby”, dirigida por Russell Mulcahy, film que, a su vez, es una adaptación de la novela del mismo nombre, escrita por Leroy Aarons. Historia real ocurrida a fines de los años setenta y principios de los ochenta. Bobby Griffith era un chico adolescente gay que se suicidó a causa de la intolerancia religiosa de su madre, Mary, y de la sociedad. Pero después del trágico evento Mary comprende la homosexualidad de su hijo y empieza a luchar por la causa de gays y lesbianas.

La historia nos habla de cómo una Madre Asimila el Suicidio de Su Hijo Homosexual, y nos cuenta la auténtica tragedia humana y la verdadera historia de cómo, Mary Griffity , pudo llegar a aceptar el suicidio de su hijo homosexual de 20 años, Bobby.

Mary Griffith es una cristiana devota, que cría a sus hijos con las enseñanzas conservadoras de la Iglesia Presbiteriana. Sin embargo, cuando su hijo Bobby le confiesa a su hermano mayor que puede ser gay, la vida cambia para toda la familia después de que Mary se entera de su secreto. Bobby Griffith fue un niño inocente, feliz e inteligente, típicamente americano, con un espíritu obediente y amable. Al llegar a la adolescencia descubrió que se sentía atraído por otros muchachos adolescentes de su misma edad o mayores, y no por las niñas. Como Bobby había sido criado como un cristiano devoto y había aprendido que ser homosexual era uno de los peores pecados, lo primero que pensó es que tenía un defecto, que no se merecía el amor de Dios y que iba a arder en el infierno por toda la eternidad. Conocía muy bien los preceptos de la iglesia porque participaba muy activamente en la Iglesia Presbiteriana, junto con su hermano, sus dos hermanas y su mamá, Mary, que enseñaba en la escuela religiosa dominical. Incapaz de soportar una lucha diaria sin solución y el conflicto tanto con su familia como con su religión, en el año 1983, Bobby se tiró desde un puente a una transitada carretera, frente a un gran trailer, donde muere instantáneamente. Sus detallados diarios personales están llenos de diatribas de odio contra sí mismo, porque pensaba que ser homosexual lo convertía en un ser humano sin ningún valor y una mala persona, ya que se había convertido en una herramienta del Demonio. Eso es lo que él creía, porque es lo que había aprendido en su iglesia. Pensó que vivir no tenía ningún sentido si no le estaba permitido amar a las personas por las que se sentía atraído, y que hiciera lo que hiciera, ya estaba condenado. Cerca de su cumpleaños número 16, Bobby escribió lo siguiente en su diario:

“No, nunca podré dejar que nadie sepa que no soy heterosexual. Sería

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