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Análisis de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium


Enviado por   •  2 de Abril de 2016  •  Resúmenes  •  2.107 Palabras (9 Páginas)  •  271 Visitas

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Análisis de la “EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS OBISPOS A LOS PRESBÍTEROS Y DIÁCONOS A LAS PERSONAS CONSAGRADAS Y A LOS FIELES LAICOS SOBRE EL ANUNCIO DEL EVANGELIO EN EL MUNDO ACTUAL”

Introducción Personal:

A lo largo de las últimas décadas, el desarrollo tecnológico, social y educacional ha avanzado significativamente, dejando a un lado nuestros valores, nuestra ética y compromiso con el Señor. El consumismo hoy domina la mente y los corazones de millones de personas, sustituyendo así a la religión y a la familia. No estoy en contra de los beneficios que la revolución tecnológica nos ha brindado, sino que considero que es necesario un nuevo mecanismo para controlar esta situación que cada día más nos azota a cada uno de nosotros y la sociedad en general. A lo largo de este análisis, daré a conocer los puntos e ideas de cada capítulo que más me llamaron la atención, proporcionando así mi punto de vista en referencia a lo antes mencionado.

Capítulo N°1

Este capítulo se va a enfocar en la transformación misionera de la iglesia, proponiendo así cinco vías que permitirán a la misma encontrara la clave en respuesta al mandato de Jesús. La primera vía para conseguir esta transformación misionera tan anhelada por la iglesia, es la participación de todos al llamado del Señor, es decir, salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio. Solo la idea de formar parte de este trabajo encomendado por el señor, debería llenarnos el corazón de paz y alegría, sabiendo que cuenta con nosotros para transmitir su palabra. Como bien lo dice en el texto: “La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie”. Dios nos ama a todos por igual y nos enseñó a hacer lo mismo con nuestros hermanos y hermanas, es por eso que no debemos permitir que nadie se quede sin conocer la palabra del Señor. Una Pastoral en conversión es la segunda vía que nos permitirá encontrar la clave en respuesta al mandato del Señor. Lo que más me llamo la atención en este apartado de la lectura es la necesidad de procurar estar siempre allí donde hace más falta la luz y la vida del Señor Resucitado. Como hijos del Señor, debemos procurar conseguir el sueño misionero de llegar a todos. Para comprender la tercera vía en función del anhelo y sueño de la iglesia, debemos tener en cuenta el Corazón del Evangelio, es decir, para entender el trasfondo completo del mismo, no debemos dejarnos engañar por medios externos, los cuales mutilan y reducen el valor de la palabra del Señor nuestro Dios. Me pareció muy interesante lo que el Papa Francisco señala en torno al lenguaje que se debe utilizar para que el anuncio del Evangelio sea mejor percibida para todos, ya que hoy en día, la sociedad se encuentra envuelta por tantos modismos los cuales impiden la correcta transmisión de la palabra del Señor. Por último, pero no menos importante, está nuestra “Madre de Corazón Abierto”. Cuando leí el enunciado que acabo de mencionar, pensé que se hablaría específicamente de nuestra madre y protectora la Virgen María. Sin embargo, me equivoque, ya que se enfocó en la Iglesia y como está permanece con los brazos abiertos (como una madre) para todas las personas.

Capítulo N°2

Dentro del segundo capítulo, vamos a analizar algunos aspectos de la realidad que pueden detener o debilitar los dinamismos de renovación misionera de la Iglesia. Desde mi punto de vista, considero que todos los aspectos que condicionan la actividad evangelizadora, deberían sumergirse en un profundo cambio, lo cual permita restablecer la armonía y trabajo correcto de la Iglesia.

Me llamó mucho la atención  los desafíos que presenta el mundo actual. Desafortunadamente, hoy en día nos encontramos atravesando una economía de exclusión, una nueva idolatría del dinero, una inequidad que tiende a generar violencia. Como la misma lectura señala: “hay que luchar para vivir y, a menudo, para vivir con poca dignidad”. Es impresionante como al ser humano se lo considera como un bien de consumo, dejando a un lado sus derechos y virtudes. Y es así que yo me pregunto, ¿Y dónde queda Dios, si todo lo que importa es el consumo, el placer y la diversión que el dinero proporciona? Desafortunadamente, la respuesta no la puedo encontrar en esta “Globalización de la Indiferencia” en la que nos encontramos viviendo. Estoy seguro que nuestro Dios nos diría que no nos desilusionemos, ya que no todo está perdido. ¿Cuál es la solución? Seguramente se preguntaran ustedes. Pues es la de construir “JUNTOS” una cultura que contenga valores de fe y de solidaridad que puedan provocar el desarrollo de una sociedad más justa y creyente. Las tentaciones de los agentes pastorales, es otro de los problemas del cual me gustaría opinar, pero no de una manera negativa, criticándolos y dándoles mi espalda, sino más bien resaltando aquellos aportes que cada miembro de la Iglesia, en conjunto, han brindado para bien de la misma. Como la lectura misma lo menciona: “A pesar de todo el dolor y vergüenza que algunos miembros de la Iglesia han cometido, no nos podemos olvidar de aquellos que han dado la vida por amor”. ¿Cómo lo han hecho? se preguntaran. Pues ayudan a tanta gente a curarse o a morir en paz en precarios hospitales, o se desgastan en la educación de niños y jóvenes, o cuidan ancianos abandonados por todos. Es verdad que estamos lejos de una comunidad evangelizadora perfecta, pero estoy seguro de que con el trabajo de todos nosotros (incluyendo a los agentes pastorales), podemos llegar a formar esa comunidad de hermanos que tanto anhelaba nuestro Señor Jesucristo.

Capítulo N°3

Quiero comenzar el análisis de este capítulo, citando una de las frases de la lectura: “no puede haber auténtica evangelización sin la proclamación explícita de que Jesús es el Señor”. Si tratamos de evangelizar, de dar a conocer la palabra del Señor, debemos ante todo tenerlo presente, ya que la primera palabra, la iniciativa verdadera, la actividad verdadera viene de Él y sólo de Él. Partiendo de este postulado, hay gente que piensa que la diversidad cultural, con todos sus valores y formas, amenaza la libertad de la Iglesia. A mi parecer esto no es así, ya que la Iglesia está ahí para expresar su genuina catolicidad y muestra la belleza de un rostro pluriforme, es decir, no se limita a trabajar en función de una sola cultura, sino que necesita de todos y cada uno de nosotros (de todas las culturas) para formar parte de una transformación general y no particular como muchos creen. Una de los aspectos que más me llamó la atención en este capítulo es el de la homilía. Su función es la de darle el fervor y el sentido a la celebración. Mucha gente cree que no existe ninguna manera en particular para transmitirla, y esto no es así, ya que la calidez, la mansedumbre del estilo en las frases del predicador debe estar presente siempre al momento de dirigirla hacia al pueblo. Cabe mencionar que la preparación para la predicación es igual de importante al momento de transmitir la palabra de nuestro Señor. Para el Papa es fundamental que el predicador viva la personalización de la Palabra, ya que si no existe una relación estrecha entre el predicador y Dios, es difícil que sirva como su mediador. Por último, me pareció importante la importancia que se le debe dar al acompañamiento personal de los procesos de crecimiento. Es como con los niños, si no se lo educa correctamente y le enseñas lo que está bien y lo que no, es difícil que llene tus expectativas cuando sea grande, pero si trabajas durante su proceso de crecimiento, seguramente se convertirá en todo aquello que siempre anhelaste.

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