Cómo hacer negocios al estilo de Dios

Cómo hacer negocios al estilo de Dios Parte 1

Durante muchos años creí fervientemente que si deseaba vehemente servirle a Dios tenía que renunciar a toda actividad que tuviera que ver con negocios, y este pensamiento habitaba en mi mente debido a las palabras que en mis años de infancia me decían acerca de los negocios y los hombres que se dedican a dicha actividad.

Me fue dicho: -que los ricos simplemente no entrarían al reino de los cielos-.

-Los ricos son personas abominables a Dios-.

Me fue dicho: -que no existe forma de ser rico y ser honesto-.

-Que era mejor ser pobre, pero aceptable a Dios, que muy rico y destinado al infierno-.

Me fue dicho: -que en cuanto más penalidades se viven en esta vida más fácil nos convertíamos en candidatos a entrar al reino de los cielos-.

Podría enumerarle una cantidad ilimitada de resonancias acerca de la riqueza y la pobreza, pero para entrar en el tema de los negocios al estilo de Dios resumamos que muchos cristianos aún en nuestros tiempos creen que -es mejor ser pobre que rico- para ser prenda agradable a Dios. Sin embargo la palabra de Dios nos dice: "Porque mis pensamientos para ustedes son pensamientos de prosperidad y bienestar"... y también lo dijo el apóstol Juan: "Amado yo deseo que seas prosperado en todas las cosas, así como prospera tu alma"

Por dicha razón deseo presentarle siete pilares bíblicos que demuestran que sí es posible ser empresario agradable a Dios y cuando se aplican a la vida empresarial definitivamente estamos agradando a Dios en la forma que hacemos negocios.

Visión y Misión de la empresa:

Seguramente le ha sucedido que alguien le ha comentado el deseo de empezar un negocio propio, o bien expandir su empresa, para lograr una dimensión más elevada en el mundo de los negocios y también financieramente.

Deseo narrarle una historia de las cual fui testigo ocular en sus acontecimientos.

En la ciudad de Atlanta conocí a una mujer empresaria y deseaba estructurar su empresa para expandirla. Cuando me reuní con ella en la primera charla de introducción le pregunté: ¿Cuál es la visión para expandir su empresa? A lo cual ella contestó: "Le hice una promesa a Dios, y la promesa es que si Él me ayuda a prosperar en mi empresa voy a ayudar a mi familia, voy a sembrar en diferentes ministerios del reino, y siempre le seré fiel en mis diezmos, ofrendas y primicias". Cuando escuché dichas palabras, supe que las dijo con el corazón, ya que estaba muy emocionada mientras las decía.

Tuve la oportunidad de estar muy cerca de esta empresaria durante tres años, y pude ver como su negocio se expandió de un restaurante muy pequeño a 6 restaurantes en las mejores zonas de la ciudad de Atlanta.

He llegado a creer que existen los negocios espirituales, no porque sus fundadores o dueños sean personas de ayuno y oración; sino por la visión y misión que le pusieron a la empresa desde su nacimiento.

Ahora esta empresaria cristiana dona cantidades significativas a iglesias, fundaciones de ayuda social, ministerios, ayuda a su familia, y por supuesto sus diezmos y ofrendas no faltan en la iglesia en cual se congrega, además lleva una vida muy saludable y lujosa, ya que viaja por el mundo conociendo, enriqueciendo su vida llenándose de conocimiento.

Cuando un emprendedor desea lanzar su propia aventura empresarial debe asegurarse de ponerle una visión y misión espiritual a la empresa y seguramente se le cumplirá la promesa de Dios a nuestra vida que se encuentra plasmada en letra en Deuteronomio 28: 1-13.

La ley del intercambio:

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